¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, a la
manera de la lectio divina, en este jueves después de Ceniza. Ciclo A.
Dios nos bendice...
Lectio Divina: Lucas 9,22-25
Lectio
Jueves,
27 de febrero de 2020
Tiempo de Cuaresma
1)Oración
inicial
Señor, que tu gracia inspire, sostenga y acompañe
nuestras obras, para que nuestro trabajo comience en ti, como en su fuente, y
tienda siempre a ti, como a su fin. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del santo Evangelio según Lucas 9,22-25
Dijo: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho y ser
reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y
resucitar al tercer día.» Decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar
su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues,
¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde
o se arruina?»
3) Reflexión
• Ayer hemos empezado la Cuaresma. Hasta ahora la
liturgia diaria seguía el evangelio de Marcos, paso a paso. A partir de ayer y
hasta el día de Pascua, la secuencia de las lecturas diarias será dada por la
tradición antigua de la cuaresma con sus lecturas propias, ya fijas, que nos
ayudarán a entrar en el espíritu de la cuaresma y en la preparación de la
Pascua. Ya desde el primer día, la perspectiva es la Pasión, la Muerte y
Resurrección y el significado de este misterio para nuestra vida. Es lo que nos
propone el texto bien breve del evangelio de hoy. El texto habla de pasión,
muerte y resurrección de Jesús y afirma que el seguimiento de Jesús implica
cargar con la cruz detrás de Jesús.
• Poco antes en Lucas 9,18-21, Jesús había preguntado:
“¿Quién dice la gente que soy?”. Ellos respondieron relatando las diversas
opiniones: “Juan Bautista, Elías o uno de los antiguos profetas”. Después de
oír las opiniones de los demás, Jesús pregunta: “Y vosotros ¿quién decís que
soy?” Pedro respondió: “¡El Cristo de Dios!”, es decir, el señor es aquel que
el pueblo ¡está esperando! Jesús concordó con Pedro, pero prohibió de hablar
sobre esto a la gente. ¿Por que Jesús lo prohíbe? Es que en aquel tiempo todos
esperaban al mesías, pero cada uno a su manera: algunos como rey, otros
como sacerdote, doctor, guerrero, juez, o profeta. Jesús
piensa de forma distinta. Se identifica como el mesías servidor y
sufriente, anunciado por Isaías (Is 42,1-9; 52,13-53,12).
• El primer anuncio de la pasión. Jesús
comienza a enseñar que él es el Mesías Servidor y afirma que, como
Mesías Servidor anunciado por Isaías, será preso y morirá en el
ejercicio de su misión de justicia (Is 49,4-9; 53,1-12). Lucas acostumbra
seguir el evangelio de Marcos, mas aquí omite la reacción de Pedro que desaconsejaba
a Jesús pensar en el mesías sufriente y omite también la dura respuesta:
“¡Lejos de mí, Satanás, porque no piensas las cosas de Dios, sino de los
hombres!” Satanás es una palabra hebraica que significa acusador,
aquel que aleja a los demás del camino de Dios. Jesús no permite que Pedro lo
aleje de su misión.
• Condiciones para seguir a Jesús. Jesús saca
las conclusiones que valen hasta hoy: Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, tome su cruz y me siga. En aquel tiempo, la cruz era
la pena de muerte que el imperio romano castiga a los criminales marginales.
Tomar la cruz y cargarla en pos de Jesús era lo mismo que aceptar ser marginado
por el sistema injusto que legitimaba la injusticia. Era lo mismo que romper
con el sistema. Como decía Pablo en la carta a los Gálatas: “El mundo quedó
crucificado para mí y yo para el mundo” (Gl 6,14). La Cruz no es fatalismo, ni
es exigencia del Padre. La Cruz es la consecuencia del compromiso libremente
asumido por Jesús de revelar la Buena Nueva de que Jesús es Padre y que, por
tanto, todos y todas deben ser aceptados y tratados como hermanos y hermanas.
Por causa de este anuncio revolucionario, fue perseguido y no tuvo miedo a dar
su vida. No hay mayor amor que dar la vida por los hermanos.
4) Para la reflexión personal
• Todos esperaban al mesías, cada uno a su manera. ¿Cuál
es el mesías que yo espero o que la gente espera?
• La condición para seguir a Jesús es la cruz. ¿Cómo me
sitúo ante las cruces de la vida?
5) Oración final
Feliz quien no sigue consejos de malvados
ni anda mezclado con pecadores
ni en grupos de necios toma asiento,
sino que se recrea en la ley del Señor,
susurrando su ley día y noche. (Sal 1,1-2)
ni anda mezclado con pecadores
ni en grupos de necios toma asiento,
sino que se recrea en la ley del Señor,
susurrando su ley día y noche. (Sal 1,1-2)
Orden de los Carmelitas