lunes, 6 de mayo de 2013

Estamos invitados a dar testimonio de Cristo

¡Amor y paz!

La Iglesia va preparando a los cristianos para el tiempo de la desaparición visible de Jesús, que comienza el día de la Ascensión, el próximo domingo, y quiere que aguardemos con ansia al Espíritu Santo, que es el que va a conducir la vida de los cristianos a través de este mundo hasta el encuentro definitivo con Dios.

El Evangelio trae un anuncio grave del Señor para el tiempo posterior a su elevación a los cielos. Asegura que el Paráclito, el Espíritu Santo que él prometía como "abogado" que es el Espíritu de Verdad "dará testimonio de Él". El Espíritu descubrirá la verdad sobre los acontecimientos de la vida de Cristo. Y los Apóstoles también darán testimonio de Cristo ya que estuvieron con Él desde un principio.

Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este lunes de la 6ª. Semana de Pascua.

Dios los bendiga…

Evangelio según San Juan 15,26-27.16,1-4a. 
Cuando venga el Protector que les enviaré desde el Padre, por ser él el Espíritu de verdad que procede del Padre, dará testimonio de mí. Y ustedes también darán testimonio de mí, pues han estado conmigo desde el principio. Les hablo de todo esto para que no se vayan a tambalear. Serán expulsados de las comunidades judías; más aún, se acerca el tiempo en que cualquiera que los mate pensará que está sirviendo a Dios. Y actuarán así porque no conocen ni al Padre ni a mí. Se lo advierto de antemano para que, cuando llegue la hora, recuerden que se lo había dicho. No les hablé de esto al principio porque estaba con ustedes.
Comentario

Es misión del Espíritu Santo revelar a los Apóstoles toda la verdad sobre Cristo, sobre sus hechos, sobre su vida y su muerte, y fortalecerlos para que sean capaces de dar testimonio. 

Porque ser "testigo" es confesar la verdad con todas las consecuencias, exponerse, arriesgarse, dar la cara.

"Testigo" aparece precisamente en el N.T. con el sentido de "mártir"; dar la vida es el gran testimonio, confesar con la sangre la Verdad. No solamente la muerte por Cristo sino también la vida cristiana vivida con todas sus consecuencias tiene un valor de "martirio" y por esto de testimonio.

En boca de Jesús, la misión de testigos asignada a los Apóstoles es misión de mártires. Se lo advierte para que no se extrañen; sufrirán persecuciones y hasta los matarán. ¿Quién? Los que no han conocido al Padre ni a Cristo. Los que no han querido conocerlos; los que no han reconocido en ellos a Dios, al Señor y no se han sometido a su Plan, a su llamada, a sus exigencias, porque hubieran tenido que renunciar a otros intereses y acabar con muchas situaciones establecidas.

Porque existe el pecado, el mal, el egoísmo, fue perseguido JC y serán perseguidos los cristianos. En un mundo donde el mal echa sus raíces como la yedra y vive, crece y domina, tiene que surgir la violenta oposición contra quien viene a condenar el mundo del mal y anuncia una "vida nueva" y un "mundo nuevo" hechos de amorosa sumisión a Dios y de servicio desinteresado a los demás, de perdón y de amor, hasta para los enemigos. A un hombre así se le niega la autoridad, se le acusa de loco, de blasfemo, de comunista o de lo que sea para acabar con El; porque estorba hay que quitarlo de en medio; aceptarlo sería reconocer la propia maldad y renunciar a muchos intereses creados... Esto ocurrió con Cristo: no le conocieron; no reconocieron su divinidad y bajo la acusación de que se hacía Dios lo quitaron de en medio. Cuando se ha fabricado un dios a la medida de los propios intereses se es capaz de negar al verdadero Dios con la conciencia de que se hace en defensa de Dios y se defiende el dios de los propios intereses. Por eso dice Jesús que quien los mate creerá que honra a Dios.

Mientras exista el mal, es inherente a la profesión cristiana la oposición, la violencia, la persecución. Los cristianos están en este "mundo" pero pertenecen al "Reino de Cristo, al "mundo nuevo" que anunció el Señor; y ellos tienen que proclamarlo y construirlo a base de vivir la "vida nueva" que trajo El, al margen del mal de este "mundo" y aun en contra, desenmascarándolo. Es lógico que estorben porque son un reproche vivo para el mal y para todos los intereses fundados en el mal; son la luz que descubre demasiadas cosas; son la sal que escuece.

Cristo no canonizó las críticas, las oposiciones y la persecución que podemos sufrir los cristianos por nuestras faltas, por nuestros abusos, por nuestras injusticias personales; hemos de procurar no ganarnos persecuciones y críticas justas y a no comprometer el cristianismo.

La persecución se convierte así en el destino de la Iglesia y en un signo de su fidelidad a Jesucristo.

Los cristianos probablemente se escandalizan de que se rechace el evangelio y se persiga a la Iglesia, cuando en realidad ella solamente pretende la salvación del hombre. Pero lo que afirma el evangelio es, precisamente, todo lo contrario; que cuando realmente hay que escandalizarse, es cuando la Iglesia no sea perseguida de cualquier forma, porque la ausencia de persecución debería ser una señal inquietante de falta de fidelidad al Evangelio, porque "todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, sufrirán persecuciones" (/2Tm/03/12).

Testimonio: aquel cristiano cuya conducta manifiesta la presencia de Dios en el mundo. Aceptar a Cristo y su Palabra sería reconocer la propia maldad y renunciar a muchos intereses creados. Esto ocurrió con Cristo: "me queréis matar porque mi palabra no entra en nosotros".

Noel Quesson
Palabra de Dios para cada día 1
Evang. De Adviento a Pentecostés
Edit. Claret/Barcelona 1984.Pág. 238 s.