¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer
y meditar la Palabra de Dios, en este martes en que conmemoramos a los Santos
Inocentes mártires, ciclo C..
Dios nos bendice…
PRIMERA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san
Juan 1, 5-2, 2
Queridos hermanos:
La noticia que hemos oído de él y que nosotros les
anunciamos, es esta: Dios es luz, y en él no hay tinieblas. Si decimos que
estamos en comunión con él y caminamos en las tinieblas, mentimos y no
procedemos conforme a la verdad. Pero si caminamos en la luz, como él mismo
está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo
Jesús nos purifica de todo pecado.
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a
nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros
pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y purificarnos de toda maldad. Si
decimos que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso, y su palabra no
está en nosotros.
Hijos míos, les he escrito estas cosas para que no
pequen. Pero si alguno peca, tenemos un defensor ante el Padre: Jesucristo, el
Justo. El es la Víctima propiciatoria por nuestros pecados, y no sólo por los
nuestros, sino también por los del mundo entero.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 123, 2-3. 4-5. 7b-8 (R.: 7a)
R.
Nuestra vida se salvó como un pájaro de la trampa del cazador.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando los hombres se alzaron contra nosotros,
nos habrían devorado vivos.
Cuando ardió su furor contra nosotros. R.
Las aguas nos habrían inundado,
un torrente nos habría sumergido,
nos habrían sumergido las aguas turbulentas. R.
La trampa del cazador: la trampa se rompió
y nosotros escapamos.
Nuestra ayuda está en el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Mateo 2, 13-18
Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se
apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre,
huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a
buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se
fue a Egipto.
Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se
cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto
llamé a mi hijo.
Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y
mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años,
de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado. Así se cumplió lo que
había sido anunciado por el profeta Jeremías: En Ramá se oyó una voz, hubo
lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- La
carta de Juan entra en el primer gran tema de su mensaje: Dios es luz,
Dios es «verdadero», Dios es transparencia, Dios es sinceridad. En
El no hay ningún desfase entre «lo que dice o muestra» … y «lo que
verdaderamente es».
- Jesucristo
está en la luz, y nosotros debemos también caminar en la luz. Juan utiliza
términos que en su contraposición nos hacen más claro el mensaje:
amar-odiar, dar vida-dar muerte, luz-tinieblas.
- Juan
se propone «desvelar» el mensaje de Cristo a los destinatarios de la carta porque
deben ahondar cada vez más en sus exigencias.
- La
luz, en el lenguaje bíblico, es sinónimo de alegría, de vida, de verdad,
de bondad, de pureza. Lo contrario de todo esto es la tiniebla, la
oscuridad, la penumbra.
- Caminar
en la luz significa realizar el proyecto de vivir en comunión con El. Pero
esto, no está al alcance de los solos medios humanos: el pecado
obstaculiza continuamente nuestro caminar en la luz y nos extravía constantemente
entre las tinieblas. Por desgracia todos tenemos la experiencia de nuestra
debilidad, y nos sentimos pecadores. Con humildad, nadie puede decir
que no tiene pecado. Sería engañarnos a nosotros mismos e ir contra la
luz. Sin embargo, esto no nos puede llenar de angustia, porque «la sangre
de Jesús nos limpia» y «si alguno peca, tenemos a uno que aboga ante el
Padre: Jesucristo, el Justo».
- La
confesión de los pecados nos mantiene en la luz y en la comunión con Dios,
pues la actitud misma de confesar los pecados es una llamada al perdón de
Dios. Caminar en la luz de Dios no es un estado adquirido de una vez para
siempre; se trata, por el contrario, de un incesante paso de las tinieblas
a la luz por la conversión y la confesión de los pecados.
- El
pecado es también una ocasión de comunión con Dios por el perdón que puede
provocar. Sólo la pretensión de estar sin pecado nos priva de esa comunión
salvadora.
- Vivir
«según la verdad», es «vivir según Dios». Es en primer lugar una exigencia
de lucidez, de santidad, de verdad.
- El
Jesús de quien habla Juan es el que ha venido en Navidad y a la vez el de
la Cruz, el que con su sangre nos purifica de todo pecado, no sólo a
nosotros, sino a todo el mundo.
***
- El
texto del evangelio de san Mateo relata la matanza de los niños inocentes
de Belén por obra del rey Herodes el Grande, despechado porque los magos
no le avisaron del lugar en el que lo encontraron. Este es el fundamento
histórico de este legendario relato que evoca la famosa matanza de los
niños israelitas en Egipto, cuando el faraón ordenó hacerlos morir
ahogados en el Nilo, para controlar así el crecimiento del pueblo hebreo
al que consideraba peligroso.
- San
Mateo quiere presentar a Jesús como el nuevo Moisés que desde su
nacimiento ha venido para dar al pueblo de Dios la nueva ley, a ser el
mediador de una alianza definitiva y a liberarlo de toda esclavitud.
El intento asesino del rey causa la muerte en torno suyo, pero, en este
contexto de homicidio, Dios se hace presente, de nuevo, por medio de su
ángel. Una nueva aparición del ángel durante el sueño de José prepara lo
necesario para el cumplimiento de su palabra liberadora que se llevará a
cabo a través de la fuga a Egipto de José con el niño y su madre. De esta
manera se cumple lo anunciado en Oseas: «De Egipto llamé a mi hijo» (cf.
Os 11,1). En un mundo de muerte causada por el temor de los poderosos,
Dios se revela como Padre, fuente de la vida para su hijo y, por medio de
él, para toda la Humanidad.
- Al
igual que el pueblo elegido, la familia de Jesús huye a Egipto para
escapar de las calamidades que sobrevinieron en Palestina hacia el final
del reinado de Herodes el Grande. Esta peregrinación les sirvió para
madurar sus opciones de fe y estar preparados para los continuos llamados
de Dios.
- El
sacrificio de estos niños inocentes y las lágrimas de sus madres se
convierten en símbolo de tantos niños que son injustamente tratados y han
sufrido y siguen sufriendo sin ninguna culpa.
- Estos
niños mártires, hoy, también tienen nombres concretos en niños que siguen
siendo asesinados víctimas de la pobreza, del desamparo, de la miseria.
Mueren porque sus padres no llegan a los hospitales, porque no pueden
pagar sus medicamentos, o simplemente porque no pueden darles de comer.
- Mueren
miles de niños víctimas de la violencia familiar, de la prostitución
infantil y de la delincuencia juvenil. Mueren en las calles, que
para muchos es el único hogar que conocen, con hambre, frío, desnudos,
sucios y analfabetos; empachados de drogas y con la nostalgia de no haber
sido amados por alguien.
- El
amor de Dios se ha manifestado en la Navidad. Pero el mal existe, y el
desamor de los hombres ha ocasionado a lo largo de la historia mucha
muerte inocente.
- José
y María empiezan a experimentar que los planes de Dios exigen una
disponibilidad nada cómoda. La huida y el destierro no son precisamente un
adorno poético en la historia de la Navidad.
- De
esta experiencia brota una enseñanza para la comunidad de discípulos que
nace y crece en un contexto de amenazas a la vida. El discípulo está
llamado a hacer una experiencia de exilio, no de evasión, respecto a su
entorno, para trabajar comprometidamente con la vida amenazada. Nuestra
opción de fe nos invita constantemente a levantarnos, nos hace estar
atentos a las cosas que pasan a nuestro alrededor, porque es el lugar
donde Dios habla.
- También
hoy el ángel del Señor nos invita a preservar la vida poniendo distancia
de los que la amenazan y de esa forma, convertirnos en signo de esperanza
para los inocentes que están expuestos a la matanza.
PARA DISCERNIR
- ¿Nos quedamos
contemplando horrorizados la muerte de los inocentes sin ver la que ocurre
a nuestro alrededor?
- ¿Tomamos
alguna actitud en defensa de la vida amenazada?
- ¿Qué
postura tomamos ante la constante amenaza a la vida no nacida?
ARZOBISPADO
DE BUENOS AIRES
Vicaría
de Pastoral