Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este sábado de la XVII
Semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Mateo 14,1-12
Lectio
Sábado, 3 Agosto ,
2019
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, protector
de los que en ti esperan; sin ti nada es fuerte ni santo. Multiplica sobre
nosotros los signos de tu misericordia, para que, bajo tu guía providente, de
tal modo nos sirvamos de los bienes pasajeros que podamos adherirnos a los
eternos. Por nuestro Señor.
2) Lectura del
Evangelio
Del
Evangelio según Mateo 14,1-12
En aquel tiempo se
enteró el tetrarca Herodes de la fama de Jesús, y dijo a sus criados: «Ese es
Juan el Bautista; él ha resucitado de entre los muertos, y por eso actúan en él
fuerzas milagrosas.» Es que Herodes había prendido a Juan, le había encadenado
y puesto en la cárcel, por causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe.
Porque Juan le decía: «No te es lícito tenerla.» Y aunque quería matarle, temió
a la gente, porque le tenían por profeta. Mas, llegado el cumpleaños de
Herodes, la hija de Herodías danzó en medio de todos gustando tanto a Herodes,
que éste le prometió bajo juramento darle lo que pidiese. Ella, instigada por
su madre, «dame aquí, dijo, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista.»
Entristecióse el rey, pero, a causa del juramento y de los comensales, ordenó
que se le diese, y envió a decapitar a Juan en la cárcel. Su cabeza fue traída
en una bandeja y entregada a la muchacha, la cual se la llevó a su madre.
Llegando después sus discípulos, recogieron el cadáver y lo sepultaron; y
fueron a informar a Jesús.
3) Reflexión
• El evangelio de hoy
describe cómo Juan Bautista fue víctima de la corrupción y de la prepotencia
del gobierno de Herodes. Fue condenado a muerte sin proceso, durante un
banquete del rey con los grandes del reino. El texto nos da muchas
informaciones sobre el tiempo en que Jesús vivía y sobre la manera en que los
poderosos de aquel tiempo ejercían el poder.
• Mateo 14,1-2. Quién es Jesús para Herodes. El texto inicia informando sobre la opinión de
Herodes respecto a Jesús: "Ese es Juan el
Bautista; él ha resucitado de entre los muertos, y por eso actúan en él fuerzas
milagrosas. Herodes trataba de entender a Jesús desde los miedos que le
asaltaban después del asesinato de Juan. Herodes era un grande supersticioso
que escondía el miedo detrás de la ostentación de su riqueza y de su poder.
• Mateo 14,3-5: La causa escondida del asesinato de
Juan. Galilea, la tierra de Jesús,
estaba gobernada por Herodes Antipas, hijo del rey Herodes, el Grande, desde el
4 antes de Cristo. ¡43 años en todo! Durante el tiempo en que Jesús vivió, no
hubo mudanza de gobierno en Galilea! Herodes era dueño absoluto de todo, no
rendía cuenta a nadie, hacía lo que se le pasaba por la cabeza. ¡Prepotencia,
falta de ética, poder absoluto, sin control por parte del pueblo! Pero quien
mandaba en Palestina, desde el 62 antes de Cristo, era el Imperio Romano.
Herodes, en Galilea, para no ser depuesto, procuraba agradar a Roma, en todo.
Insistía sobre todo en una administración eficiente que diera lucro al Imperio.
Su preocupación era su propia promoción y seguridad. Por ello, reprimía
cualquier tipo de subversión. Mateo informa que el motivo del asesinato de Juan
fue la denuncia que el Bautista hace a Herodes por haberse casado con
Herodíades, mujer de su hermano Felipe. Flavio José, escritor judío de aquella
época, informa que el motivo real de la prisión de Juan Bautista era el miedo
que Herodes tenía a un levantamiento popular. A Herodes le gustaba ser llamado
bienhechor del pueblo, pero en realidad era un tirano (Lc 22,25). La denuncia
de Juan contra Herodes fue la gota que hizo rebosar el vaso: "No te está permitido casarte
con ella”. Y Juan fue puesto en la
cárcel.
• Mateo 14,6-12: La trama del asesinato. Aniversario y banquete de fiesta, ¡con danzas y
orgías! Marcos informa que la fiesta contaba con la presencia “de los grandes
de la corte, de los oficiales y de personas importantes en Galilea” (Mc 6,21).
Es éste el ambiente en que se trama el asesinato de Juan Bautista. Juan, el
profeta, era una denuncia viva de este sistema corrupto. Por esto fue eliminado
bajo pretexto de un problema de venganza personal. Todo esto revela la flaqueza
moral de Herodes. ¡Tanto poder acumulado en mano de un hombre sin control de
sí! En el entusiasmo de la fiesta y del vino, Herodes hizo un juramento liviano
a Salomé , la joven bailarina, hija de Herodíades. Supersticioso como era,
pensaba que debía guardar ese juramento, atendiendo a los caprichos de la
muchacha y mandó el soldado a traerle la cabeza de Juan sobre una bandeja y
entregarla a la bailarina, que a su vez la entregó a su madre. Para Herodes, la
vida de los súbditos no valía nada. Disponía de ellos como disponía de la
posición de las sillas en la sala.
Las tres
características del gobierno de Herodes: la nueva Capital, el latifundio y la
clase de los funcionarios:
a) La Nueva Capital.
Tiberíades fue inaugurada cuando Jesús tenía 20 años. Era llamada así para
agradarle a Tiberio, el emperador de Roma. Allí moraban los dueños de la
tierra, los soldados, la policía, los jueces muchas veces insensibles (Lc
18,1-4). Para allá llevaban los impuestos y el producto del pueblo. Allí
Herodes hacía sus orgías de muerte (Mc 6,21-29). Tiberíades era la ciudad de
los palacios del Rey, donde vivía el personal que viste con elegancia (cf Mt
11,8). No consta en los evangelios que Jesús hubiese entrado en esta ciudad.
b) El latifundio. Los
estudiosos informan que, durante el largo gobierno de Herodes, el latifundio
creció en prejuicio de las propiedades comunitarias. El libro de Henoc denuncia a los dueños de las tierras y expresa la
esperanza de los pequeños: “¡Entonces los poderosos y los grandes dejarán de ser los
dueños de la tierra!” (Hen 38,4). El
ideal de los tiempos antiguos era éste: “Cada uno se sentaba a la sombra de su parra y de su
higuera, y nadie lo inquietaba” (1
Mac 14,12; Miq 4,4; Zac 3,10). Pero la política del gobierno de Herodes volvía
imposible la realización de este ideal.
c) La clase de los
funcionarios. Herodes creó toda una clase de funcionarios fieles al proyecto
del rey: escribas, comerciantes, dueños de tierras, fiscales del mercado,
recaudadores de impuestos, militares, policías, jueces, promotores, jefes
locales. En cada aldea o ciudad había un grupo de personas que apoyaban al
gobierno. En los evangelios, algunos fariseos aparecen junto a los herodianos
(Mc 3,6; 8,15; 12,13), lo cual refleja la alianza entre el poder religioso y el
poder civil. La vida de la gente en las aldeas estaba muy controlada tanto por
el gobierno como por la religión. Se necesitaba mucho valor para comenzar algo
nuevo, ¡como lo hicieron Juan y Jesús! Era lo mismo que atraerse sobre sí la
rabia de los privilegiados, tanto del poder religioso como del poder civil.
4) Para la reflexión
personal
• ¿Conoces a personas
que murieron víctima de la corrupción y de la dominación de los poderosos? Y
aquí entre nosotros, en nuestra comunidad y en nuestra iglesia, ¿hay víctimas
de desmando y de autoritarismo?
• Herodes, el
poderoso, que pensaba ser el dueño de la vida y de la muerte de la gente, era
un cobarde ante los grandes y un adulador corrupto ante la muchacha. Cobardía y
corrupción marcaban el ejercicio del poder de Herodes. Compáralo con el
ejercicio del poder religioso y civil, hoy, en los diversos niveles de la
sociedad y de la Iglesia.
5) Oración final
Lo han visto los
humildes y se alegran,
animaros los que
buscáis a Dios.
Porque el Señor
escucha a los pobres,
no desprecia a sus
cautivos. (Sal 69,33-34)
Orden de los Carmelitas