¡Amor y paz!
En el Evangelio según San Juan se sintetiza hoy el diálogo de Jesús con Nicodemo: el Hijo de Dios, enviado por el Padre, ha venido a revelar la verdad de Dios y la verdad del hombre; quien la cree vive en la verdad y se salva; quien la rechaza no tendrá vida.
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este Jueves de la Segunda Semana de Pascua.
Dios los bendiga…
Evangelio según San Juan 3,31-36.
El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de la tierra. El que vino del cielo da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio certifica que Dios es veraz. El que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos. El que cree en el Hijo tiene Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él".
Comentario
-El que viene...
Era uno de los títulos que se daba a Dios en el Antiguo Testamento. Dios es el que está continuamente viniendo.
-El que viene de arriba...
Transcendencia divina.
-El que procede de la tierra es terreno y habla de la tierra. El que viene del cielo da testimonio de lo que ha visto y oído...
Estas fórmulas nos ponen de entrada en la diferencia existente entre el evangelio de San Juan, y el de los otros tres.
Marcos, por ejemplo, nos muestra un Jesús "poderoso en palabras y en actos", -que corresponde a las afirmaciones que encontramos aquí, en San Juan-, pero es un Jesús que impone el silencio sobre su dignidad divina...
Juan, por el contrario, no cesa de poner en la boca de Jesús afirmaciones de "origen celeste".
¿Cómo explicar esta diferencia de lenguaje? Se ha dicho alguna vez que el "cuarto evangelio" se habría hecho eco de una enseñanza más elevada, reservada a auditorios más intelectuales... Hay algo de verosímil en esta observación.
Pero esto no lo explica todo.
Los exégetas ordinariamente piensan más bien que san Juan ha prestado a Jesús, hasta un cierto punto, su propia manera de expresarse, mientras que los otros tres evangelistas han conservado más literalmente las palabras de Jesús en su forma primitiva.
Esto no quiere decir que Juan haya inventado estas fórmulas; pero que, reflexionando sobre las palabras de Jesús a la luz de la resurrección, las ha interpretado desde el interior cargándolas de toda su contemplación del misterio pascual.
-Aquel a quien Dios ha enviado habla palabras de Dios, pues Dios no le dio el espíritu con medida
Estamos en pleno misterio divino.
El Padre ama al Hijo. Ha puesto en su mano todas las cosas.
Es exactamente lo que los tres evangelios sinópticos no cesan de afirmar. No es pues un evangelio nuevo, Mateo, Lucas, Marcos exponen también ante nuestros ojos un Jesús que no cesa de hablar de "su Padre"; pero Juan vuela rápido hasta las cumbres de la Trinidad... y llega muy pronto a las relaciones íntimas que existen entre "el Hijo y el Padre y el Espíritu".
-El que cree en el Hijo tiene la vida eterna.
El que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que está sobre él la cólera de Dios.
El pensamiento de san Juan es un pensamiento cíclico que vuelve a hablar sin cesar de un cierto número de temas, es a la manera de las olas del mar...
"Creer"... o "rehusar creer"... tal es el dilema radical.
"Vivir"... o "no vivir"... tal es el resultado.
Según Juan, para Jesús el no-creyente voluntario no "vive" está muerto. Es verdad que hoy puede uno preguntarse, si un cierto número de los que se afirman no-creyentes han hecho, realmente, tal opción. El mismo Jesús, en la cruz excusaba a sus verdugos diciendo: "no saben lo que
hacen".
No es cosa nuestra. Nadie en la tierra tiene derecho de juzgar que un tal es creyente o no-creyente. Pero queda en pie la palabra de Jesús: "el que rehúsa creer no verá la vida"
Severa invitación a verificar la cualidad de mi propia Fe. La Fe no es una cosa ya hecha.
¿Va creciendo mi Fe?
NOEL QUESSON
PALABRA DE DIOS PARA CADA DIA 1
EVANG. DE ADVIENTO A PENTECOSTES
EDIT. CLARET/BARCELONA 1984.Pág. 196 s.
www.mercaba.org