viernes, 28 de octubre de 2022

Eligió a doce de ellos y los nombró apóstoles

¡Amor y paz!

 

Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios, en este viernes de la 30ª semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.

 

 

Dios nos bendice...

 

PRIMERA LECTURA

 

Lectura de la carta a los cristianos de Efeso 2, 19-22

 

Hermanos: Ya no son extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos del pueblo de Dios y miembros de la familia de Dios. Están edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor.

Por él también ustedes se van integrando en la construcción, hasta llegar a ser morada de Dios, por el Espíritu.

 

Palabra de Dios

 

SALMO    

 

Sal  18,2-5

 

R: El mensaje del Señor llega a toda la tierra

 

Los cielos proclaman la gloria de Dios

y el firmamento anuncia la obra de sus manos.

Un día comunica su mensaje al otro día

y una noche se lo trasmite a la otra noche. R.

 

Sin que pronuncien una palabra,

sin que resuene su voz, a toda la tierra

llega su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo. R.

 

EVANGELIO                                                                      

 

Lectura del santo evangelio según San Lucas Lc 6, 12-19

 

Por aquellos días, Jesús se retiró a la montaña a orar y se pasó la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el hijo de Alfeo, Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

 

Palabra del Señor

 

PARA REFLEXIONAR

  • “Judas” es una palabra hebrea que significa «alabanzas sean dadas a Dios». “Tadeo” quiere decir «valiente para proclamar su fe». El Apóstol Judas Tadeo, «el hermano de Santiago», era probablemente el hermano de Santiago el Menor; se lo menciona así por la notoriedad de Santiago en la Iglesia primitiva: «¿No es éste -se preguntan maravillados los habitantes de Nazaret, ante la fama que acompaña a Jesús- el carpintero, el hermano de Santiago y de Judas?».
  • Se atribuye a San Judas una de las epístolas canónicas, que tiene muchos rasgos comunes con la segunda epístola de San Pedro. No está dirigida a ninguna persona ni iglesia particular y exhorta a los cristianos a «luchar valientemente por la fe” que ha sido dada a los santos y amonesta contra los falsos maestros invitando a conservar la pureza de la fe.
  • Entre los apóstoles, parece que Simón y Judas tenían un sobrenombre para distinguirlos de otros apóstoles del mismo nombre. Simón era “Celotes”, para distinguirlo de Simón Pedro. Judas era “Tadeo”, para distinguirlo de Judas Iscariote.
  • Según la tradición occidental, San Judas Tadeo se reunió en Mesopotamia con San Simón y ambos predicaron varios años en Persia y ahí fueron martirizados. Existe un presunto relato del martirio de los dos Apóstoles; pero el texto latino no es ciertamente anterior a la segunda mitad del siglo VI. Dicho documento se ha atribuido a un tal Abdías, de quien se dice que fue discípulo de Simón y Judas y consagrado por ellos primer obispo de Babilonia.
  • Según dice la antigua tradición, a San Simón lo mataron cortándolo por el medio, y a San Judas Tadeo le cortaron la cabeza con un hacha y por eso lo pintan con un hacha en la mano. La Iglesia de occidente los celebra juntos, en tanto que la Iglesia de oriente separa sus respectivas fiestas.
  • El evangelio de hoy, con ocasión de la festividad de los apóstoles Simón y Judas, nos narra la elección de los doce. Jesús escoge a la mayoría de quienes serán roca de nuestra fe cristiana, de entre gente común. El ser llamados o escogidos al servicio de Dios, no es para envanecerse, ni gloriarse, mucho menos para ejercer el poder como lo hacen los poderosos de la tierra. Los llama al servicio y en la comunidad para que el Reino de Dios, se haga presente en medio de los hombres desde la vida de los mismos hombres.
  • Este llamado aparece en el evangelio en el marco de un día entero en la vida de Jesús. La convivencia humana con el maestro y entre ellos será el lugar de formación de estos hombres. No realizan un curso ni siguen un manual; la experiencia del discipulado se hace viviendo. Para aprender lo que significa “amar” era necesario que experimentaran el amor llevado hasta el extremo; no era cuestión de aprender a dar una definición sobre el perdón sino realizar el ejercicio de perdonar, y hacerlo de corazón. El modelo era Jesús, pero cada uno tiene que hacerlo carne en su propia vida.
  • Jesús no los eligió en calidad de doce líderes de la nueva comunidad, sino para que proclamen con su comportamiento la alternativa de vida nueva y sociedad renovada que quiere proponer a Israel, primero, y, por extensión, a toda la humanidad.
  • Jesús se ha quedado entre nosotros y el camino del discipulado continúa abierto. Jesús sigue buscando y llamando hombres y mujeres que quieran ser testimonio del amor de Dios, desde una vida que sabe amar y lo demuestra; que aprende a perdonar y es signo de la humanidad reconciliada; y que no se avergüenza de contar a todos lo que Dios ha obrado y sigue obrando en la historia.

PARA DISCERNIR

  • ¿Me siento llamado a ser apóstol de Jesús?
  • ¿Mi camino en la fe, es un discipulado junto al Señor?
  • ¿Vivo con gozo la experiencia de anunciar a Jesús con mi vida?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Gracias por tu llamado Señor

ARZOBISPADO DE BUENOS AIRES

Vocaría de Pastoral