¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este viernes
de la 25a semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Lucas 9,18-22
Lectio
Viernes, 27
septiembre de 2019
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, que has puesto la plenitud
de la ley en el amor a ti y al prójimo; concédenos cumplir tus mandamientos
para llegar así a la vida eterna. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según
Lucas 9,18-22
Estando una vez orando a solas, en
compañía de los discípulos, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?»
Ellos respondieron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que
un profeta de los antiguos ha resucitado.» Les dijo: «Y vosotros, ¿quién decís
que soy yo?» Pedro le contestó: «El Cristo de Dios.» Pero les mandó
enérgicamente que no dijeran esto a nadie.
Dijo: «El Hijo del hombre debe sufrir
mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas,
ser matado y resucitar al tercer día.»
3) Reflexión
• El evangelio de hoy retoma el mismo
asunto del evangelio de ayer: la opinión de la gente sobre Jesús. Ayer, era a
partir de Herodes. Hoy es el mismo Jesús quien pregunta qué dice la opinión
pública, y los apóstoles responden dando la misma opinión que ayer. En seguida
viene el primer anuncio de la pasión, de la muerte y de la resurrección de
Jesús.
• Lucas 9,18: La pregunta de Jesús
después de la oración. “Estando una vez orando a solas, en compañía de los
discípulos, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?” . En el evangelio
de Lucas, en varias oportunidades importantes y decisivas Jesús aparece
rezando: en el bautismo, cuando asume su misión (Lc 3,21); en los 40 días en el
desierto, cuando vence las tentaciones del diablo con la luz de la Palabra de
Dios (Lc 4,1-13); por la noche, antes de escoger a los doce apóstoles (Lc
6,12); en la transfiguración, cuando con Moisés y Elías conversa sobre la
pasión en Jerusalén (Lc 9,29); en el huerto, cuando se enfrenta a la agonía (Lc
22,39-46); en la cruz, cuando pide perdón por el soldado (Lc 23,34) y entrega
el espíritu a Dios (Lc 23,46).
• Lucas 9,19: La opinión de la gente
sobre Jesús. “Ellos respondieron: "Unos, que Juan el Bautista; otros, que
Elías; otros, que un profeta de los antiguos ha resucitado." Al igual que
Herodes, muchos pensaban que Juan Bautista hubiera resucitado en Jesús. Era
creencia común que el profeta Elías tenía que volver (Mt 17,10-13; Mc 9,11-12;
Mt 3,23-24; Ec 48,10). Y todos alimentaban la esperanza de la venida del
profeta prometido por Moisés (Dt 18,15). Respuestas insuficientes.
• Lucas 9,20: La pregunta de Jesús a
los discípulos. Después de oír las opiniones de los demás, Jesús pregunta: “Y
vosotros ¿quién decís que soy yo?”. Pedro respondió: “¡El Mesías de Dios!”
Pedro reconoce que Jesús es aquel que la gente está esperando y que viene a
realizar las promesas. Lucas omite la reacción de Pedro tentando de disuadir a
Jesús a que siguiera por el camino de la cruz y omite también la dura crítica
de Jesús a Pedro (Mc 8,32-33; Mt 16,22-23).
• Lucas 9,21: La prohibición de
revelar que Jesús es el Mesías de Dios. “Pero les mandó enérgicamente que no
dijeran esto a nadie”. Les está prohibido el que revelen a la gente que Jesús
es el Mesías de Dios. ¿Por qué Jesús lo prohibió? Es que en aquel tiempo, como
ya vimos, todos esperaban la venida del Mesías, pero cada uno a su manera: unos
como rey, otros como sacerdote, otros como doctor, guerrero, juez, o ¡profeta!
Nadie parecía estar esperando al mesías siervo, anunciado por Isaías (Is
42,1-9). Quien insiste en mantener la idea de Pedro, esto es, del Mesías
glorioso sin la cruz, no va a entender nada y nunca llegará a tomar la actitud
del verdadero discípulo. Continuará ciego, como Pedro, cambiando a la gente por
un árbol (cf. Mc 8,24). Pues sin la cruz es imposible entender quién es Jesús y
qué significa seguir a Jesús. Por esto, Jesús insiste de nuevo en la Cruz y
hace el segundo anuncio de su pasión, muerte y resurrección.
• Lucas 9,22: El segundo anuncio de
la pasión. Y Jesús añadió: "El Hijo del hombre debe sufrir mucho y ser
reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y
resucitar al tercer día.” La comprensión plena del seguimiento de Jesús no se
obtiene por la instrucción teórica, sino por el compromiso práctico, caminando
con él por el camino del servicio, desde Galilea hasta Jerusalén. El camino del
seguimiento es el camino de la entrega, del abandono, del servicio, de la
disponibilidad, de la aceptación del conflicto, sabiendo que habrá
resurrección. La cruz no es un accidente de camino, sino que forma parte del
camino. ¡Pues en un mundo organizado desde el egoísmo, el amor y el servicio
sólo pueden existir crucificados! Quien hace de su vida un servicio a los
demás, incomoda a los que viven agarrados a los privilegios, y sufre.
4) Para la reflexión
personal
• Creemos todos en Jesús. Pero
algunos entienden a Jesús de una manera y otros de otra. Hoy ¿cuál es el Jesús
más común en la manera de pensar de la gente?
• La propaganda ¿cómo interfiere en
mi modo de ver a Jesús? ¿Qué hago para no dejarme embaucar por la propaganda?
¿Qué nos impide hoy reconocer y asumir el proyecto de Jesús?
5) Oración final
Bendito Señor, mi Roca,
que adiestra mis manos para el
combate,
mis dedos para la batalla.
Es mi aliado y mi baluarte,
mi alcázar y libertador,
el escudo que me cobija. (Sal
144,1-2)
Orden de los Carmelitas
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