¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este martes de la
20ª semana del Tiempo Ordinario, en que celebramos la memoria de San Pío X, Papa.
Dios nos bendice...
LECTIO DIVINA: MATEO
19,23-30
Lectio:
Martes, 21 agosto,
2018
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, que has preparado bienes inefables para los que te aman; infunde tu amor en nuestros corazones, para que, amándote en todo y sobre todas las cosas, consigamos alcanzar tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor.
2) Lectura del Evangelio
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, que has preparado bienes inefables para los que te aman; infunde tu amor en nuestros corazones, para que, amándote en todo y sobre todas las cosas, consigamos alcanzar tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor.
2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo 19,23-30
Entonces Jesús dijo a sus
discípulos: «Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los
Cielos. Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una
aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos.» Al oír esto, los
discípulos, llenos de asombro, decían: «Entonces, ¿quién se podrá salvar?»
Jesús, mirándolos fijamente, dijo: «Para los hombres eso es imposible, mas para
Dios todo es posible.» Entonces Pedro, tomando la palabra, le dijo: «Ya lo ves,
nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué recibiremos, pues?»
Jesús les dijo: «Yo os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en la
regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os
sentaréis también vosotros en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de
Israel. Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre,
hijos o campos por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida
eterna. «Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros.»
3) Reflexión
3) Reflexión
• El evangelio de hoy es la continuación inmediata del evangelio de ayer. Trae el comentario de Jesús respecto de la reacción negativa del joven rico.
• Mateo 19,23-24: El
camello y el ojo de la aguja. Después de que el joven se fuera, Jesús comenta
la decisión de aquel y dice: "Yo os aseguro que un rico difícilmente
entrará en el Reino de los Cielos. Os lo repito, es más fácil que un camello
entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los
Cielos.". Dos observaciones respecto de esta afirmación de Jesús: 1) El
proverbio del camello y del ojo de la aguja se usaba para decir que una cosa
era imposible, humanamente hablando. 2) La expresión “que un rico entre en el
Reino” no se trata, en primer lugar, de la entrada en el cielo, después de la
muerte, sino de la entrada en la comunidad alrededor de Jesús. Y hasta hoy es
así. Los ricos difícilmente entran y se sienten en casa en las comunidades que
tratan de vivir el evangelio según las exigencias de Jesús y que tratan de
abrirse a los pobres, a los migrantes y a los excluidos de la sociedad.
• Mateo 19,25-26: El
espanto de los discípulos. El joven había observado los mandamientos, pero sin
entender el porqué de la observancia. Algo semejante estaba aconteciendo entre
los discípulos. Cuando Jesús los llamó, hicieron exactamente lo que Jesús había
pedido al joven: lo dejaron todo y se fueron detrás de Jesús (Mt 4,20.22). Y
sin embargo se quedaron espantados con la afirmación de Jesús sobre la casi
imposibilidad que un rico tiene de entrar en el Reino de Dios. Señal de que no
habían entendido bien la respuesta de Jesús al joven rico: “¡Va vende todo,
dalo a los pobres y ven y sígueme!”
Pues, si lo hubiesen
entendido, no se hubieran quedado extrañados ante la exigencia de Jesús. Cuando
la riqueza o el deseo de riqueza ocupa el corazón y la mirada no consigue
percibir el sentido de la vida y del evangelio. ¡Sólo Dios puede ayudar! "
Para los hombres eso es imposible, mas para Dios todo es posible."
• Mateo 19,27: La pregunta de Pedro. El trasfondo de la incomprensión de los discípulos despunta en la pregunta de Pedro: “Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué recibiremos, pues?” A pesar de la generosidad tan bonita del abandono de todo, mantenían la anterior mentalidad. Abandonaron todo para recibir algo en cambio. No habían entendido aún el sentido del servicio y de la gratuidad.
• Mateo 19,28-30: La
respuesta de Jesús: "Yo os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en
la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os
sentaréis también vosotros en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de
Israel. Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre,
hijos o campos por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida
eterna. Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros.".
En esta respuesta, Jesús describe el nuevo mundo, cuyos fundamentos estaban
siendo lanzados por su labor y la de sus discípulos. Jesús acentúa tres puntos
importantes:
(a)
Los discípulos se van a sentar en los doce tronos junto con Jesús para juzgar a
las tribus de Israel (cf. Apc 4,4).
(b)
Van a recibir en cambio muchas veces aquello que habían abandonado casas,
hermanos, hermanas, padre, madre, hijos, campos y tendrán en herencia la vida
eterna garantizada.
(c)
El mundo futuro será el contrario del mundo actual. En él los últimos serán los
primeros y los primeros serán los últimos. La comunidad alrededor de Jesús es
semilla y muestra de este mundo nuevo. Hasta hoy las pequeñas comunidades de
los pobres siguen siendo semilla y muestra del Reino.
• Cada vez que, en la
historia de la Biblia, surge un movimiento para renovar la Alianza, el
movimiento comienza con reestablecer los derechos de los pobres, de los
excluidos. Sin ello, ¡la Alianza no se rehace! Así hacían los profetas, así
hace Jesús. Denuncia el sistema antiguo que, en nombre de Dios, excluía a los
pobres. Jesús anuncia un nuevo comienzo que, en nombre de Dios, acoge a los
excluidos. Este es el sentido y el motivo de la inserción y de la misión de la
comunidad de Jesús en medio de los pobres. Saca su raíz e inaugura la nueva
Alianza.
4) Para la reflexión personal
4) Para la reflexión personal
• Abandonar casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos, campos por causa del nombre de Jesús. ¿Cómo acontece esto en tu vida? ¿Qué has recibido en cambio?
• Hoy, la mayoría de los países pobres no son de religión cristiana, mientras que sí lo son la mayoría de los países ricos. ¿Cómo se aplica hoy el proverbio del camello que no pasa por el ojo de una aguja?
5) Oración final
Aunque fuese por valle tenebroso,
ningún mal temería,
pues tú vienes conmigo;
tu vara y tu cayado me sosiegan. (Sal 23,4)
Orden de los Carmelitas