viernes, 30 de abril de 2021

«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí»

¡Amor y paz!

Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios, en este viernes de la IV Semana de Pascua. Ciclo B

Dios nos bendice…

IV Semana de Pascua

Viernes

I. Contemplamos la Palabra

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 26-33


En aquellos días, habiendo llegado Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la
sinagoga: - «Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que teméis a
Dios: A vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación. Los habitantes de
Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús ni entendieron las profecías
que se leen los sábados, pero las cumplieron al condenarlo. Aunque no
encontraron nada que mereciera la muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara
ejecutar. Y, cuando cumplieron todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del
madero y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Durante
muchos días, se apareció a los que lo habían acompañado de Galilea a Jerusalén,
y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo. Nosotros os anunciamos la Buena
Noticia de que la promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a
los hijos resucitando a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo: "Tú eres mi
Hijo: yo te he engendrado hoy."»

Sal 2,6-7.8-9. 10-11 R. Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.

Yo mismo he establecido a mi rey en Sión, mi monte santo.»
Voy a proclamar el decreto del Señor; él me ha dicho:
«Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.» R/.

«Pídemelo: te daré en herencia las naciones,
en posesión, los confines de la tierra:
los gobernarás con cetro de hierro,
los quebrarás como jarro de loza.» R/.

Y ahora, reyes, sed sensatos;
escarmentad, los que regís la tierra:
servid al Señor con temor,
rendidle homenaje temblando. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 1-6

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Que no tiemble vuestro corazón;
creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas
estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando
vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo,
estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.» Tomás le dice:
- «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le
responde: - «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por
mí.»

II. Oramos con la Palabra

JESUCRISTO: me invitas a vivir en paz, en fe, sin temblores. Y me anuncias que
te vas a preparar mi morada en la casa del Padre. Qué esperanza y qué
seguridad me dan tus palabras. Podrán venirme dudas, crisis, sufrimientos. Pero
ahí está tu palabra, para este mundo y para el futuro ¿Cómo agradeceré todo lo
que has hecho y haces por mí, siendo mi Camino, mi Verdad, mi Vida?

(Esta oración está incluida en el libro: Evangelio 2011 de
EDIBESA).

III. Comentario

Fray Nelson Medina O.P.

1. Obedecer a Dios sin saberlo

1.1 Hoy hemos escuchado en la primera lectura la continuación del discurso de Pablo en Antioquía de Pisidia. Y lo primero que atrae nuestra atención es la luz con la que este apóstol descubre la acción de Dios a través de las desobediencias humanas. Es inmortal aquella frase: "los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús, y al condenarlo cumplieron las palabras de los profetas". ¡Es algo fantástico!
1.2 Es que a veces uno cree que para que Dios obre es necesario que la gente le obedezca, y eso, por sorprende que pueda parecernos, en cierto sentido no es indispensable.
1.3 Esto no significa que Dios pierda soberanía, o deje de ser Rey de la Creación y Señor de la Historia. Todo lo contrario: significa que, como enseña santo Tomás de Aquino, cuando algo o alguien pretende escapar de su gobierno en un determinado sentido, vuelve o se devuelve a él en otro; por ejemplo: el que huye de su amor es alcanzado por su justicia.
1.4 Esto implica que las desobediencias humanas, aunque nos parezcan "fracasos" del plan divino, no son sino entradas hacia nuevas posibilidades de la infinita sabiduría y del inagotable poder de Dios. En esta línea de pensamiento hay que afirmar que Dios no quiere nuestras desobediencias, pero a través de ellas hace que obedezcamos a un plan que no conocíamos y al que finalmente servimos. Un plan de amor que ciertamente es proporcional al tamaño de su misericordia y de su gracia.

2. Jesús, el Camino

2.1 Podríamos condensar el mensaje del evangelio de hoy con esta frase: para ir adonde va Jesús, hay que ir a través de Jesús.
2.2 La idea de que Jesús iba a "alguna parte", no necesariamente un lugar físico, nos resulta quizá más comprensible que la idea de que nosotros vamos "a través de Jesús", o "por Jesús". Por eso conviene detenernos un poco a meditar qué pueda ser aquello de ir "por Jesús", es decir, de ver en él nuestro "camino".
2.3 Una interpretación reza así: "Jesús es nuestro camino" significa tomar en nuestra vida las opciones que tomó Jesús. Es decir: obrar como él, llevar una vida como la suya, dejarnos mover por un amor como el suyo. Según esto, "camino" equivale aquí a "ejemplo".
2.4 Otra interpretación: "Jesús es nuestro camino" significa que hay que "recorrer" el misterio de Cristo. No darlo nunca por conocido sino tenerlo siempre como alguien por conocer. Según esto, "camino" equivale a "fuente infinita, pregunta inagotable".
2.5 Otra interpretación: "Jesús es nuestro camino" significa que, así como él ha venido a nosotros y se ha hecho "nuestro", ahora nos corresponde a nosotros ir hacia él una y otra vez y hacernos "suyos". Más que hacer cosas distintas a las que hacemos o hacer cosas nuevas, es hacerlas de un modo nuevo.

3. La pregunta de Tomás

3.1 Aquello que pregunta Tomás es de lo más normal para la mayoría de nosotros. Él dice: "Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?". Resulta normal que escojamos los caminos en razón de las metas, y no lo contrario. En nuestra vida cotidiana actuamos de esa manera: identificamos a dónde queremos llegar y de ahí entendemos o deducimos qué decisiones nos conducen hacia ese punto final.
3.2 Jesús no deja sin respuesta a Tomás, porque finalmente le dice: "Nadie puede llegar hasta el Padre, sino por mí", en lo cual entendemos que el término del camino es el Padre.
3.3 Mas aquí acontece algo singular: normalmente cuando uno conoce una meta bien decide apropiadamente sobre los medios para alcanzarla. Tomás pregunta como si pudiera decidir el camino una vez conocida la meta. Para él parece claro que, conocida la meta, se podrá saber del camino. Este esquema no funciona en el caso presente. Es el camino, Jesucristo, quien nos da a conocer la meta, el Padre. No podemos entonces, como en las cosas de esta tierra, adueñarnos de la meta a través de nuestra inteligencia, por ejemplo, para luego utilizar esa misma inteligencia en la búsqueda de tal meta.
3.4 Lo central en todo esto es que nunca poseemos la meta, ni siquiera con nuestra mente. Necesitamos estar "adentro" de Cristo para acceder "desde" Cristo a una meta que es siempre don y nunca jornal, siempre gracia y nunca recompensa, siempre regalo y nunca salario. Tal vez sea este un sentido muy profundo de "Cristo Camino".

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jueves, 29 de abril de 2021

«Quien me acoja a mí, acoge a Aquel que me ha enviado»


¡Amor y paz!

Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios, en este jueves de la IV Semana de Pascua. Celebramos la memoria de Santa Catalina de Siena, Virgen y doctora de la Iglesia.

Dios nos bendice…

Jueves 4 de Pascua

1ª Lectura (Hch 13,13-25):

 Pablo y sus compañeros se hicieron a la mar en Pafos y llegaron a Perge de Panfilia. Juan los dejo y se volvio a Jerusalén; ellos, en cambio, continuaron y desde Perge llegaron a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Acabada la lectura de la Ley y de los Profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a unos que les dijeran: «Hermanos, si tenéis una palabra de exhortación para el pueblo, hablad».

Pablo se puso en pie y, haciendo seña con la mano de que se callaran, dijo: «Israelitas y los que teméis a Dios, escuchad: El Dios de este pueblo, Israel, eligió a nuestros padres y multiplicó al pueblo cuando vivían como forasteros en Egipto. Los sacó de allí con brazo poderoso; unos cuarenta años ‘los cuidó en el desierto’, ‘aniquiló siete naciones en la tierra de Canaán y les dio en herencia’ su territorio; todo ello en el espacio de unos cuatrocientos cincuenta años. Luego les dio jueces hasta el profeta Samuel. Después pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, durante cuarenta años. Lo depuso y les suscitó como rey a David, en favor del cual dio testimonio, diciendo: ‘Encontré a David’, hijo de Jesé, ‘hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos’. Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión antes de que llegara Jesús; y, cuando Juan estaba para concluir el curso de su vida, decía: ‘Yo no soy quien pensáis, pero, mirad, viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias de los pies’».

Salmo responsorial: 88

R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades. Porque dijiste: «La misericordia es un edificio eterno», más que el cielo has afianzado tu fidelidad.

Encontré a David, mi siervo, y lo he ungido con óleo sagrado; para que mi mano esté siempre con él y mi brazo lo haga valeroso.

Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán, por mi nombre crecerá su poder. Él me invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora».

Versículo antes del Evangelio (Ap 1,5):

 Aleluya. Jesucristo, tú eres el testigo fiel, el primogénito de los muertos; nos amaste y lavaste nuestros pecados con tu Sangre. Aleluya.

Texto del Evangelio (Jn 13,16-20):

Después de lavar los pies a sus discípulos, Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: no es más el siervo que su amo, ni el enviado más que el que le envía. Sabiendo esto, dichosos seréis si lo cumplís. No me refiero a todos vosotros; yo conozco a los que he elegido; pero tiene que cumplirse la Escritura: el que come mi pan ha alzado contra mí su talón. Os lo digo desde ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, creáis que Yo Soy. En verdad, en verdad os digo: quien acoja al que yo envíe me acoge a mí, y quien me acoja a mí, acoge a Aquel que me ha enviado».

Palabra del Señor

Comentario
Fray Nelson Medina O.P.

1. Historia de salvación

1.1 El discurso de Pablo en la sinagoga de Antioquía de Pisidia es un testimonio maravilloso de la comprensión que los primeros cristianos tuvieron de una verdad fundamental: en Cristo Jesús el mensaje y la promesa del Antiguo Testamento tienen continuidad pero sobre todo alcanzan plenitud. Cristo es la plenitud de la antigua alianza, y en él Dios está cumpliendo toda promesa hecha a los patriarcas, reyes y profetas.
1.2 Las palabras de Pablo retoman los momentos centrales del caminar de Israel: Dios eligió a este pueblo, les dice, y va recorriendo la historia del pueblo elegido que, a través de la opresión de los extranjeros y de su propia infidelidad va descubriendo su debilidad y su fortaleza. Es débil, en efecto, porque es pequeño y puede ser perseguido; es débil porque una y otra vez cae en idolatría y se "prostituye" detrás de los ídolos.
1.3 Pero también es "fuerte" en la medida en que va descubriendo que Dios camina a su lado: Moisés en el desierto; los jueces, en la conquista de Canaán, hasta llegar a Samuel; luego David, imagen del rey que deja reinar a Dios... son los grandes hitos que preparan la llegada del Mesías, anunciado por el ministerio integérrimo de Juan, el bautista.
1.4 A este conjunto de hechos y promesas bien podemos llamarlo "historia de salvación". Revisar nuestro pasado no es, como era para los griegos o para incontables naciones paganas, dar círculos en un "eterno retorno", según expresión de Nietzsche. Revisar nuestro pasado, como lo hace Pablo en Antioquía de Pisidia, es descubrir una línea, una tendencia, una flecha que apunta hacia más y hacia mejor, es decir, que mira hacia Jesucristo.

2. El Enviado nos envía

2.1 Es bella la palabra "enviar", en español. Indica precisamente lo que suena al pronunciarla: ser puesto "en la vía".
2.2 Jesucristo es el gran "Enviado", como lo destaca especialmente el Evangelio según san Juan. Quien lo envía, es el Padre. Quien el acompaña en la vía, es la Unción, es el Espíritu. La "vía" que recorre es la más larga imaginable: entre la grandeza infinita de Dios y la infinita pequeñez de nuestra condición de creaturas y sobre todo, de pecadores.
2.3 Él, Jesucristo, es el que ha recorrido la distancia inmensa entre el cielo de Dios y la tierra de los hombres, y luego, entre la tierra de nuestros deseos de cielo, y el cielo de las delicias que aguardamos en su Nombre y por su Gracia.
2.4 Ahora, en el evangelio que hemos oído, el Enviado nos recuerda en qué condiciones nos envía: "un siervo no puede ser mayor que su señor, ni un enviado puede ser superior a quien lo envió"; mas, por otra parte, "todo el que reciba a quien yo envíe, me recibe a mí mismo y, al recibirme a mí, recibe al que me envió". Sublime dignidad y profunda humildad; digna sobriedad y sobria dignidad de los enviados del Señor Jesús. ¡Tal es la condición de los discípulos, tal es la esencia de nuestro llamado!


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miércoles, 28 de abril de 2021

«El que cree en mí no quedará en tinieblas»

¡Amor y paz!

Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios, en este miércoles de la IV Semana de Pascua, ciclo B.

Dios nos bendice… 

IV Semana de Pascua

Miércoles 28 de abril de 2021

I. Contemplamos la Palabra

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 12, 24-13, 5

En aquellos días, la Palabra de Dios cundía y se propagaba. Cuando cumplieron
su misión, Bernabé y Saulo se volvieron de Jerusalén, llevándose con ellos a
Juan Marcos. En la Iglesia de Antioquía había profetas y maestros: Bernabé,
Simeón, apodado el Moreno, Lucio el Círeneo, Manahén, hermano de leche del
virrey Herodes, y Saulo. Un día que ayunaban y daban culto al Señor, dijo el
Espíritu Santo: - «Apartadme a Bernabé y a Saulo para la misión a que los he
llamado.» Volvieron a ayunar y a orar, les impusieron las manos y los
despidieron. Con esta misión del Espíritu Santo, bajaron a Seleucia y de allí
zarparon para Chipre. Llegados a Salamina, anunciaron la palabra de Dios en las
sinagogas de los judíos, llevando como asistente a Juan.
 
Sal 66, 2-3. 5. 6 y 8

R. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los
pueblos te alaben.


El Señor tenga piedad nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.

Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 12, 44-50

En aquel tiempo, Jesús dijo, gritando: - «El que cree en mí, no cree en mí, sino
en el que me ha enviado. Y el que me ve a mí ve al que me ha enviado. Yo he
venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en tinieblas. Al
que oiga mis palabras y no las cumpla yo no lo juzgo, porque no he venido para
juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no acepta mis
palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado, ésa lo juzgará
en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que me
envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar. Y sé que
su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo lo hablo como me ha
encargado el Padre.»

II. Oramos con la Palabra

JESUCRISTO: creo en ti y en el Padre, que te envió, como luz del mundo, para
iluminar mi vida. Sabes que soy débil, que no siempre sigo las sendas de la luz y
que a veces camino en tinieblas: por eso me conforta saber que no vienes a
juzgarme, sino a salvarme. Tu amor y tu misericordia no tienen límites, por eso
me acojo confiado a ti.
( Esta oración está incluida en el libro: Evangelio 2011 de EDIBESA).

III. Compartimos la Palabra
 
En aquellos días, la Palabra de Dios crecía y se difundía
En este miércoles encontramos en la primera lectura la llegada de Bernabé,
Saulo y Marcos a la comunidad de Antioquía de Siria procedentes de Jerusalén. A
los maestros y profetas de Antioquía (un tal Bernabé, Simeón y Lucio) el Espíritu
Santo les reveló, cuando se encontraban en oración y ayunando, que les
impusieran las manos a Bernabé y Saulo, es decir, que los apartasen o eligiesen
para una tarea específica: anunciar el mensaje de Dios. Y así hicieron. Tras
recibir el Espíritu Santo, zarparon hacia Chipre y comenzaron a predicar en las
sinagogas.

Lucas, con este bellísimo pasaje, quiere poner el acento sobre el hecho del
“imponer las manos”. Es una acción que realizan los maestros y profetas de la
Iglesia, la comunidad de Antioquía en este caso, por orden del Espíritu Santo
para realizar algo: predicar. El que impone las manos hace de transmisor, de
canal del Espíritu Santo. Al que se le impone las manos recibe el Espíritu Santo
por medio del canal. El Espíritu Santo, pues, usa canales para desarrollar su
deseo. ¿Cuál es ese deseo? El Evangelio nos habla del deseo, del querer de Dios.

Su mandamiento significa vida definitiva.
En el pasaje evangélico, encontramos las palabras finales de Jesús tras haber
entrado en Jerusalén montado en un borrico. Los que aclamaban a Jesús lo
aclamaban no por quién era, sino por lo que había hecho en referencia a Lázaro:
lo había resucitado. Ante este milagro de la resurrección de Lázaro, los judíos se
estaban solamente fijando en aquella obra maravillosa de Jesús y por tanto,
teniendo una visión sesgada de quién era Jesús: el mesías que viene con poder
para salvarnos de los romanos.

En este contexto, en el cual Jesús esta viendo que lo están aclamando como jefe
político capaz de devolver la libertad política a los judíos, les dice: Yo he venido
al mundo como luz; quien cree en mí no permanece en las tinieblas. Jesús no ha
venido a gobernar como los jefes de este mundo, no da sentencias como ellos…
la sentencia es de Dios. Esa sentencia de Dios, nos dice el mismo Jesús, es su
mandamiento de vida definitiva. La sentencia de Dios, el mandamiento de Dios,
el deseo, lo que quiere Dios es la vida definitiva. Por eso, Jesús viene como luz,
como mensajero que porta no oscuridad, sino la Luz, la Vida definitiva de Dios.

Celebramos hoy la memoria de san Atanasio. San Atanasio se podría describir
como un bloque de hormigón bien fraguado. Es decir, fue un hombre que
permaneció fiel a lo que sus Padres en la fe le transmitieron: Jesucristo es
verdadero Dios y verdadero hombre. Y no se dejó achicar ni por nada ni por
nadie a la hora de defender esta verdad de nuestra fe. Sufrió la difamación de su
persona, el insulto y 5 exilios por permanecer arraigado a la fe de la Iglesia.

Fray José Rafael Reyes González
Convento de San Clemente - Roma
dominicos.org



martes, 27 de abril de 2021

«Yo y el Padre somos uno»

¡Amor y paz!

Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios, en este martes de la IV Semana de Pascua, ciclo B.

Dios nos bendice…


Hechos de los apóstoles 11,19-26/Sal 86,1-3.4-5.6-7/ Juan 10,22-30
 

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 11,19-26

En aquellos días, los que se habían dispersado en la persecución provocada por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin predicar la palabra más que a los judíos. Pero algunos, naturales de Chipre y de Cirene, al llegar a Antioquía, se pusieron a hablar también a los helenistas, anunciándoles la Buena Noticia del Señor Jesús. Como la mano del Señor estaba con ellos, gran número creyó y se convirtió al Señor. Llegó la noticia a la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho, y exhortó a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño; como era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe, una multitud considerable se adhirió al Señor. Más tarde, salió para Tarso, en busca de Saulo; lo encontró y se lo llevó a Antioquía. Durante un año fueron huéspedes de aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez llamaron a los discípulos cristianos.

Palabra de Dios

Salmo responsorial

Sal 86,1-3.4-5.6-7

R/. Alabad al Señor, todas las naciones
Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios! R/.
«Contaré a Egipto y a Babilonia entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes han nacido allí.»
Se dirá de Sión: «Uno por uno todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado.» R/.
El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí.»
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti.» R/.

Evangelio

+ Lectura del evangelio según san Juan 10,22-30

Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. 
Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: «¿Hasta cuando nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente.»
Jesús les respondió: «Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois ovejas mías. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.»

Palabra del Señor

Comentario

 
Oramos con la Palabra
 

JESUCRISTO: tú me conoces mejor que yo mismo, y sabes que no puedes
dejarme solo, porque me pierdo entre los falsos pastores. Yo quiero seguirte sólo
a ti, hacer caso sólo de tu voz, y seguirte hasta la vida eterna.
(Esta oración está incluida en el libro: Evangelio 2011 de
EDIBESA.)


Compartimos la Palabra


 “Como la mano del Señor estaba con ellos, gran número creyó y se
convirtió al Señor”
 
El anuncio de la Buena Noticia, en primer lugar, se hizo solamente a los judíos.
Dios se vale de acontecimientos para impulsar a los apóstoles a cumplir lo que
Cristo quería, y Pedro proclamó en el concilio de Jerusalén: “determinó Dios que,
por mi boca, oyesen los gentiles la palabra del Evangelio”.

Ayer vimos cómo Dios guía a Pedro a casa del centurión Cornelio. Hoy, a causa
de la persecución en Jerusalén, los discípulos huyen a Antioquia de Siria, ciudad
romana, tercera ciudad en importancia después de Roma y Alejandría. Allí
comienzan instruyendo a los judíos, pero continúan con los helenistas, (gentiles)
logrando establecer una Iglesia numerosa que empieza a diferenciarse de los
judíos, comenzando a llamarse cristianos.

Los apóstoles de Jerusalén envían a Bernabé para ayudar en la proclamación de
la Palabra. Éste llama a Pablo que está en Tarso, a quien anteriormente había
presentado a los apóstoles cuando, después de perseguidor, se convirtió en
defensor y anunciador del Evangelio. Ahora lo llama para que le ayude en la
propagación del mismo.

Aprendamos a no tener miedo en la proclamación del Evangelio, a colaborar
desinteresadamente, a dejarnos ayudar, así nuestra misión tendrá un efecto
multiplicador como ocurrió en las primitivas comunidades cristianas .

“El Padre y yo somos uno…pero vosotros no creéis”

Encontramos a Jesús paseando por el atrio del templo; los judíos lo rodean para
forzarle a dar una respuesta, quieren saber quien es: ¿es el Mesías prometido ?
Jesús hablaba y actuaba como el enviado del Padre, pero procuraba no
demostrarlo, quería guardar el secreto mesiánico para ir descubriéndolo poco a
poco. Su respuesta es clara: “Las obras que realizo en nombre de mi Padre son
las que dan testimonio de mí, pero vosotros no me creéis”.

Jesús llama, invita a seguirle y aceptar su doctrina, lo cual exige una respuesta.
Entra en juego la gracia de Dios y la libertad del hombre, sus interlocutores
judíos no quieren aceptarle, pero los que con sencillez de corazón se acercan a
Él, “sus ovejas”, escuchan su voz y le siguen. Lo reconocen como enviado del
Padre y Jesús las protege hasta dar la vida por ellas.

Al decir Jesús: “mi Padre y yo somos una misma cosa”, se está revelando como
verdadero Dios, enviado como Mesías para manifestarnos la plenitud del amor
del Padre.

Acerquémonos con fe y comprenderemos que Jesús es el Hijo de Dios hecho
hombre, el Mesías prometido.

Hna. María Pilar Garrúes El Cid
Misionera Dominica del Rosario
dominicos.org

lunes, 26 de abril de 2021

«Yo soy la puerta de las ovejas»

¡Amor y paz!

Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios, en este Lunes de la IV de Pascua, ciclo B.

Dios nos bendice…

Tiempo Pascual

LUNES DE LA IV SEMANA DE PASCUA
 

PRIMERA LECTURA
 

Hch 11, 1-18
Así pues, también a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que lleva a la vida

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles.

EN aquellos días, los apóstoles y los hermanos de Judea se enteraron de que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Cuando Pedro subió a Jerusalén, los de la circuncisión le dijeron en son de reproche:
    «Has entrado en casa de incircuncisos y has comido con ellos».
Pedro entonces comenzó a exponerles los hechos por su orden, diciendo:
    «Estaba yo orando en la ciudad de Jafa, cuando tuve en éxtasis una visión: una especie de recipiente que bajaba, semejante a un gran lienzo que era descolgado del cielo sostenido por los cuatro extremos, hasta donde yo estaba. Miré dentro y vi cuadrúpedos de la tierra, fieras, reptiles y pájaros del cielo. Luego oí una voz que me decía: “Levántate, Pedro, mata y come”. Yo respondí:     «De ningún modo, Señor, pues nunca entró en mi boca cosa profana o impura”. Pero la voz del cielo habló de nuevo: «Lo que Dios ha purificado, tú no lo consideres profano”. Esto sucedió hasta tres veces, y de un tirón lo subieron todo de nuevo al cielo.
En aquel preciso momento llegaron a la casa donde estábamos tres hombres enviados desde Cesarea en busca mía. Entonces el Espíritu me dijo que me fuera con ellos sin dudar. Me acompañaron estos seis hermanos, y entramos en casa de aquel hombre. Él nos contó que había visto en su casa al ángel que, en pie, le decía: “Manda recado a Jafa y haz venir a Simón, llamado Pedro; él te dirá palabras que traerán la salvación a ti y a tu casa”.
En cuanto empecé a hablar, bajó sobre ellos el Espíritu Santo, igual que había bajado sobre nosotros al principio; entonces me acordé de lo que el Señor había dicho: “Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo”. Pues, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para oponerme a Dios?».
Oyendo esto, se calmaron y alabaron a Dios diciendo:
    «Así pues, también a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que lleva a la vida».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 41, 2-3; 42, 3. 4 (R/.: cf. Sal 41, 3a)
R/.   Mi alma tiene sed de ti, Dios vivo.

       V/.   Como busca la cierva corrientes de agua,
                así mi alma te busca a ti, Dios mío;
                mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo:
                ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?   R/.

        V/.   Envía tu luz y tu verdad:
                que ellas me guíen
                y me conduzcan hasta tu monte santo,
                hasta tu morada.   R/.

        V/.   Me acercaré al altar de Dios,
                al Dios de mi alegría,
                y te daré gracias al son de la cítara,
                Dios, Dios mío.   R/.


Jn 10, 14
R/.   Aleluya, aleluya, aleluya.

V/.   Yo soy el buen Pastor —dice el Señor—,
        que conozco a mis ovejas,
        y las mías me conocen.   R/.

EVANGELIO

Jn 10, 1-10

Yo soy la puerta de las ovejas

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, dijo Jesús:
    «En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
    «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».

Palabra del Señor.

Comentario
Fray Nelson Medina O.P.

1. Ondas en el agua

1.1 Podemos mirar la obra de la evangelización con una imagen muy sencilla. Es como cuando arrojamos una piedra a un lago o estanque de aguas tranquilas y se van formando ondas desde el lugar donde la piedra hirió la superficie del lago, en círculos cada vez más amplios. Al final alguna de las ondas alcanza la orilla.

1.2 Ese lago de aparente tranquilidad es el mundo. Su paz es aparente porque por dentro se mueven muchas cosas y falta mucha luz. La piedra que cae al lago es aquella "piedra que desecharon los arquitectos", es decir, Cristo mismo, que hundiéndose en el misterio del mundo ha asumido a través de su encarnación y de su humillación en la cruz todo lo que somos y lo que escondíamos bajo la superficie.

1.3 Las ondas que ha producido esa piedra en el lago son la noticia de su humillación por amor, es decir, la obra del Evangelio. Parten del lugar donde se humilló la piedra, es decir, de Jerusalén, y se van abriendo en círculos más y más amplios, porque a partir de Jerusalén la noticia del amor que se abajó hasta la muerte va abriéndose paso hacia nuevos lugares, nuevas culturas y nuevas lenguas y naciones.
1.4 Finalmente, las ondas alcanzan la orilla. La orilla, el lugar habitable y de suelo firme, es el cielo. El Evangelio atraviesa todo el lago, es decir, toda la inestabilidad de las cosas de este mundo, hasta llegar a la gloria que no acaba y la firmeza que no engaña, o sea, hasta la patria celestial.
 

2. Pedro en casa de paganos

2.1 Esta imagen de las ondas en el lago sirve como clave de lectura para leer y disfrutar ese libro que cuenta los inicios de la evangelización, es decir, los Hechos de los Apóstoles.
2.2 En efecto, ¿qué son los apóstoles sino el "Grito el Verbo", como los llama un himno de la liturgia de las horas? Ellos, con Pedro a la cabeza, son la expresión viva del misterio del Crucificado y Resucitado: son esas ondas que van abriéndose paso a través de este mundo y que nos llevarán en su ritmo y su fuerza hasta el cielo.
2.3 Hoy, por ejemplo, hemos asistido a un episodio de esa obra de difusión de la Palabra de Salvación. Pedro es iluminado con la acción poderosa del Espíritu Santo y descubre que hay una nueva frontera a atravesar y un nuevo obstáculo por vencer. Ya no debe subsistir esa separación entre judíos y no judíos. ¡Todos somos herederos de la triste herencia, que es el pecado, y llamados a la hermosa herencia, que es la gracia! ¡Todos necesitamos amor, todos necesitamos perdón, para todos es el anuncio de la vida nueva en Cristo Jesús!

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domingo, 25 de abril de 2021

«Yo soy el buen Pastor»

¡Amor y paz!

Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios, en este IV Domingo de Pascua, ciclo B.

Dios nos bendice…


Liturgia del 25-4-2021

Primera lectura

Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos

Hechos de los apóstoles 4, 8-12


Entonces Pedro, lleno de Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos:  Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre; quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel que ha sido el Nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por este Nombre, se presenta este sano ante vosotros. Él es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular; no hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres otro nombre por el que debamos salvarnos».

Salmo responsorial

Salmo 117, 1 y 8-9. 21-23. 26 y 28cd y 29

R. / La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular
* Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres; mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los jefes.
* Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente.
* Bendito el que viene en nombre del Señor, os bendecimos desde la casa del Señor. Tú eres mi Dios, te doy gracias. Dios mío yo te ensalzo. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.

Segunda lectura

Veremos a Dios tal cual es

Primera carta del apóstol san Juan  3, 1-2

Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a él.  Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.

Evangelio

El buen pastor da la vida por las ovejas

Evangelio según san Juan 10, 11-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estragos y las dispersas; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también‚ a ésas las tengo que traer, y escuchar n mi voz y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por eso me ama el Padre: porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para quitarla y tengo poder para recuperarla. Este mandato he recibido del Padre».

Comentario 

Fray Nelson Medina O.P.

1. Sólo Jesús

1.1 En la hora de la persecución y la impopularidad, los Apóstoles se mantienen firmes. Es que les da firmeza el que es siempre fiel: Dios mismo.
1.2 Y predican el corazón y centro de nuestra fe: Jesús salva. Lo más admirable y lo más sencillo; lo más profundo y lo más maravilloso; lo más bello y lo más natural para el cristiano es saber en todo momento una cosa, sólo una: Jesús salva.
1.3 Descubrir al Salvador es descubrir la salvación. Ya no es una tragedia ser menor, o ser enfermo, o ser marginado, o ser agobiado.

2. La Cruz vista desde la Pascua

2.1 Y no es solo que Dios nos regale salvación en su Hijo; mayor maravilla es ver que, como anunció el salmista, que "la piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular".
2.2 Es bueno descubrir por qué es así, es decir: por qué la salvación llega a nuestra vida por la puerta humilde de aquello y aquellos que despreciamos. ¿Por qué lo más grande, que es nuestra salvación, pasa por lo más bajo, que es ser desechado?
2.3 Si lo miramos bien, esta pregunta es como una mirada al misterio de la Cruz, que es donde Cristo fue "desechado", desde la luz de la Pascua, que es donde hemos descubierto que Él es la "piedra angular". La Pascua, vista desde de la Cruz, es como una aurora de esperanza, pero ¿qué es la Cruz, vista desde la Pascua?
2.4 Podemos decir que la Pascua, en esta tierra, es como el prólogo solemne de la bendición definitiva que habremos de gustar sólo en el cielo; es una anticipación de nuestro futuro junto a Dios. La Cruz, en cambio, es retrato de las miserias que han marcado nuestro pasado y de las heridas que cargamos como señal en el presente.
2.5 Es ese aspecto oscuro y humilde, o humillante, de la vida lo que no queremos ver; es eso lo que "desechamos"; es lo que no queremos asumir de nuestra verdad. Preferimos, en cambio, vivir en la fantasía de nuestras presunciones, vanidades o placeres pasajeros. Refugiados en el instante, nos volvemos necios arquitectos y queremos construir con ladrillos que sólo hemos soñado sobre cimientos que no hemos puesto.
2.6 Por eso la Cruz duele pero también redime. La Cruz es la gran revelación del dolor y de la verdad de lo que somos, sostenida por la gran revelación del amor y de la gracia que nos hacen alcanzar lo que seremos. Este amor y esta gracia no son evidentes en la hora de los clavos, el sudor y la sangre; aparecen con la Pascua.
2.7 Por eso la palabra bellísima de la segunda lectura: "aún no se ha manifestado lo que seremos; sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es".

3. Amar el sueldo o amar a las ovejas

3.1 La palabra luminosa de Jesús nos deja ver la calidad de su propio amor a través de la comparación entre el pastor y el jornalero.
3.2 El amor que nos ha redimido, el amor que tiende un arco de luz desde la Cruz hasta la Pascua, es el amor del Pastor Bueno, el que no es jornalero. Y el Pastor Bueno es el que ha amado más a las ovejas que lo que de ellas recibe, es decir: ha preferido las ovejas a su jornal.
3.3 Una frase nos llama mucho la atención en el texto de hoy: "el Padre me ama porque yo doy mi vida para recuperarla de nuevo" (Jn 10,17).

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sábado, 24 de abril de 2021

“¿A quién vamos a seguir, Señor? ¡Tú tienes las palabras que dan vida eterna!”

¡Amor y paz!

Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios, en este sábado de la 3a semana del Tiempo de Pascua, ciclo B.

Dios nos bendice…

1a Lectura

 
Hechos 9,31-42


En aquellos días, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo.
Pedro recorría el país y bajó a ver a los santos que residían en Lida. Encontró allí a un cierto Eneas, un paralítico que desde hacía ocho años no se levantaba de la camilla. Pedro le dijo: "Eneas, Jesucristo te da la salud; levántate y haz la cama." Se levantó inmediatamente. Lo vieron todos los vecinos de Lida y de Saron, y se convirtieron al Señor.
Había en Jafa una discípula llamada Tabita, que significa Gacela. Tabita hacia infinidad de obras buenas y de limosnas. Por entonces cayó enferma y murió. La lavaron y la pusieron en la sala de arriba. Lida está cerca de Jafa. Al enterarse los discípulos de que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres a rogarle que fuera a Jafa sin tardar. Pedro se fue con ellos. Al llegar a Jafa, lo llevaron a la sala de arriba, y se le presentaron las viudas, mostrándole con lágrimas los vestidos y mantos que hacía Gacela cuando vivía. Pedro mandó salir fuera a todos. Se arrodilló, se puso a rezar y, dirigiéndose a la muerta, dijo: "Tabita, levántate." Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó. Él la cogió de la mano, la levantó y, llamando a los santos y a las viudas, se la presentó viva. Esto se supo por todo Jafa, y muchos creyeron en el Señor.

Salmo 115

¿Cómo pagaré al Señor / todo el bien que me ha hecho? / Alzaré la copa de la salvación, / invocando su nombre. R.

Cumpliré al Señor mis votos / en presencia de todo el pueblo. / Mucho le cuesta al Señor / la muerte de sus fieles. R.

Señor, yo soy tu siervo, / siervo tuyo, hijo de tu esclava: / rompiste mis cadenas. / Te ofreceré un sacrificio de alabanza, / invocando tu nombre, Señor. R.

Evangelio

 
Juan 6, 60-69

En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: "Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?" Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: "¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen." Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: "Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede."
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: "¿También vosotros queréis marcharos?" Simón Pedro le contestó: "Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios."
 

Comentario

Fray Nelson Medina O.P.

1. Poder de Cristo

1.1 Solemos asociar la palabra "poder" con un riesgo, una amenaza. Sucede así porque los poderosos que hemos conocido utilizan a menudo su fuerza en provecho propio, de modo que su ascenso se logra sobre la ruina o desgracia de otros menos favorecidos.
1.2 Por eso es grande encontrarse con el poder de Cristo, el Señor de la Gloria, el Pastor Bueno, el Hermano Compasivo, el Humilde y Manso de Corazón. ¡He aquí por fin uno que une a su fuerza su misericordia, y a su sabiduría su incomparable poder!
1.3 El poder de Cristo brilla en todo pero nosotros lo descubrimos más rápidamente y mejor en los enfermos y caídos. Eneas, tullido, y Tabita, ya difunta, son la imagen viva de aquellos inocentes y bondadosos que han quedado tendidos a lo largo del camino. Viene en ayuda de su desfallecimiento la energía de Cristo, que ha vencido a la enfermedad y la muerte.
1.4 Nosotros tenemos seguramente algo o mucho de esos desfallecidos. Como Tabita hemos tratado de lograr muchas cosas buenas que nos han quedado a medio hacer. La palabra de Pedro en esta primera lectura nos levanta en el Nombre de Jesús y nos da el vigor que por nosotros mismos no teníamos.

2. ¿A quién iremos?

2.1 En el evangelio de hoy continuamos reflexionando sobre el Pan de la Vida. Cristo ha declarado su carne como alimento de verdad y ha enseñado que la bebida verdadera es su propia Sangre. Un anuncio que desborda nuestras expectativas y compromete de tal modo nuestro corazón en gratitud y obediencia, que muchos dan la espalda. Al fin y al cabo ya se habían llenado el vientre por una tarde.
2.2 En el Evangelio según san Mateo se llama a Cristo "Dios con nosotros". Lo que no es seguro es que queramos ser "Nosotros con Él". Él quiere ser Pan para nosotros; lo que no es seguro es que nosotros queramos ser hambre que acoge su pan.
2.3 El tono de Cristo en uno de los momentos más duros de su ministerio público sigue siendo claro y valiente. No entra en lamentaciones por los que se van ni en negociaciones con los que aún se quedan. Ha ofrecido todo su amor; no tiene cartas escondidas ni tampoco un "Plan B". Simplemente se ha dado a sí mismo. Acogerlo es salvarse; rechazarlo es condenarse.

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viernes, 23 de abril de 2021

“Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida»

¡Amor y paz!

Los invito a leer y meditar el Evangelio, a la manera de la lectio divina, en este viernes de la 3a semana de Pascua.

Dios nos bendice…

Evangelio del día – Lectio Divina Juan 6, 52-59


Viernes III Semana de Pascua
“Yo lo resucitaré en el día final“

 Invocamos al Espíritu Santo
Espíritu Santo ven a estos momentos cuando nos disponemos de corazón y mente para escuchar el mensaje de Dios y ponerlo en acción en nuestra vida.-Amén-
 

Evangelio según Juan 6, 52-59

52 Luego los judíos  comenzaron a discutir entre ellos, diciendo: “¿Cómo puede este hombre dar su propia carne para que comamos?”
53 Entonces Jesús les dijo: “Ciertamente les digo que si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tendrán vida en ustedes. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. 55 Porque mi carne es la verdadera comida, y mi sangre es la verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, vive en mí, y yo vivo en él. 57 El Padre, que tiene vida, me envió, y por Él tengo vida; de la misma manera todo el que coma mi cuerpo, vivirá a causa de mí. 58 Este es el pan que bajó del cielo. No es como el pan que comieron sus antepasados y aún murieron. La persona que coma de este pan vivirá para siempre”.
59 Jesús dijo estas cosas cuando estaba enseñando en la sinagoga de Capernaúm.


Palabra del Señor

 Lectura, ¿Qué dice el texto?

El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.

‍Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?

 Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?

El texto de hoy aparentemente es muy complejo, pero para entenderlo debemos ir al contexto, al momento en que Jesús dice esto, donde y qué significado trae, es decir entender las instrucciones de Dios, oírlo y entender su enseñanza. La Carne y sangre: Es expresión de vida y de entrega total. Cuando dijo esto, era cerca de la fiesta de Pascua. Dentro de unos pocos días, iban a comer la carne del cordero pascual en la celebración de la noche de pascua. Ellos no entendían las palabras de Jesús, porque tomaron todo al pie de la letra; Jesús quería aprovechar el momento y hacer un ejemplo con lo que iba acontecer con su significado y eso lo vieran en él. Comer la carne de Jesús significa aceptar a Jesús como el nuevo Cordero Pascual ( http://ec.aciprensa.com/wiki/Cordero_pascual ), cuya sangre nos libera de la esclavitud. La sangre era la señal de la vida. Beber la sangre de Jesús significa asimilar la misma manera de vivir que marcó la vida de Jesús. Finalmente aquí él empieza a instituir la Eucaristía, pero hay algo muy importante que debemos entender, el valor de la Eucaristía es vivir la vida con entrega total y asimilar la misma manera de vivir que marcó la vida de Jesús, ¿Qué entiendo y que valor le doy, cuando Jesús me dice que debo comer su carne y beber de su sangre?, muchas veces creemos que tan solo con el hecho de ir a misa y comer su carne y beber su sangre es el culmen de mostrar mi amor y lealtad a él, ¿Eso es suficiente?, es cierto que ese momento es sumamente importante pero, después ¿Vivo la vida con entrega total, siguiendo la misma manera en que Jesús actuó, dio, amo, ayudó, y todo lo que él nos pide que hagamos?, si solo como su carne y bebo su sangre, pero no le doy y no cumplo con el significado que verdaderamente merece, entonces, ¿Quién soy?, ¿Qué estoy haciendo?, ¿Dónde muestro realmente que estoy comiendo la carne y bebiendo la sangre de Jesús?

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?

 Oración, ¿Qué le decimos a Dios?

Mi Señor Jesús, si deseo y quiero comer de tu carne y beber tu sangre, porque tu eres ejemplo de vida, de vivir de acuerdo a las instrucciones de Dios Padre, quiero ser como tú y aceptar que tú vivas en mí y yo en ti; recordar siempre, que cuando voy al templo y me acerco a comer la Eucaristía, estoy diciéndote que quiero “Vivir como tú nos enseñaste”, darle el valor y significado propio y que se vea reflejado en mis actos y actitudes; soy humano y muchas veces no logró alcanzar completamente este propósito, pero mi esfuerzo y mi voluntad también lo valen porque creo en ti y tú en mi.

‍Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?
Cada uno pone sus intenciones.
-Amén-

 Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?

 
“Yo lo resucitaré en el día final”
(Repetimos)
“Yo lo resucitaré en el día final”
“Yo lo resucitaré en el día final”


Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?

 Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?

1. Entender el significado de comer la carne y la sangre de Jesús.
2. Recordar que en mis actos y actitudes estoy mostrando cómo es que como la carne y bebo la sangre de Jesús, el valor y significado que le doy.
3. Buscar y aceptar en todo momento que el Señor viva en nosotros y nosotros en él.

 Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?

cristonautas.com

 
 

jueves, 22 de abril de 2021

“Yo soy el pan vivo que bajó del cielo»

¡Amor y paz!

Los invito a leer y meditar el Evangelio, a la manera de la lectio divina, en este jueves de la 3a semana de Pascua.

Dios nos bendice…

Evangelio del día – Lectio Divina Juan 6, 44-51

Jueves III Semana de Pascua
“Serán enseñados por Dios“

 Invocamos al Espíritu Santo
Espíritu Santo ven a estos momentos cuando nos disponemos de corazón y mente para escuchar el mensaje de Dios y ponerlo en acción en nuestra vida. -Amén-

 Evangelio según Juan 6, 44-51

44 Solo aquellos traídos por el Padre que me envió pueden venir a mí, y yo los resucitaré en el día final. 45 Ha sido escrito en los Profetas: “Todos serán enseñados por Dios”. Y todos los que oyen al Padre y aprenden de Él vienen a mí. 46 Esto no significa que alguien haya visto al Padre, excepto el que viene de Dios; Él ha visto al Padre”.
47 “Ciertamente les digo que quien cree tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Sus antepasados comieron el maná en el desierto, pero murieron. 50 Aquí está el pan que baja del cielo, y el que coma de este pan nunca morirá. 51 Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguien come este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré para que el mundo tenga vida es mi carne”.

Palabra del Señor

 Lectura, ¿Qué dice el texto?

Está escrito en el libro de los Profetas: Todos serán instruidos por Dios. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí.
 
Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna.

‍Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?

 Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?

El texto nos dice claramente que todos somos instruidos por Dios, es decir, todos somos del interés de Dios, como lo dijo Jesús, el no quiere que ninguno se pierda; pero viene la otra parte “Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí.”, no sólo recibir la instrucción, sino oírla, profundizarla, entender la enseñanza y lo más importante ponerla en práctica, sólo así podemos ir al Señor, porque así estamos mostrando que verdaderamente le creemos y lo seguimos , ¿Cuáles son las instrucciones que Dios Padre nos ha dado?, ¿Dónde están?, ¿Solo son para memorizarlas y ponerlas en práctica cuando se necesite?, ¿Cómo me apropio y pongo en práctica lo que he oído y las enseñanzas que me ha dado el Señor?, ¿Verdaderamente estoy en camino al Señor?, Si, ¿Porque?, No, ¿Porque?, ¿Le creo al Señor?, ¿Está creencia, me nace del corazón, de mi amor por él o solo porque sé que me dará algo bueno?

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?

 Oración, ¿Qué le decimos a Dios?

Señor; desde antes que naciera, tú ya me habías preparado, ya me tenias en tus planes, eres como todo Padre, que desde pequeños, instruye, enseña a sus hijos las bondades de la vida y como vivirla, a veces las oímos y ponemos en práctica correctamente, otras veces nos equivocamos, y algunas otras nos resistimos a aceptarlas, pero lo más importante es al final, el valor que les demos, si es de acuerdo a como el Padre nos los dijo, entonces estaremos mostrando que verdaderamente le creemos desde nuestro corazón, con profundo amor y estaremos en camino hacia el Señor y a la vida Eterna.

‍Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?
Cada uno pone sus intenciones.
-Amén-

 Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?

 
“Serán enseñados por Dios”
(Repetimos)
“Serán enseñados por Dios”
“Serán enseñados por Dios”


Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?

 Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?

1. A seguir tomando las instrucciones que nos ha dejado Dios en la Biblia, en su Palabra, en la Sagrada Escritura, oír lo que me dicen, entender su enseñanza y ponerlas en práctica.
2. Que mis palabras, que mis oraciones, que mis acciones y actitudes verdaderamente muestren que vienen desde las instrucciones de Dios.
3. Creer en Jesucristo desde nuestro corazón por amor.

 Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?

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miércoles, 21 de abril de 2021

“Ésta es la voluntad del Padre: que todo el que ha visto y cree en el Hijo tenga vida eterna»

¡Amor y paz!

Los invito a leer y meditar el Evangelio, a la manera de la lectio divina, en este miércoles de la 3a semana de Pascua.

Dios nos bendice…

Evangelio del día – Lectio Divina Juan 6, 35-40


Miércoles III Semana de Pascua


“Yo, en el último día, los resucitaré“

 Invocamos al Espíritu Santo
Espíritu Santo ven a estos momentos cuando nos disponemos de corazón y mente para escuchar el mensaje de Dios y ponerlo en acción en nuestra vida.
-Amén-


 Evangelio según Juan 6, 35-40


35 Jesús les respondió: “Yo soy el pan de vida. Quien venga a mí nunca tendrá hambre, y quien crea en mí nunca tendrá sed. 36 Pero ya les he dicho que ustedes no creen, aunque me han visto. 37 Todo lo que el Padre me da vendrá a mí; y de ninguna manera tiraré afuera a los que vienen a mí. 38 Porque yo he bajado del cielo para hacer la voluntad del que me envió y no para hacer la mía. 39 Y la voluntad del que me envió es esta: que ninguno de los que el Padre me ha dado se perderá, sino que los resucitaré en el día final. 40 La voluntad del que me ha enviado es que todos los que han visto al Hijo y creen en Él tengan vida eterna; y yo, en el último día, los resucitaré”.

Palabra del Señor

 Lectura, ¿Qué dice el texto?

La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo resucite en el último día.
Esta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en él, tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día”.

‍Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?

 Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?

Voluntad, Padre, Hijo, Creer, Vida Eterna; estas son las palabras clave que encontramos en el texto. ¿Qué es la voluntad?, ¿Porque la voluntad del Padre y del Hijo?, ¿Porque saben que es necesario, porque conocen el camino, porque sólo así podré ser feliz, porque sólo así alcanzare la Vida Eterna, porque me aman y desean lo mejor para mí?; ¿Qué debo creer?, ¿Creerles es bueno?, ¿Cuál ha sido mi experiencia, puedo recordar algo que me haga decir, por esto les creo?, ¿Me estoy preparando para alcanzar la vida eterna?, ¿Cómo?

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?

 Oración, ¿Qué le decimos a Dios?

El Credo de los apóstoles

Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y en Jesucristo su único Hijo, Señor nuestro, que fue concebido del Espíritu Santo, nació de la virgen María; padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; al tercer día resucito de entre los muertos; subió al cielo y está sentado a la diestra de Dios padre Todopoderoso; y desde allí vendrá al fin del mundo a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Universal, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo y la vida perdurable.
Creo en tu inmenso amor, tu mensaje que llena mi vida de alegría, da luz a mi caminar y sé que me llevará a la vida Eterna.

‍Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?
Cada uno pone sus intenciones.
-Amén-

 Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?

 
“ Yo, en el último día, los resucitaré”
(Repetimos)
“Yo, en el último día, los resucitaré”
“Yo, en el último día, los resucitaré“


Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?

 Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?

1. Dar mi mejor voluntad y esfuerzo para seguir lo que el Padre y el Hijo me piden constantemente.
2. Creer, porque hemos visto que su mensaje es de amor y bondad, que nos lleva por el buen camino en esta vida a su Reino

 Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?
 

Cristonautas.com

martes, 20 de abril de 2021

No fue Moisés, sino mi Padre el que da el verdadero pan del cielo

¡Amor y paz!

Los invito a leer y meditar el Evangelio, a la manera de la lectio divina, en este martes de la 3a semana de Pascua.

Dios nos bendice…

Evangelio del día – Lectio Divina Juan 6, 30-35

Martes III Semana de Pascua


“Yo soy el pan de Vida”

 Invocamos al Espíritu Santo
Espíritu Santo llena de alegría y paz mi corazón y da sabiduría a mi mente para poder entender la Palabra de Dios.
-Amén-


 Evangelio según San Juan 6, 30-35

30 Le dijeron: “¿Qué señal harás para que te veamos y creamos en ti? ¿Qué puedes hacer? 31 Nuestros antepasados comieron maná en el desierto, como ha sido escrito: “Del cielo les dio pan para que comieran” (Isa 54:13).
32 Jesús les dijo: “Ciertamente les digo que no fue Moisés quien les ha dado el pan del cielo, porque el que da el pan verdadero del cielo es mi Padre. 33 Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo”.
34 Ellos le preguntaron: “¡Señor, danos siempre des ese pan!”
35 Jesús les respondió: “Yo soy el pan de vida. Quien venga a mí nunca tendrá hambre, y quien crea en mí nunca tendrá sed.

Palabra del Señor

Lectura, ¿Qué dice el texto?

Ellos le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan”.
Jesús les respondió: “Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.

‍Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?

Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?

Yo soy el pan de Vida … Y hemos escuchado la expresión “Es el pan de cada día”, es decir el alimento de cada día, pero no sólo físico, sino espiritual, que se nutre de las buenas acciones y actitudes, que son como las proteínas; y el Señor sabe que está vida que tenemos es temporal y después viene la vida eterna, pero es importante desde ahora ir dando, preparando, para en su momento llegar bien nutridos para dar el siguiente paso. ¿Cuál es el pan de cada día en mi vida que nutre mi alma, mi corazón, mi espíritu?, ¿Entiendo que el Señor cuando se refiere a “Yo soy el pan de Vida” se refiere a tomarlo como ejemplo, creer en lo que nos dice, nos pide, escucharlo, seguirlo, por qué él desea prepararnos para dar el paso a la vida eterna?

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?

Oración, ¿Qué le decimos a Dios?

Yo quiero ir a ti, seguirte, tomarte como el pan de mi Vida, mi Señor sé que tú deseas que llegue alcanzar la vida eterna, donde podré gozar de las bondades de tu Reino y de la eternidad, este alimento que tú me ofreces es el que verdaderamente nutre mi corazón, mi alma, espíritu y me prepara para llegar a dar ese paso hacia ti, contigo. Ayúdame a estar más atento cada día y tomar ese pan que me ofreces en cada buena acción y actitud que doy por seguirte.

‍Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?
Cada uno pone sus intenciones.
-Amén-

Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?

“Yo soy el pan de Vida”
(Repetimos)
“Yo soy el pan de Vida”
“Yo soy el pan de Vida”

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?

 Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?

1. Entender el mundo material y el mundo espiritual, y dar a cada uno el pan que le corresponde.
2. Escuchar el mensaje, la Palabra de Dios y vivirla lo más fiel posible, este es el pan de Vida que el nos ofrece
3. Creer en el Señor y seguirlo sin ninguna duda para alcanzar la vida eterna

 Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?

cristonautas.com

lunes, 19 de abril de 2021

«No trabajen para obtener la comida que se termina, sino ... la que dura para la vida eterna»

¡Amor y paz!

Los invito a leer y meditar el Evangelio, a la manera de la lectio divina, en este lunes de la 3a semana de Pascua.

Dios nos bendice…

Evangelio del día – Lectio Divina Juan 6, 22-29
Lunes III Semana de Pascua

Invocamos al Espíritu Santo
Espíritu Santo ven a estos momentos donde nos disponemos de corazón y mente para escuchar el mensaje de Dios y ponerlo en acción en nuestra vida.-Amén-
 

Evangelio según Juan 6, 22-29

22 Al día siguiente, la multitud que estaba en el otro lado del lago vio que solo había llegado una barca allí y que Jesús no se había embarcado con los discípulos, ya que se habían ido solos. 23 Mientras tanto, otras barcas habían llegado desde la ciudad de Tiberíades y se detuvieron cerca del lugar donde la multitud había comido el pan después de que el Señor Jesús había dado gracias. 24 Entonces, cuando la multitud vio que Jesús y sus discípulos no estaban allí, se subieron a las barcas y salieron a Capernaúm para buscarlo.
25 Posteriormente, la multitud encontró a Jesús en el otro lado del lago, y le preguntaron: “Rabí, ¿cuándo llegaste aquí?”
26 Jesús les respondió: “Ciertamente les digo que me buscan porque comieron de los panes y quedaron satisfechos y no porque han visto las señales. 27 No trabajen para obtener la comida que se termina, sino para obtener la comida que dura para la vida eterna que el Hijo del Hombre les dará, porque Él es quien Dios el Padre ha marcado con su sello de aprobación”.
28 Ellos, entonces, le preguntaron: “¿Qué debemos hacer para poner en práctica lo que Dios quiere?”
29 Respondió Jesús: “¡Dios quiere que crean en el que Él envió!”

Palabra del Señor

 Lectura, ¿Qué dice el texto?

Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello”.
Ellos le preguntaron: “¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?”.
Jesús les respondió: “La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado”.

‍Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?

 Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?

Seguramente alguna vez le hemos preguntado a un persona ya muy adulta, madura, consiente y sabia ¿Qué es lo más importante en la vida? Y encontramos respuestas donde nos dicen que lo más importante es la vida, estar cerca de los seres queridos, dar sin esperar nada y cosas donde su sabiduría y la vida les ha dejado saber cuál es el trabajo y alimento perecedero, es decir el “Mensaje del Señor, su Palabra y más concretamente hacer buenas acciones y tener buenas actitudes. Si hoy me preguntaran ¿Cuál es el trabajo y alimento por el cual verdaderamente yo debo vivir?, ¿Cuál sería mi respuesta?, es cierto que debemos trabajar para obtener bienes materiales y poder subsistir en este mundo, pero, cuando lo pongo en la balanza de lo verdaderamente importante, al final de mis días, cuando deje de vivir en este mundo, en el camino al cielo, al Reino de Dios ¿Qué es lo que verdaderamente va a tener valor?

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?

Oración, ¿Qué le decimos a Dios?

En este mundo a menudo estamos angustiados por el trabajo, los bienes materiales, los problemas, en como obtener esto, lo otro, como me veo, quiero lo mejor, es decir nos envuelve el mundo material, esta mundanidad, nos perdemos y no damos el verdadero valor a la vida. Mi verdadero alimento y trabajo es sentir que estoy haciendo lo necesario en acciones y actitudes, lo justo, lo humilde, que verdaderamente me deja satisfecho en el corazón, en el alma, en mi espíritu, por eso creo en tu mensaje, en tu Palabra, en ti mi Señor.

‍Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?
Cada uno pone sus intenciones.
-Amén-

 Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?


“Obtener la comida que dura”
(Repetimos)
“Obtener la comida que dura”
“Obtener la comida que dura“


Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?

 Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?

1. Entender el mundo material y el mundo espiritual, y dar a cada uno lo que corresponde.
2. Escuchar el mensaje, la Palabra de Dios y vivirla lo más fiel posible.
3. Creer en el Señor y seguirlo sin ninguna duda.

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?

cristonautas.com

domingo, 18 de abril de 2021

«¿Por qué están asustados? ¿Por qué hay tantas dudas en su corazón?»

¡Amor y paz!

Los invito a leer y meditar el Evangelio, a la manera de la lectio divina, en este Domingo 3o de Pascua.

Dios nos bendice…

Lectio Divina Dominical III de Pascua Ciclo B

«¿Por qué están asustados? ¿Por qué hay tantas dudas en su corazón?»
 

Hno. Ricardo Grzona, frp

PRIMERA LECTURA: Hechos 3,13-15.17-19
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 4, 2.4.7.9.
SEGUNDA LECTURA: 1 Juan 2,1-5a
 

Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
 Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.
 Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.

Amén

 
TEXTO BÍBLICO: Lucas 24, 35-48



35 Entonces los dos contaron lo que había sucedido en el camino y cómo reconocieron al Señor cuando partió el pan.
36 Mientras decían esto, Jesús apareció de repente entre ellos y dijo: “¡La paz esté con ustedes!”
37 Tenían miedo y estaban asombrados, y pensaban que estaban viendo a un fantasma. 38 Pero Él dijo: ¿Por qué están asustados? ¿Por qué hay tantas dudas en su corazón? 39 Miren mis manos y pies y vean que soy yo mismo. Tóquenme y vean, porque un fantasma no tiene carne ni huesos, como pueden ver que yo tengo”.
40 Jesús, diciendo esto, mostró sus manos y pies, 41 pero todavía ellos no lo creían, porque estaban muy contentos y maravillados. Luego les preguntó: “¿Tienen algo de comer aquí?”
42 Le dieron un trozo de pescado asado, 43 que tomó y comió delante de ellos. 44 Entonces Él dijo: “Estas son las palabras que les hablé mientras aún estaba con ustedes, que era necesario que se cumplieran todas estas cosas que han sido escritas sobre mí en la Ley de Moisés, en los libros de los Profetas y en los Salmos”.
45 Entonces Jesús abrió sus mentes para que entendieran las Escrituras 46 y les dijo:
“Lo que está escrito es que era necesario que el Mesías muriera y resucitara de entre los muertos al tercer día; 47 y que, en su nombre, se predicara el arrepentimiento y el perdón de los pecados en todas las naciones, comenzando en Jerusalén. 48 Ustedes son testigos de estas cosas.
 

(Traducción del Nuevo Evangelizador)


1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto?


Estudio Bíblico.
Este domingo, el tercero de Pascua, oramos con el texto del Evangelista San Lucas.  Recordemos en primer lugar que Lucas era un médico griego, que convertido por la predicación de San Pablo, se entusiasma tanto, que va hasta las fuentes mismas, es decir a Jerusalén a encontrarse con los discípulos y también a dejar por escrito todas estas cosas. Él mismo dice en su propia introducción que dedica a un tal “Teófilo” (que en griego significa el que ama a Dios), que lo ha investigado todo cuidadosamente. Por lo que tenemos que tener en cuenta que este relato ha sido escrito escuchando a los verdaderos protagonistas de esta historia, que son los mismos Apóstoles de Jesús. De allí, que detalla con tanto esmero todo lo que escribe.


Este texto es el inmediatamente posterior al conocidísimo texto de los Discípulos de Emaús, que cuando Jesús se pone en medio de ellos y les explica las Escrituras, les ardía el corazón y luego al llegar a una posada, lo reconocen al partir el Pan. Este texto es cuando ellos reconociendo a Jesús que ha resucitado, parten inmediatamente al encuentro con los Apóstoles y aquí comienza el texto que leemos hoy.
Cuando ellos cuentan todo a los Apóstoles se les aparece Jesús. Es la misma narración del domingo pasado que cuenta San Juan, pero con otros matices. También son las mismas palabras con Jesús se presenta: “la paz esté con ustedes” .Aquí el principio es que ellos se asustaron mucho al ver al Resucitado, por más que los discípulos de Emaús les contaron todo, ellos todavía pensaron en un fantasma. Por eso Jesús les preguntas afectuosamente ¿Por qué están tan asustados y por qué esas dudas? Jesús les demuestra claramente que es Él mismo que ha resucitado.
 

La siguiente parte de este relato se trata de recordarles a los Apóstoles que en Jesús se cumplían todas las Sagradas Escrituras sobre el Mesías. Él dice: En Moisés (o sea la Ley), en los Profetas y en los Salmos. Pero hay un añadido muy importante: “Les abrió la inteligencia para que comprendieran las Escrituras”. En el pasaje anterior que veníamos citando, los dos discípulos de Emaús, cuando reconocieron a Jesús, se dijeron el uno al otro “acaso no ardía nuestro corazón cuando nos explicaba las Escrituras…” Y fue en ese momento que decidieron volver a Jerusalén del cual estaban huyendo.  Ahora es Jesús quien les abre con su poder divino la inteligencia para comprender todas las Escrituras.
Jesús es la síntesis de todo el Antiguo Testamento. Por eso Él mismo recuerda que se debían cumplir las Escrituras en que debía padecer y resucitar, para que en su nombre se predicara la penitencia y el perdón de los pecados a todas las naciones. Es así que les recuerda que ellos son testigos de todo esto. Los Apóstoles y los primeros discípulos de Jesús.

Reconstruimos el texto:
1. ¿Cómo comienza este relato?
2. ¿Quiénes fueron a encontrarse con los Apóstoles?
3. ¿Qué les dijeron de lo que les había sucedido?
4. ¿Qué les dijo Jesús cuando se les presentó?
5. ¿Qué sintieron ellos cuando apareció Jesús?
6. ¿Qué les dijo Jesús entonces?
7. ¿Qué pasó cuando Jesús les mostró sus manos y sus pies? ¿Qué sintieron al reconocerlo?
8. ¿Cuál la relación entre Jesús y el Antiguo Testamento?
9. ¿Qué es lo que desde ahora se predicará en nombre de Jesús?
10. ¿Qué significa que ellos son testigos?
 

2.- MEDITACIÓN: ¿Qué me o nos dice Dios en el texto?

Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:

1. Al igual que los discípulos de Emaús ¿yo también me dispongo a contar mis experiencias con Jesús para animar a otros?
2. Jesús dice ¿Por qué se asustan tanto? ¿Porqué tienen tantas dudas? Será que a mí me puede pasar lo mismo de tener miedo y muchas dudas? ¿Cómo podría superarlas?
3. ¿Cómo manifiesto mi alegría en permanecer unido con el Señor resucitado?
4. Mi relación con la Biblia como Palabra de Dios, entendiendo que Jesús es el centro ¿la vivo con frecuencia? ¿La lectura de la Biblia me lleva a Jesús el Señor a través de la oración?
5. ¿Cómo practico esto de ser testigo y misionero de Jesús Resucitado?

3.- ORACIÓN: ¿Qué le digo o decimos a Dios?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor.
Vamos a tomar el texto de la segunda Lectura de la Primera Carta de Juan, para hacerla nuestra oración.
2,1: Hijos míos, les escribo esto para que no pequen. Pero si alguien peca, tenemos un abogado ante el Padre, Jesucristo el Justo. 2,2: Él se ofreció en sacrificio para que nuestros pecados sean perdonados y no sólo los nuestros, sino los de todo el mundo.
  2,3: La señal de que lo conocemos es que cumplimos sus mandamientos.
  2,4: Quien dice que lo conoce y no cumple sus mandamientos miente y no es sincero.2,5: Pero quien cumple su palabra, ése ama perfectamente a Dios.
Hacemos un momento de silencio y reflexión para responder al Señor.
Añadimos nuestras intenciones de oración.
Amén.

4.- CONTEMPLACIÓN: ¿Como interiorizo o interiorizamos la Palabra de Dios?

Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.
«¿Por qué están asustados? ¿Por qué hay tantas dudas en su corazón?»
(Versículos 38-39)
Y así, vamos pidiéndole al Señor ser testigos de la resurrección para que otros crean.

5.- ACCION: ¿A qué me o nos comprometemos con Dios?

Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.
En lo personal, vuelvo a leer detenidamente las lecturas. Debo internalizar debidamente la Palabra de Jesús Resucitado. Debo llegar al fondo de la propuesta de Jesús. Voy a demostrar que no tengo miedo a decir que soy cristiano. Buscaré una persona concreta que tenga algunas dudas de fe y voy a acompañarla y a orar junto a esta persona, para insistir en la importancia de creer y de vivir con Cristo.
Con tu grupo, vamos a realizar una acción comunitaria que manifieste que sí somos testigos y misioneros de Jesús. Es el tiempo pascual de la alegría, donde vamos a compartir alegría cristiana con personas que por diferentes motivos no alcanzan a tener alegría. Iremos a un asilo de ancianos o de huérfanos, un hospital o con los que están privados de libertad. Acompañarlos y vivir con alegría para compartir con ellos la fe pascual.

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sábado, 17 de abril de 2021

«Soy Yo. ¡No tengan miedo»

¡Amor y paz!

Los invito a leer y meditar el Evangelio, a la manera de la lectio divina, en este sábado de la 2a. semana de Pascua.

Dios nos bendice…

Evangelio del día – Lectio Divina Juan 6, 16-21


Sábado II Semana de Pascua
 

“Soy yo. ¡No tengan miedo!”
 

Invocamos al Espíritu Santo

Espíritu Santo, ven a estos momentos cuando nos disponemos de corazón y mente para escuchar el mensaje de Dios y ponerlo en acción en nuestra vida.
Amén

 Evangelio según Juan 6, 16-21

16 Cuando estaba anocheciendo, los discípulos de Jesús bajaron al lago; 17 se subieron a una barca y comenzaron a cruzar el lago hacia la ciudad de Capernaúm. Cuando ya estaba oscuro, Jesús todavía no había venido a su encuentro. 18 De repente, un fuerte viento comenzó a soplar y a agitar las olas. 19 Los discípulos, que ya habían remado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús caminando sobre el agua y acercándose a la barca.; y en ese momento tuvieron mucho miedo.
20 Pero Jesús les dijo: “Soy Yo. ¡No tengan miedo!” 21 Luego lo recibieron con placer en la barca y de inmediato llegaron al lugar donde iban.

Palabra del Señor

 Lectura, ¿Qué dice el texto?

El mar estaba agitado, porque soplaba un fuerte viento.
Cuando habían remado unos cinco kilómetros, vieron a Jesús acercarse a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo.
El les dijo: “Soy yo, no teman”.

‍Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?

 Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?

El mar al igual que nuestra vida se agitan mucho, por eventos o situaciones pequeñas o grandes que nos provocan mucha inestabilidad y sobre todo mucho miedo; el Señor siempre busca acercarse a nosotros a nuestra vida, a través de alguien o algo para ayudarnos, a calmar nuestro miedo y aún así, no estamos seguros o no abrimos nuestra confianza, nuestro corazón para recibirlo y encontrar la calma, la estabilidad que necesitamos. Ante los eventos o situaciones pequeñas o grandes que acontecen en mi vida ¿Entiendo que ya sean deseables o no deseables están para ayudarme a entender o mejorar algo?, ¿Cómo es mi actitud ante el Señor?, ¿Me encierro en mis miedos o abro mi confianza, mi corazón para que el Señor me ayude a encontrar la paz, la calma, la estabilidad que necesito?, ¿Entiendo que muchas veces el Señor envía personas que me ayudan en su nombre?

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?

 Oración, ¿Qué le decimos a Dios?

Muchas cosas deseables y no deseables, he vivido y viviré; aquellas que son buenas las recibo con mucha alegría e inmediatamente te agradezco mi Señor, pero aquellas que no son buenas, me provocan miedo, sufrimiento, inestabilidad, me quitan la paz y lo primero que hago es encerrarme en mi mismo y no aceptar nada, ni a nadie, tú me entiendes Señor porque así es mi humanidad, tú nos conoces y sabes que es un camino que hay que recorrer, pero ayúdame a entender y aceptar que entre más rápido acepte tu ayuda, más pronto abriré mi confianza, mi corazón, encontraré la paz, la estabilidad y sobre todo tu amor y a ti.

‍Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?
Cada uno pone sus intenciones.
Amén.

 Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?

 
“Soy yo, no tengan miedo”
(Repetimos)
“Soy yo, no tengan miedo”
“Soy yo, no tengan miedo”


Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?

 Acción, ¿A que me comprometo con Dios?

1. Debemos estar más conscientes que en la vida tendremos cosas deseables y no deseables, es decir buenas y malas.
2. Aquellas cosas que son deseables y buenas, siempre agradecer al Señor por ellas.
3. Aquellas cosas que no son deseables y malas, no encerrarnos e inmediatamente recibir o buscar la ayuda que el Señor a través de alguien nos pueda proveer para encontrar la paz y estabilidad

4. ‍Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?


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viernes, 16 de abril de 2021

«Jesús tomó los panes, y habiendo dado gracias a Dios, los repartió»

¡Amor y paz!

Los invito a leer y meditar el Evangelio, a la manera de la litio divina, en este viernes de la 2a. semana de Pascua.

Dios nos bendice…

Evangelio del día – Lectio Divina Juan 6, 1-15


Viernes II Semana de Pascua

 
“Habiendo dado gracias a Dios, los repartió”
Invocamos al Espíritu Santo
Espíritu Santo ven a estos momentos cuando nos disponemos de corazón y mente para escuchar el mensaje de Dios y ponerlo en acción en nuestra vida.
-Amén-

 Evangelio según Juan 6, 1-15

 
1 Después de esto, Jesús cruzó el lago de Galilea, que también se llama Tiberíades, 2 y una gran multitud lo seguía porque habían visto los milagros que Jesús había hecho, sanando a los enfermos. 3 Jesús subió a una colina y se sentó allí con sus discípulos. 4 La Pascua, la fiesta principal de los judíos, estaba cerca.
5 Jesús alzando los ojos, vio que una gran multitud se acercaba a Él. Entonces le dijo a Felipe: “¿Dónde vamos a comprar comida para todas estas personas?” 6 Pero Jesús sabía muy bien lo que iba a hacer, pero dijo esto para poner a prueba a Felipe.
7 Felipe le respondió así: “Ni si quiera con el salario de seis meses y medio bastaría para que cada persona reciba un poco de pan”.
8 Entonces uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, dijo: 9 “Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos peces pequeños. Pero, ¿qué será esto para tanta gente?
10 Jesús dijo: “Hagan que todos se sienten en el suelo”, ya que había mucha hierba en ese lugar; entonces todos se sentaron, eran como cinco mil hombres. 11 Seguidamente, Jesús tomó los panes, y habiendo dado gracias a Dios, los repartió entre los que estaban recostados; de la misma manera repartió los peces, y todos comieron a gusto. 12 Cuando estuvieron satisfechos, les dijo a los discípulos: “Recojan los pedazos sobrantes para que no se pierda nada”.
13 Recogieron los pedazos y llenaron doce canastas con lo que quedaba de los cinco panes de cebada. 14 Las personas, cuando vieron la señal que Jesús había hecho, dijeron: “Verdaderamente, ¡Él es el Profeta que debía venir al mundo!”
15 Jesús, entonces, se dio cuenta que querían tomarlo por la fuerza para hacerlo rey, así que regresó Él solo a la montaña.


Palabra del Señor

 Lectura, ¿Qué dice el texto?

Él decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer.
 
Jesús le respondió: “Háganlos sentar”. Había mucho pasto en ese lugar. Todos se sentaron y eran unos cinco mil hombres.
Jesús tomó los panes, dio gracias y los distribuyó a los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que quisieron.
Cuando todos quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: “Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada”.
 
Al ver el signo que Jesús acababa de hacer, la gente decía: “Este es, verdaderamente, el Profeta que debe venir al mundo”.

‍Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?

Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?


Primeramente Jesús, quiere ver que tanto llevan en su mente y en su corazón, lo que él les ha dado y enseñado, es decir, probar su fe, ¿Realmente tengo o llevó al Señor en mi corazón y en mi mente?, ¿Le creo, le tengo fe?. Después él habla, la gente lo escucha y le obedece, después busca al Padre para dar gracias y le provea para satisfacer esta necesidad primaria de la vida; ante mis necesidades ¿Sigo el ejemplo de Jesucristo?, ¿Escucho, obedezco, doy gracias y pido por mis necesidades, por las de mis hermanos?, el Señor siempre nos está bendiciendo y dándonos milagros pequeños o grandes ¿Reconozco las bendiciones y milagros que me da el Señor?, ¿Lo reconozco como el único en mi vida quien me puede dar lo que realmente necesito?

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?

 Oración, ¿Qué le decimos a Dios?


Señor en mi corazón y en mi mente siempre estás, te doy gracias porque me bendices y das milagros en muchos momentos, quiero seguir tu ejemplo, escucharte más, obedecerte y dejar que obres sobre mí, en mis necesidades; sé que eres el único que siempre está listo para ayudarme y proveerme; perdóname por aquellas veces cuando pruebo mi fe y no es tan fuerte como yo quisiera, sobre todo en los momentos más difíciles, es mi humanidad y te pido que en esos momentos estés más presente, mi Señor.

‍Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?
Cada uno pone sus intenciones.
Amén.

 Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
“Dio gracias y los repartió”
(Repetimos)
“Dio gracias y los repartió”
“Dio gracias y los repartió”


Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?

 Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?

1. Tomemos unos minutos y con mucha conciencia y amor volvamos a colocar al Señor en nuestro corazón, en nuestra mente.
2. Preguntemos a alguien que necesidad tiene y si está en nuestras manos, ayudemos o sino pidamos en oración al Señor.
3. Demos gracias al Señor por todo cuanto nos ha dado en bendiciones, en milagros.

‍Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?


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jueves, 15 de abril de 2021

«El que cree en el Hijo tiene vida eterna»

¡Amor y paz!

Los invito a leer y meditar el Evangelio, a la manera de la litio divina, en este jueves de la 2a. semana de Pascua.

Dios nos bendice…


Jueves II Semana de Pascua

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna”

Invocamos al Espíritu Santo
Espíritu Santo, llena de alegría y paz mi corazón y da sabiduría a mi mente para poder entender la Palabra de Dios.
-Amén-


 Evangelio según Juan 3, 31-36

31 “El que viene de arriba es el más importante de todos, y el que viene de la tierra es de la tierra y habla de cosas terrenales. Quien viene del cielo es el más importante de todos. 32 Él habla de lo que vio y oyó, pero nadie acepta su testimonio. 33 Cualquiera que acepte su testimonio prueba que lo que Dios dice es verdad. 34 El que Dios envió dice las palabras de Dios porque Dios da del Espíritu con abundancia. 35 El Padre ama al Hijo y ha puesto todas las cosas en su mano. 36 Por tanto, el que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero quien desobedezca al Hijo no tendrá vida, sino que la ira de Dios permanecerá sobre esa persona”.


Palabra del Señor

Lectura, ¿Qué dice el texto?


El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de la tierra.
El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos.
El que cree en el Hijo tiene Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.

‍Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?

Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?

El que viene de lo alto está por encima de todos, es decir la verdad, la justicia, la luz y todo lo bueno que hay; y El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de la tierra, es decir la mundanidad, aquí está todo lo que somos con nuestras faltas y bondades, la lucha constante por querer seguir el camino de la verdad y la luz, ¿Cuáles son las acciones y actitudes que muestran mis bondades y junto con ello los dones que de lo alto me han dado?, ¿Cuáles son las acciones y actitudes que muestran mis faltas, mi mundanidad y con las cuales a diario estoy en la gran batalla por vencerlas?; ¿Porque el Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos?, ¿Por su humildad, sacrificio, misericordia, bondad?, ¿Porque?; ¿Porque el que cree en el Hijo tiene Vida eterna?, ¿Porque nos ha revelado la verdad de la Palabra, sus mensajes son verdadera acción, nos ha dado esperanza, nos ha enseñado a amar, ilumina nuestro diario vivir?, ¿Porque?, ¿Cuál es mi relación con el Padre y el Hijo?

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?

 Oración, ¿Qué le decimos a Dios?

Nos amas tanto y conoces cada parte de nuestro cuerpo, nuestro corazón, nuestra mente, cada paso que damos, que aún siendo de la tierra, de la mundanidad, nos ofreces la vida eterna, solo basta con escuchar tu mensaje, esforzarnos y dar nuestra mejor voluntad para cumplir lo que tú nos pides, con buenas acciones y actitudes, creo en ti Señor Jesucristo por qué tu amor me llena el corazón, el alma y mi espíritu, ayúdame a cada día estar más cerca de ti.

‍Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?
Cada uno pone sus intenciones.
-Amén-

 Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?

 
“El que cree en el Hijo tiene Vida eterna”
(Repetimos)
“El que cree en el Hijo tiene Vida eterna”
“El que cree en el Hijo tiene Vida eterna”

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?

 Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?


1. Reflexionar e identificar cuáles son mis bondades y mis faltas
2. Comprender que para alcanzar la vida eterna debemos amar al Hijo, seguir su mensaje mostrándolo a través de nuestras buenas acciones y actitudes

‍Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?
 

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