¡Amor y paz!
La Presentación de Nuestra
Señora suele confundirse a veces coa la Presentación del Niño Jesús en el
Templo, fiesta que se celebra el día 2 de febrero en conmemoración de un hecho
ampliamente descrito en los evangelios y que corresponde a la ley judía, que
obligaba a los israelitas a ofrecer sus primogénitos a Dios.
La presentación de Nuestra
Señora no se narra en los evangelios. Es una tradición piadosa muy antigua, que
ha tenido amplia repercusión en toda la
Iglesia universal.
Los invito, hermanos, a
leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este viernes en que celebramos la
Presentación de Santa María Virgen.
Evangelio
según San Lucas 19,45-48.
Jesús al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: "Está escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones". Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.
Comentario
Cuando tres están reunidos
en mi nombre (Mt 18,20) forman ya una iglesia. Guarda a los millares aquí
congregados: sus corazones ya habían preparado un santuario antes que nuestras
manos construyeran éste para gloria de tu nombre. Que el templo interior sea
tan bello como el de piedras. Dígnate habitar tanto en el uno como en el otro;
tanto nuestros corazones como sus piedras está marcados con tu nombre.
La omnipotencia de Dios se hubiera podido
levantar cómodamente, no más que tal como él con un gesto, ha dado existencia
al universo. Pero Dios ha construido al hombre a fin de que el hombre
construyera unas mansiones para él. ¡Bendita sea su clemencia que tanto nos ha
amado! Él es infinito; nosotros somos limitados. Él ha construido para nosotros
el mundo; nosotros le construimos una casa.
Es admirable que el hombre pueda construir una morada al Todopoderoso
presente en todo, a quien nada se le puede escapar.
Habita en medio de nosotros con ternura;
nos atrae con vínculos de amor; se queda entre nosotros y nos llama para que
escojamos el camino del cielo para habitar con él. Él dejó su morada y se
escogió la Iglesia para que abandonemos nuestra morada y escojamos el paraíso.
Dios habita entre los hombres para que los hombres encuentren a Dios.
La liturgia maronita - Padre de Balaï (?-460) obispo
Oración para la dedicación de una iglesia
Oración para la dedicación de una iglesia
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