¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este jueves de la
12ª semana del Tiempo Ordinario.
Dios nos bendice...
LECTIO DIVINA: MATEO
7,21-29
Lectio:
Jueves, 28 junio,
2018
Tiempo Ordinario
1) ORACIÓN INICIAL
Concédenos vivir siempre,
Señor, en el amor y respeto a tu santo nombre, porque jamás dejas de dirigir a
quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor. Por nuestro Señor.
2) LECTURA
Del santo Evangelio según
Mateo 7,21-29
«No todo el que me diga: ’Señor,
Señor', entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi
Padre que está en los cielos. Muchos me dirán aquel Día: `Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre
hicimos muchos milagros?' Y entonces les declararé: ` ¡Jamás os conocí; apartaos
de mí, ¡agentes de iniquidad!' «Así pues, todo el que oiga estas
palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó
su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los
vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba
cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en
práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó
la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra
aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.»
Y sucedió que cuando acabó
Jesús estos discursos, la gente se asombraba de su doctrina; porque les
enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas.
3) REFLEXIÓN
• El evangelio de hoy
presenta la parte final del Sermón de la Montaña (a) no basta hablar y cantar,
es preciso vivir y practicar (Mt 7,21-23). (b) la comunidad construida en cima
del fundamento de la nueva Ley del Sermón del Monte quedará firme en el momento
de la tormenta (Mt 7,24-27). (c) el resultado de las palabras de Jesús en las personas
es una conciencia más crítica con relación a los líderes religiosos, los
escribas (Mt 7,28-29).
• Este final del Sermón
del Monte explica algunas oposiciones o contradicciones que siguen actuales
hasta hoy en día: (a) Las personas que hablan continuamente de Dios, pero se
olvidan de hacer la voluntad de Dios; usan el nombre de Jesús, pero no traducen
en la vida su relación con el Señor (Mt 7,21). (b) Hay personas que viven en la
ilusión de estar trabajando por el Señor, pero en el día del encuentro definitivo
con El, descubren trágicamente que nunca le conocieron (Mt 7,22-23). Las dos
palabras finales del Sermón del Monte, de la casa construida sobre la roca (Mt
7,24-25) y de la casa construida sobre la arena (Mt 7,26-27), ilustran estas
contradicciones. Por medio de ellas Mateo denuncia y, al mismo tiempo, trata de
corregir la separación entre fe y vida, entre hablar y hacer, entre enseñar y
practicar.
• Mateo 7,21: No
basta hablar, es preciso practicar. El importante no es hablar de
forma bonita sobre Dios o saber explicar bien la Biblia a los demás, sino que
es hacer la voluntad del Padre y, así, ser una revelación de su rostro y de su
presencia en el mundo. La misma recomendación fue dada por Jesús a la mujer que
elogió a María su madre. Jesús le respondió: “Felices los que oyen la Palabra
de Dios y la ponen en práctica” (Lc 11,28).
• Mateo 7,22-23: Los
dones deben estar al servicio del Reino, de la comunidad. Había
personas con dones extraordinarios como, por ejemplo, el don de la profecía,
del exorcismo, de la sanación, pero usaban estos dones para ellas mismas, fuera
del contexto de la comunidad. En el juicio, oirán una sentencia dura de
Jesús: "¡Alejaos de mí vosotros que practicáis la iniquidad!".
La iniquidad es lo opuesto a la justicia. Es hacer con Jesús lo que algunos
doctores hacían con la ley: enseñaban pero no practicaban (Mt 23,3). Pablo dirá
lo mismo con otras palabras y argumentos : “Si yo tuviera el don de
profecía, conociendo las cosas secretas con toda clase de conocimientos, y
tuviera tanta fe como para trasladar los montes, pero me faltara el amor, nada
soy. Si reparto todo lo que poseo a los pobres y si entrego hasta mi propio
cuerpo, pero no por amor, sino para recibir alabanzas, de nada me sirve” (1Cor
13,2-3).
• Mateo 7,24-27: La
parábola de la casa sobre roca. Oír y poner en práctica, ésta es la
conclusión final del Sermón del Monte. Mucha gente trataba de buscar su
seguridad en los dones extraordinarios o en las observancias. Pero la verdadera
seguridad no viene del prestigio, ni de las observancias, no viene de nada de
esto. ¡Viene de Dios! Viene del amor de Dios que nos amó primero (1Jn 4,19). Su
amor por nosotros, manifestado en Jesús, supera todo (Rom 8,38-39). Dios se
vuelve fuente de seguridad, cuando tratamos de hacer su voluntad. Ahí, El será
la roca que nos sustenta en la hora de las dificultades y de las tormentas.
• Mateo 7,28-29: Enseñar
con autoridad. El evangelista cierra el Sermón del Monte diciendo que la
multitud quedó admirada de la enseñanza de Jesús, "él enseñaba con
autoridad y no como los escribas". El resultado de la enseñanza de
Jesús es la conciencia más crítica de la gente con relación a las autoridades
religiosas de la época. Sus palabras sencillas y claras brotaban de su
experiencia de Dios, de su vida entregada al Proyecto del Padre. La gente
estaba admirada y aprobaba las enseñanzas de Jesús.
• Comunidad: casa
en la roca. En el libro de los Salmos, con frecuencia encontramos la
expresión: “Dios es mi roca mi fortaleza… , mi escudo
y mi libertador” (Sal 18,3). El es la defensa y la fuerza de los que
piensan en la justicia y la buscan (Sal 18,21.24). Las personas que confían en
este Dios se vuelven rocapara los otros. Así el profeta Isaías
dirige una invitación a los que estaban en el cautiverio: “Escúchenme
ustedes que anhelan la justicia y que buscan a Yavé. Miren la piedra de que
fueron tallados, y el corte en la roca de donde fueron sacados. Miren a
Abrahán, su padre, y a Sara, que los dio a luz” (Is 51,1-2). El
profeta pide a la gente que no olvide el pasado. El pueblo tiene que recordar
como Abrahán y Sara por la fe en Dios se vuelven roca,
comienzo del pueblo de Dios. Mirando hacia esta roca, la gente cobraba valor
para luchar y salir del cautiverio. Asimismo, Mateo exhorta a las comunidades
para que tengan como meta esa misma roca (Mt 7,24-25) y así puedan ellas mismas
ser roca para fortalecer a sus hermanos y hermanas en la fe. Este es el sentido
del nombre que Jesús dio a Pedro: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré
mi Iglesia” (Mt 16,18). Esta es la vocación de las primeras
comunidades, llamadas a unirse a Jesús, la piedra viva, para volverse, ellas
también, piedras vivas por la escucha y la práctica de la Palabra (Pd 2,4-10;
2,5; Ef 2,19-22).
4) PARA LA REFLEXIÓN
PERSONAL
• Nuestra comunidad ¿cómo trata de equilibrar
oración y acción, alabanza y práctica, hablar y hacer, enseñar y practicar?
¿Qué es lo que debe mejorar en nuestra comunidad, para que sea roca, casa
segura y acogedora para todos?
• ¿Cuál es la roca que
sustenta nuestra comunidad? ¿Cuál es punto en que Jesús insiste más?
5) ORACIÓN FINAL
Ayúdanos, Dios salvador
nuestro,
por amor de la gloria de tu nombre;
líbranos, borra nuestros pecados,
por respeto a tu nombre. (Sal 78)
por amor de la gloria de tu nombre;
líbranos, borra nuestros pecados,
por respeto a tu nombre. (Sal 78)
Orden de los Carmelitas