¡Amor y paz!
Dios nos ha creado libres y
respeta de tal modo nuestra libertad, que no quiere salvarnos sin nuestro
consentimiento. Cuando se acerca a nosotros no lo hace de modo paternalista y
autoritario. No nos trata como a niños. Dios entra en relación con cada uno de
nosotros, nos invita a sentirnos libres y responsables. Llama a nuestra puerta
y solamente entra si le abrimos. Es nuestra oportunidad. Es nuestra
responsabilidad. San Pablo dirá que “Para ser libres, Cristo nos liberó”.
María supo ciertamente
ejercitar su libertad y responder libremente a la oferta de Dios. Con muchas
limitaciones, es cierto, pero toda persona tiene una semilla de divinidad: la
libertad. Esforzarnos por ser plenamente libres y creer en la libertad de
nuestros hermanos son posiblemente nuestros primeros deberes como cristianos (Diario
Bíblico. Cicla).
Los invito, hermanos, a leer y meditar el evangelio,
en este lunes en que celebramos la solemnidad de la Anunciación del Señor.
Dios los bendiga…
Evangelio según San Lucas
1,26-38.
En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin". María dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?". El Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios". María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Ángel se alejó.
Comentario
Celebramos hoy la
admirable concepción de Jesús por la Virgen. Celebramos el comienzo de nuestra
redención y anunciamos el designio de Dios, formado de bondad y poder. Porque
si el Señor del universo hubiera venido en busca de sus siervos perdidos para
juzgarlos y no para mostrarles su bondad, jamás se habría revestido de esta
envoltura frágil y limitada (Gn 2,7) en la cual pudo sufrir con nosotros y por
nosotros.
A los paganos esto les
parece, tomando palabras de san Pablo, debilidad y locura (1Co 1,23.25), porque
se fundan en el razonamiento de la vana filosofía y forman juicios sobre el
Creador a partir de las leyes de la creación. ¿Existe una obra más grande de
poder que la de hacer concebir a la Virgen, en contra de las leyes de la
naturaleza? ¿Y, después de haber tomado nuestra carne, devolver una naturaleza
mortal a la gloria de la inmortalidad, pasando por la muerte? Por eso el
apóstol dijo: "La debilidad de Dios es más fuerte que el hombre "(v.
25)...
Hoy el seno de la Virgen,
se convierte en la puerta del cielo, por la cual Dios desciende a la casa de
los hombres para hacerlos subir al cielo.
San
Ivo de Chartres (v. 1040-1116), obispo
Sermón 15 ; PL 162, 583
Sermón 15 ; PL 162, 583
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