¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios, en este lunes de la 22ª semana del Tiempo Ordinario, ciclo B.
Dios nos bendice...
PRIMERA LECTURA
Tesalonicenses 4,13-18:
Hermanos,
no queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como
los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado,
del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él. Esto es lo que os decimos como palabra del Señor: Nosotros, los
que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los
difuntos. Pues él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel
y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo
resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos
arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así
estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.
SALMO
Salmo 95:
Cantad al Señor un cántico nuevo,
/ cantad al Señor, toda la tierra.
/ Contad a los pueblos su gloria,
/ sus maravillas a todas las naciones.R.
Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,
/ más temible que todos los dioses.
/ Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
/ mientras que el Señor ha hecho el cielo. R.
Alégrese el cielo, goce la tierra,
/ retumbe el mar y cuanto lo llena;
/ vitoreen los campos y cuanto hay en ellos. R.
Aclamen los árboles del bosque,
/ delante del Señor, que ya llega,
/ ya llega a regir la tierra:
/ regirá el orbe con justicia
/ y los pueblos con fidelidad. R.
EVANGELIO
Lucas 4,16-30:
En aquel tiempo, fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la
sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la
lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desarrollándolo, encontró
el pasaje donde
estaba escrito: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha
ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a
los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista; para dar libertad a los
oprimidos, para anunciar el
año de gracia del Señor." Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le
ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a
decirles: "Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír." Y todos le
expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de
sus labios. Y decían: "¿No es éste
el hijo de José?" Y Jesús les dijo: "Sin duda me recitaréis aquel
refrán: "Médico, cúrate a ti mismo"; haz también aquí en tu tierra lo
que hemos oído que has hecho en Cafarnaún." Y añadió: "Os aseguro que
ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había
muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y
seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de
ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de
Sidón. Y muchos leprosos
había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos
fue curado, más que Naamán, el sirio". Al oír esto, todos en la sinagoga
se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco
del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús
se abrió paso entre ellos y se alejaba.
HOMILÍA
Temas de las lecturas: A los que han muerto, Dios, por medio Jesús, los llevará con Él * El Señor llega a regir la tierra. * Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres... Ningún profeta es bien mirado en su tierra
1. ¿Qué será de los que ya murieron?
1.1 Hemos comentado en otras ocasiones que la Primera Carta a los
Tesalonicenses es con muy alta probabilidad el primer documento escrito del
Nuevo Testamento. Y vemos en la primera lectura de hoy que uno de los temas que
ocupan a estos cristianos de las primeras horas es el destino de los difuntos.
1.2
¿Por qué esa cuestión parece tan importante para ellos? La pregunta puede revertirse
y hacer que apunte hacia nosotros: ¿en nombre de qué o de quién hemos convertido
la religión en un asunto fundamentalmente para esta vida? ¿No será que hemos
llegado a pensar que el cristianismo es una manera de pasar por esta tierra, o
una manera de hacer vivible el mundo, o una manera decente de no dañar a los
otros mientras uno busca lo que le gusta?
1.3
Lo cierto es que aquellos cristianos necesitaban una luz sobre su destino
final, y sobre el destino final de los que ya se han ido. Y lo esencial de
cuanto leemos hoy es: Pablo anuncia que la victoria de Cristo sobre la muerte
significa también la
victoria de los cristianos sobre la muerte. Aunque los ribetes específicos de
su enseñanza quedan un poco velados por el uso generoso de metáforas, una cosa
es clara, ante todo: allí donde la fe ha encontrado a Cristo no hay lugar para
el temor.
2.
¿A qué vino?
2.1 Es reconfortante y gratísimo escuchar a Nuestro Señor en el evangelio del día de hoy. Oír que hay alguien, por lo menos alguien, que sabe para qué está en el mundo y a qué ha venido a este planeta.
2.2 Y en verdad es grande la misión del profeta de Nazareth: "llevar a los pobres la buena nueva... anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos... dar libertar a los oprimidos... proclamar el año de gracia del Señor". Palabras capaces de despertar viva gratitud y encendida admiración pero también incredulidad, envidia, incomodidad, desprecio o incluso odio.
2.3 Y esas dos facetas, la del aplauso y la del rechazo, aparecen de manera consecutiva en el pasaje de hoy. Es posible que los hechos como tales no se hubieran dado cronológicamente tal como están descritos en el texto que nos ha llegado y que hace norma para nuestra fe. Lo importante es reconocer que Jesús despierta esas dos reacciones y que tal vez en nosotros mismos pueden darse esos dos modos de abordar el misterio de la misión del Señor.
2.4
Así aprendemos que el entusiasmo, aunque es impulso para el alma, no lo es todo.
Las multitudes, por ejemplo, suelen "padecer" el entusiasmo con la
misma irracionalidad con que se dejan
arrastrar al odio, la destrucción, la burla o la
crueldad. Hace bien recibir la energía de un momento cargado de emoción, pero
no podemos hacer de la emoción la única estrella o guía de nuestra fe.
Fray Nelson Medina O.D.