Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, a la
manera de la lectio divina, en este jueves de la 3ª semana del Tiempo
Ordinario, ciclo A.
Dios nos bendice...
Lectio
Divina: Marcos 4,21-25
Lectio
Jueves,
30 de enero de 2020
Tiempo
ordinario
1)
Oración inicial
Dios
todopoderoso y eterno: ayúdanos a llevar una vida según tu voluntad, para que
podamos dar en abundancia frutos de buenas obras en nombre de tu Hijo
predilecto. Que vive y reina contigo. Amén.
2) Lectura
Del
santo Evangelio según Marcos 4,21-25
Les
decía también: «¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o
debajo del lecho? ¿No es para ponerla sobre el candelero? Pues nada hay oculto
si no es para que sea manifestado; nada ha sucedido en secreto, sino para que
venga a ser descubierto. Quien tenga oídos para oír, que oiga.»
Les decía también: «Atended a lo que escucháis. Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.»
Les decía también: «Atended a lo que escucháis. Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.»
3)
Reflexión
•
La lámpara que ilumina. En aquel tiempo no había suministro eléctrico.
Imaginemos lo que sigue. La familia está en casa. Empieza a oscurecer. El padre
se levanta, enciende una lámpara y la coloca debajo de una caja o de una cama.
¿Qué dirán los demás? Gritarán: “¡Padre! ¡Ponla encima de la mesa!” Esta es la
historia que Jesús cuenta. No explica. Apenas dice: Quien tenga oídos para oír,
que oiga. La Palabra de Dios es la lámpara que debe ser encendida en la
oscuridad de la noche. Si se queda dentro del libro de la Biblia, cerrado, es
como la lámpara puesta debajo de una caja o de una cama. Cuando enlaza con la
vida y es vivida en comunidad, entonces está colocada encima de la mesa e
¡ilumina!
•
Prestar atención a los preconceptos. Jesús pide a los discípulos que tomen
conciencia de los preconceptos con que escuchan la enseñanza que él ofrece.
Deben prestar atención a las ideas con que miran a Jesús. Si el color de los
ojos es verde, todo parece verde. Si fuera azul, todo parecería azul. Si la
idea con la que miro a Jesús está equivocada, todo lo que pienso sobre Jesús
estará amenazado de error. Si pienso que el Mesías, ha de ser un rey glorioso,
no voy a entender nada de lo que Jesús enseña y lo voy a entender todo de
manera equivocada.
•
Parábolas: una nueva manera de enseñar y de hablar sobre Dios. La forma que
Jesús tenía de enseñar era, sobre todo, por medio de parábolas. Tenía una
capacidad muy grande de encontrar imágenes bien sencillas para comparar las
cosas de Dios con las cosas de la vida que la gente conocía y experimentaba en
su lucha diaria para la supervivencia. Esto supone dos cosas: estar dentro de
las cosas de la vida, y estar dentro de las cosas del Reino de Dios.
•
La enseñanza de Jesús era diversa de la enseñanza de los escribas. Era una
Buena Nueva para los pobres, porque Jesús revelaba un nuevo rostro de Dios, en
el que el pueblo se reconocía y se alegraba. “Padre yo te alabo porque has
escondido estas cosas a sabios y entendidos y las has revelado a los pequeños.
¡Sí, Padre, así te pareció bien! (Mt 11,25-28)”.
4)
Para la reflexión personal
•
Palabra de Dios, lámpara que ilumina. ¿Qué lugar ocupa la Biblia en mi vida?
¿Qué luz recibo de ella?
•
¿Cuál es la imagen de Jesús que está en mí? ¿Quién es Jesús para mí y quién soy
yo para Jesús?
5)
Oración final
Gustad
y ved lo bueno que es el Señor,
dichoso el hombre que se acoge a Él. (Sal 34,9)
dichoso el hombre que se acoge a Él. (Sal 34,9)
Orden de los Carmelitas