lunes, 16 de octubre de 2017

Por Cristo hemos recibido este don y esta misión: hacer que los gentiles respondan a la fe

¡Amor y paz!

Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este lunes de la 28ª semana del tiempo ordinario.

Dios nos bendice...

Primera Lectura


Comienzo de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (1,1-7)


Pablo, sirvo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el Evangelio de Dios. Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en las Escrituras santas, se refiere a su Hijo, nacido, según la carne, de la estirpe de David; constituido, según el Espíritu Santo, Hijo de Dios, con pleno poder por su resurrección de la muerte: Jesucristo, nuestro Señor. Por él hemos recibido este don y esta misión: hacer que todos los gentiles respondan a la fe, para gloria de su nombre. Entre ellos estáis también vosotros, llamados por Cristo Jesús. A todos los de Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a formar parte de los santos, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.


Salmo


Sal 97 


R/. El Señor da a conocer su victoria


Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclamad al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,29-32)

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.»

Comentario


1.1 La Carta a los Romanos es, por muchos aspectos, la Carta Magna del cristianismo naciente. Ofrecemos aquí la Introducción a esta Carta realizada, según entiendo, por el P. Pedro Ortiz, SJ, y publicada en la edición de estudio de la Biblia Dios Habla Hoy. La numeración es nuestra. Sigue el P. Ortiz.

1.2 La Carta a los Romanos, la más extensa de todas las del NT, es también la exposición más amplia del mensaje cristiano que tenemos en los escritos del apóstol Pablo.

1.3 Pablo, que había recorrido buena parte de las provincias orientales del Imperio Romano predicando el evangelio, tenía intenciones de llegar también hasta las regiones occidentales del mismo (cf. Ro 15,22–24.28). Este proyectado viaje incluía su paso por Roma, la capital del Imperio, para continuar después a España.

1.4 En la perspectiva de este viaje y para presentarse a una comunidad que él no había fundado, les escribe una carta, en la que expone algunos de los temas centrales de la fe y la vida cristiana. A diferencia de otras cartas, como las enviadas a los cristianos de Corinto, esta carta no trata tanto de los problemas que más preocupaban a la comunidad, cuanto de los temas que más interesaban al mismo apóstol. Habiendo sido enviado a predicar el evangelio a los no judíos (cf. Gal 1,16), Pablo sentía que su responsabilidad se extendía también a la comunidad de Roma, compuesta en su mayoría por cristianos procedentes del paganismo (cf. Rom 15,15–16).

2. El Mensaje

2.1 El contenido de la carta puede resumirse así:

2.2 La Introducción (1,1–15) incluye un saludo inicial, ampliado con elementos 
teológicos (1,1–7), y una sección de acción de gracias, a la que Pablo añade información sobre sus proyectos de viaje (1,8–15).

2.3 El cuerpo de la carta puede dividirse en dos grandes secciones, una doctrinal, más extensa (1,16–11,36), y otra exhortatoria (12,1–15,13).

2.4 La parte doctrinal comienza con un resumen del evangelio, expresado en los siguientes términos: "Es poder de Dios para que todos los que creen alcancen la salvación" (1,16–17).

2.5 Luego viene una exposición, en la que describe la situación de la humanidad bajo el dominio del pecado y fuera de la acción salvadora de Dios por medio de Cristo. Primero describe la situación del mundo pagano (1,18–32) y luego la del judío (2,1–3,20).

2.6 En seguida muestra cómo Dios ha puesto remedio a esa situación ofreciendo a todos la redención por medio de la fe en Jesucristo (3,21–31).

2.7 Pablo hace ver que esta actitud no contradice las actuaciones anteriores de Dios, como lo revela especialmente el caso de Abraham (cap. 4).

2.8 En los capítulos siguientes, el apóstol describe los diversos efectos de la acción redentora de Cristo.

2.9 Ante todo, ella permite al creyente tener paz y la esperanza cierta de la salvación definitiva (cap. 5), pues con Cristo el creyente ha muerto al pecado, y no es esclavo sino libre para servir a Dios (cap. 6). Ya no está bajo el régimen de la ley antigua (7,1–13), porque la gracia de Dios es más poderosa que la debilidad humana que inclina al pecado (7,14–25). El creyente está bajo el poder del Espíritu, y debe vivir una vida nueva conforme al Espíritu (cap.8).

2.10 Los caps. 9–11 están dedicados a un problema que angustiaba a Pablo, como judío que era: el hecho de que la mayoría del pueblo de Israel no hubiera aceptado el evangelio. Pablo insiste en que Dios no ha rechazado a su pueblo, y expresa su confianza en que Dios, al fin, tendrá compasión de todos por igual.

2.11 En la parte exhortatoria (12,1–15,13), que se presenta como consecuencia de la anterior, Pablo se fija en algunos aspectos prácticos de la vida cristiana, afirmando que todos los deberes se resumen en la ley del amor al prójimo y recordando el ejemplo de Jesucristo. En este contexto dirige su atención a diversos problemas concretos de entonces.

2.12 La conclusión de la carta (15,14–16,27) es de carácter más personal. Después de exponer con mayores detalles sus planes de viaje, Pablo añade una larga lista de saludos personales, para concluir con una alabanza a Dios.

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