lunes, 28 de marzo de 2011

Acojamos a Cristo y reconozcamos las llamadas de Dios

¡Amor y paz!

En el evangelio de hoy, Jesús subraya que es mal acogido en su propio país, y recuerda que ya en el Antiguo Testamento, ciertos paganos, como la viuda de Sarepta y Naamán, el Sirio, habían recibido gracias singulares de Dios.

Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este lunes de la 3ª. Semana de Cuaresma.

Dios los bendiga…-

Evangelio según San Lucas 4,24-30.
Después agregó: "Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio". Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino. 
Comentario

-Jesús había regresado a Nazaret, y en la sinagoga dijo:

"Ningún profeta es bien recibido en su patria".

Me imagino esta escena lo más concretamente posible: Jesús está en su pueblo, todo el mundo le conoce o cree conocerle; por su parte da los "buenos días" a cada uno y pregunta por sus familias. Todo se sitúa al más simple nivel de la vida humana familiar: es el carpintero del país, el que ha ido creciendo entre los otros adolescentes del pueblo, es aquel de quien se conocen todos los ascendientes, sus primos, sus primas.

Evidentemente, se sabe también que partió, hace ya algún tiempo; que recorre la comarca, que comenta la Biblia de un modo nuevo, original, diferente del modo habitual de los escribas... y que además ¡hace milagros! ¿No sería un "profeta", un "hombre de Dios" como tantos se han visto en la historia de nuestro pueblo? ¿Quizás es un "santo", un "enviado" de Dios? Pero todo lo que se sabe de él, humanamente desorienta; se le conoce demasiado... o no suficientemente.

Así sucede también en nuestras vidas. No siempre sabemos ir más allá de las apariencias que nos esconden el misterio.

Miro detenidamente mi vida desde este ángulo, para descubrir lo que se esconde detrás de mis relaciones humanas tan sencillas aparentemente.

-En verdad os digo: Había muchas viudas en tiempo de Elías, cuando se cerró el cielo y sobrevino una gran hambre...

Había muchos leprosos en tiempo de Eliseo...

Las llamadas de Dios suelen ser siempre así, en la vida cotidiana, banal de los hombres: una pobre viuda que espera socorro... una gran hambre... un leproso... hermanos nuestros necesitados... ¿Y a mi alrededor, en este momento, en el día de hoy?

-En Israel... En el país de Sidón... En Sarepta...

Jesús opone netamente "los países judíos, donde no pasa nada, donde Dios no puede actuar, según parece...; a los "países paganos" en los que la gracia de Dios y sus beneficios están actuando...

Ningún profeta es bien recibido en su patria. Jesús lee y comenta la Biblia. Quizá acababa de leer el pasaje del Libro de los Reyes. Esa primera lectura del día, que precisamente cuenta la curación de un leproso por Eliseo. En su sermón Jesús aplica ese pasaje a la actualidad y comenta: esta Palabra de Dios se aplica hoy y aquí... se refiere a vosotros, a los que en este momento estáis escuchándome en esta sinagoga, en Nazaret.

¿Y yo, en este momento? Como los habitantes de Nazaret ¿tiendo a apoyarme en mi pasado, a creer que una cierta familiaridad contigo por las gracias recibidas, por el hecho de pertenecer a la Iglesia... me dan un derecho, un privilegio? Los compatriotas de Jesús hubieran querido sacar ventaja al hecho de ser sus paisanos, sus vecinos.

-Eliseo limpió no a un leproso de Israel, sino a Naamán, el sirio.

Jesús da a entender claramente que los beneficios de Dios no están reservados exclusivamente al pueblo -escogido-, primero, a Israel. La Iglesia se va perfilando: una Iglesia misionera, enviada a todos. Dios ama a los paganos, a los gentiles. Ayúdanos, Señor, a saber darnos cuenta de la "fe inicial" de los paganos, de sus pasos hacia ti.

Me detengo a considerar a mi alrededor, a todos los que aparentemente te ignoran, Señor... a todos los que parecen rehusarte... Tú les amas, Señor.
Ayúdanos a descubrir, a reconocer tu presencia a través de sus comportamientos.

NOEL QUESSON
PALABRA DE DIOS PARA CADA DIA 1
EVANG. DE ADVIENTO A PENTECOSTES
EDIT. CLARET/BARCELONA 1984.Pág. 130 s.