¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este jueves de la 11a
semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Mateo 6,7-15
Lectio
Jueves, 20 Junio ,
2019
1) Oración inicial
Señor, mira con amor a
tu familia y a los que moderan su cuerpo con la penitencia, aviva en su
espíritu el deseo de poseerte. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del
santo Evangelio según Mateo 6,7-15
Y, al orar, no
charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a
ser escuchados. No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que
necesitáis antes de pedírselo.
Vosotros, pues, orad
así:
Padre nuestro que
estás en los cielos,
santificado sea tu
Nombre;
venga tu Reino;
hágase tu Voluntad
así en la tierra como
en el cielo.
Nuestro pan cotidiano
dánosle hoy;
y perdónanos nuestras
deudas,
así como nosotros
hemos perdonado a nuestros deudores;
y no nos dejes caer en
tentación,
mas líbranos del mal.
Que si vosotros
perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro
Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre
perdonará vuestras ofensas.
3) Reflexión
● Las dos reacciones
del Padre Nuestro: Lucas (Lc 11,1-4) y Mateo (Mt 6,7-13). En Lucas, el Padre
Nuestro es más corto. Lucas escribe para las comunidades que vinieron del
paganismo. Trata de ayudar a las personas que están iniciando el camino de la
oración. En Mateo, el Padre Nuestro está situado en el Sermón del Monte, en
aquella parte donde Jesús orienta a los discípulos en la práctica de las tres
obras de piedad: limosna (Mt 6,1-4), oración (Mt 6,5-15) y ayuno (Mt 6,16-18).
El Padre Nuestro forma parte de una catequesis para los judíos convertidos.
Ellos ya estaban acostumbrados a rezar, pero tenían ciertos vicios que Mateo
trata de corregir.
● Mateo 6,7-8: Los vicios que hay que corregir. Jesús critica a las personas para quienes la
oración es una repetición de fórmulas mágicas, de palabras fuertes, dirigidas a
Dios para obligarle a atender a sus necesidades. La acogida de la oración por
parte de Dios no depende de la repetición de palabras, sino de la bondad de
Dios que es Amor y Misericordia. El quiere nuestro bien y conoce nuestras
necesidades antes de que expresemos nuestras preces.
● Mateo 6,9a: Las primeras palabras: “Padre Nuestro” Abba, Padre, es el nombre que Jesús usa para dirigirse a Dios. Revela la
nueva relación con Dios que debe caracterizar la vida de las comunidades (Gl
4,6; Rm 8,15). Decimos “Padre nuestro” y no
“Padre mío”. El adjetivo “nuestro” acentúa la
conciencia de que todos pertenecemos a la gran familia humana de todas las
razas y credos. Rezar al Padre y entrar en la intimidad con él, es también
colocarse en sintonía con los gritos de todos los hermanos y hermanas por el
pan de cada día. Es buscar el Reino de Dios en primer lugar. La experiencia de
Dios como nuestro Padre es el fundamento de la fraternidad universal.
● Mateo 6,9b-10: Tres pedidos por la causa de Dios:
el Nombre, el Reino, la Voluntad. En la primera parte del Padre-nuestro, pedimos para que
sea restaurada nuestra relación con Dios. Santificar el Nombre El nombre JAVÉ significa Estoy contigo. Dios con nosotros. En este NOMBRE Dios se dio a
conocer (Ex 3,11-15). El Nombre de Dios es santificado cuando es usado con fe y
no con magia; cuando es usado conforme con su verdadero objetivo, es decir no
para la opresión, sino para la liberación del pueblo y para la construcción del
Reino. La Venida
del Reino: El único Dueño y Rey de
la vida humana es Dios (Is 45,21; 46,9). La venida del Reino es la realización
de todas las esperanzas y promesas. Es la vida plena, la superación de las
frustraciones sufridas con los reyes y con los gobiernos humanos. Este Reino
acontecerá, cuando la voluntad de Dios se realice plenamente. Hacer la Voluntad: La voluntad de Dios se expresa en su Ley. Hágase
su voluntad, así
en la tierra como en el cielo. En el
cielo, el sol y las estrellas obedecen a las leyes de sus órbitas y crean el
orden del universo (Is 48,12-13). La observancia de la ley de Dios será fuente
de orden y de bienestar para la vida humana.
● Mateo 6,11-13: Cuatro pedidos para la causa de los
hermanos: Pan, Perdón, Victoria, Libertad. En
la segunda parte del Padre nuestro pedimos que sea restaurada la relación entre
las personas. Los cuatro pedidos muestran como deben ser transformadas las
estructuras de la comunidad y de la sociedad para que todos los hijos y las
hijas de Dios vivan con igual dignidad. Pan de cada día: En
el éxodo, cada día, la gente recibía el maná en el desierto (Ex 16,35). La
Providencia Divina pasaba por la organización fraterna, por el compartir. Jesús
nos convida para realizar un nuevo éxodo, una nueva convivencia fraterna que
garantice el pan para todos (Mt 6,34-44; Jn 6,48-51). Perdón de las deudas: Cada 50 años, el Año Jubilar obligaba a todos al
perdón de las deudas. Era un nuevo comienzo (Lv 25,8-55). Jesús anuncia un
nuevo Año Jubilar, "un año de gracia de parte del Señor" (Lc 4,19).
¡El Evangelio quiere recomenzar todo de nuevo! No caer en la Tentación: En el éxodo, el pueblo fue tentado y cayó (Dt 9,6-12).
Murmuró y quiso volverse atrás (Ex 16,3; 17,3). En el nuevo éxodo, la tentación
será superada por la fuerza que el pueblo recibe de Dios (1Cor 10,12-13). Liberación del Maligno: El Maligno es Satanás, que aleja de Dios y es
motivo de escándalo. Logró entrar en Pedro (Mt 16,23) y tentó a Jesús en el
desierto. Jesús lo venció (Mt 4,1-11). Ele nos dice: "¡Animo! ¡Yo vencí el
mundo!" (Jn 16,33).
● Mateo 6,14-15: Quien no perdona no será perdonado. Rezando el Padre nuestro, pronunciamos la frase
que nos condena o absuelve. Rezamos: “Perdona nuestras deudas, así como
nosotros perdonamos a nuestros deudores” (Mt 6,12). Ofrecemos a Dios la medida
del perdón que queremos. Si perdonamos mucho, El nos perdonará mucho. Si
perdonamos poco, él perdonará poco. Si no perdonamos, él tampoco no podrá
perdonar.
4) Para la reflexión
personal
● Jesús dice
"perdona nuestras deudas”. En algunos países se traduce "perdona
nuestras ofensas". ¿Qué es más fácil: perdonar ofensas o perdonar deudas?
● Las naciones
cristianas del hemisferio norte (Europa y USA) rezan todos los días: “Perdónanos nuestras deudas así como
también nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Pero ellas no perdonan la deuda externa de los países pobres del
Tercer Mundo. ¿Cómo explicar esta terrible contradicción, fuente de
empobrecimiento de millones de personas?
5) Oración final
Ensalzad conmigo al
Señor,
exaltemos juntos su
nombre.
Consulté al Señor y me
respondió:
me libró de todos mis
temores. (Sal 34,4-5)
Orden
de los Carmelitas