jueves, 26 de enero de 2012

“La medida con que midan se usará para ustedes”

¡Amor y paz!

Después de la parábola del sembrador, cuya lectura omitimos ayer al celebrar la fiesta de la conversión de San Pablo, leeremos otras parábolas, que nos ayudarán a entender el reino de Dios que Jesús quiere instaurar.
 
Los invito, hermanos, a leer y meditar el evangelio y el comentario, en este jueves de la tercera semana del tiempo ordinario.
 
Dios los bendiga…
 
Evangelio según San Marcos 4,21-25.
Jesús les decía: "¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero? Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse. ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!". Y les decía: "¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará para ustedes, y les darán más todavía. Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene".
Comentario
 
Hoy san Marcos nos presenta otra forma de parábolas de las que contaba Jesús. Se trata de dichos enigmáticos, verdaderas adivinanzas que hay que saber interpretar. Por eso el Señor nos advierte: "¡el que tenga oídos para oír que oiga!" y: "¡atención a lo que están oyendo!". El evangelio, la buena noticia de Jesús, ha de ser proclamado a los cuatro vientos, debe iluminar nuestras vidas y la de nuestros hermanos, no lo podemos dejar oculto en algún recoveco de la memoria o del corazón. Las medidas de Dios no son como nuestras medidas, sus cálculos no son los nuestros. No se trata de tener riquezas, honores, poder. Todo eso nos lo quitarán algún día. En cambio si tenemos amor, solidaridad y capacidad de servicio, Dios nos dará todavía más y más, y así podremos ser felices.
 
En nuestro mundo dominado por la codicia de unos pocos, que no se cansan de acumular y derrochar riquezas, las parábolas de Jesús son una seria advertencia. Nosotros los cristianos hemos de iluminar sus tinieblas de explotación y de egoísmo con la luz de la generosidad evangélica; debemos descubrir y denunciar el terrible egoísmo, la monstruosa injusticia de esta civilización fundada sobre el egoísmo y la barbarie del mercado global, debemos alzar muy alto la luz de la palabra del Señor, anunciándola y viviéndola con audacia y alegría.
 
Servicio Bíblico Latinoamericano
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