¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este lunes de la Octava de Pascua.
Dios nos
bendice, Aleluya, Aleluya
Lectio Divina: Mateo 28,8-15
Lectio
Lunes,
22 Abril , 2019
Tiempo
de Pascua
1) Oración inicial
Señor Dios, que por
medio del bautismo haces crecer a tu Iglesia, dándole siempre nuevos hijos,
concede a cuantos han renacido en la fuente bautismal vivir siempre de acuerdo
con la fe que profesaron. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del
Evangelio según Mateo 28,8-15
En aquel tiempo, las mujeres se marcharon a toda prisa
del sepulcro; impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo a los
discípulos. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo:
"Alegraos." Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron
los pies. Jesús les dijo: "No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos
que vayan a Galilea; allí me verán."
Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la
guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes todo lo
ocurrido. Ellos, reunidos con los ancianos, llegaron a un acuerdo y dieron a
los soldados una fuerte suma, encargándoles: "Decid que sus discípulos
fueron de noche y robaron el cuerpo mientras vosotros dormíais. Y si esto llega
a oídos del gobernador, nosotros nos lo ganaremos y os sacaremos de
apuros." Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones. Y
esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy.
3) Reflexión
• ¡Pascua! El
evangelio de hoy describe la experiencia de resurrección de las discípulas de
Jesús. Al comienzo de su evangelio, al presentar a Jesús, Mateo había dicho que
Jesús es el Emmanuel, Dios con nosotros (Mt 1,23). Ahora, al final, él comunica
y amplía la misma certeza de fe, pues proclama que Jesús resucitó (Mt 28,6) y
que estará siempre con nosotros, ¡hasta el final de los tiempos! (Mt 28,20). En
las contradicciones de la vida, esta verdad es muchas veces contestada. No
faltan las oposiciones. Los enemigos, los jefes de los judíos, se defienden
contra la Buena Nueva de la resurrección y mandan decir que el cuerpo fue
robado por los discípulos (Mt 28,11-13). Todo esto acontece hoy. Por un lado,
el esfuerzo de tanta buena gente para vivir y testimoniar la resurrección. Por
otro, tanta gente mala, que combate la resurrección y la vida.
• En el evangelio de
Mateo, la verdad de la resurrección de Jesús se cuenta a través de un lenguaje
simbólico, que revela el sentido escondido de los acontecimientos. Mateo habla
de un temblor de tierra, de relámpagos y ángeles que anuncian la victoria de
Jesús sobre la muerte (Mt 28,2-4). Es el lenguaje apocalíptico, ¡muy común en
aquella época, para anunciar que, finalmente, el mundo fue transformado por el
poder de Dios! Se realizó la esperanza de los pobres que reafirmaron su fe:
“¡El está vivo, en medio de nosotros!”
• Mateo 28,8: La
alegría de la Resurrección vence el miedo. En la madrugada del domingo, el
primer día de la semana, dos mujeres fueron al sepulcro, María Magdalena y
María de Santiago, llamada la otra María. De repente, la tierra tembló y un
ángel apareció como un relámpago. Los guardas que estaban vigilando el túmulo
se desmayaron. Las mujeres se quedaron con miedo, pero el ángel las reanimó,
anunciando la victoria de Jesús sobre la muerte y enviándolas a que reunieran a
los discípulos de Jesús en Galilea. Y en Galilea ellas podrán verle de nuevo.
Allí, donde todo empezó, acontecerá la gran revelación del Resucitado. La
alegría de la resurrección comienza a vencer el miedo. Se inicia el anuncio de
la vida y de la resurrección.
• Mateo 28,9-10: La
aparición de Jesús a las mujeres. Las mujeres salen corriendo. Se sienten
habitadas por una mezcla de miedo y de alegría. Sentimientos propios de quien
hace una profunda experiencia del Misterio de Dios. De repente, Jesús mismo va
a su encuentro y dice: “¡Alégrense!”. Ellas se postran y adoran. Es la postura
de quien cree y acoge la presencia de Dios, aunque sorprende y supera la
capacidad humana de comprensión. Ahora Jesús mismo da la orden de reunir a los
hermanos en Galilea: "No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a
Galilea; allí me verán.”
• Mateo 28,11-15: La
astucia de los enemigos de la Buena Nueva. La misma oposición que Jesús
encontró en vida, aparece ahora después de su resurrección. Los jefes de los
sacerdotes se reunieron y dieron dinero a los guardias. Tienen que apoyar la
mentira de que los discípulos robaron el cuerpo de Jesús y se inventan algo
sobre la resurrección. Los jefes rechazan y luchan contra la Buena Nueva de la
Resurrección. Prefieren creer que todo fue una invención de los discípulos y
discípulas de Jesús.
El significado del
testimonio de las mujeres. La presencia de las mujeres en la muerte, en el
entierro y en la resurrección de Jesús es significativa. Testimoniaron la
muerte de Jesús. (Mt 27,54-56). En el momento del entierro, se quedaron
sentadas ante el sepulcro y por tanto pudieron decir cuál era el lugar donde
fue colocado el cuerpo de Jesús (Mt 27,61). Ahora, el domingo de madrugada,
están de nuevo allí. Saben que aquel sepulcro vacío ¡es realmente el sepulcro
de Jesús! La profunda experiencia de la muerte y de la resurrección que
hicieron les transforma la vida. Ellas mismas resucitarán y se volverán
testigos cualificados en las comunidades cristianas. Por esto, reciben la orden
de anunciar: "¡Jesús está vivo!" ¡Resucitó!"
4) Para la reflexión personal
• ¿Cuál es la
experiencia de resurrección en mi vida? ¿Existe en mí alguna fuerza que trata
de combatir la experiencia de resurrección? ¿Cómo reacciono?
• ¿Cuál es hoy la
misión de nuestra comunidad como discípulos y discípulas de Jesús? ¿De dónde
podemos sacar fuerza y valor para cumplir nuestra misión?
5) Oración final
Bendeciré al Señor,
que me aconseja,
hasta de noche me
instruye internamente.
Tengo siempre presente
al Señor,
con él a mi derecha no
vacilaré. (Sal 15)
Orden
de los Carmelitas