¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, a la
manera de la lecto divina, en este jueves de la 16ª semana del Tiempo Ordinario,
ciclo A.
Dios nos bendice...
Lectio Divina: Mateo
13,10-17
Lectio
Jueves, 23 de julio de 2020
1) Oración inicial
Muéstrate propicio con tus hijos, Señor, y multiplica sobre ellos dones
de tu gracia, para que, encendidos de fe, esperanza y caridad, perseveren
fielmente en el cumplimiento de tu ley. Por nuestro Señor.
2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo 13,10-17
Y acercándose los discípulos le dijeron: «¿Por qué les hablas en parábolas?» Él les respondió: « Es que a vosotros se os ha dado conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. En ellos se cumple la profecía de Isaías:
Oír, oiréis, pero no entenderéis,
mirar, miraréis, pero no veréis.
Porque se ha embotado el corazón de este pueblo,
han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado;
no sea que vean con sus ojos,
con sus oídos oigan,
con su corazón entiendan y se conviertan,
y yo los sane.
«¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron.
3) Reflexión
• El Capítulo 13 nos presenta el Sermón de las Parábolas. Siguiendo el
texto de Marcos (Mc 4,1-34), Mateo omitió la parábola de la semilla que germina
sola (Mc 4,26-29), amplió la discusión sobre el porqué de las parábolas (Mt
13,10-17) y aumentó las parábolas del trigo y la cizaña (Mt 13,24-30), de la
levadura (Mt 13,33), del tesoro (Mt 13,44), de la perla (Mt 13,45-46) y de la
red (Mt 13,47-50). Junto con las parábolas del sembrador (Mt 13,4-11) y del
grano de mostaza (Mt 13,31-32), son en todo siete parábolas las del Sermón de
las Parábolas (Mt 13,1-50).
• Mateo 13,10: La pregunta. En el evangelio de Marcos los discípulos
piden una explicación de las parábolas (Mc 4,10). Aquí en Mateo, la perspectiva
es otra. Quieren saber porqué Jesús, cuando habla a la multitud, sólo habla en
parábolas: "¿Por qué usas parábolas para hablar con ellos?" ¿Cuál es
el motivo de esta diferencia?
• Mateo 13,11-13: A ustedes les es dado conocer el misterio del Reino.
Jesús responde: "«Es que a vosotros se os ha dado conocer los misterios
del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene se le dará y le
sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará. ”. ¿Porqué a
los apóstoles era dado conocer y a los otros no? Una comparación para ayudar en
la comprensión. Dos personas escuchan a la madre que enseña sobre algo:
"quien ama, no corta no cose…”. Una de las dos personas que escucha es
hija y la otra no lo es. La hija entiende y la otra no entiende nada. ¿Por qué?
Porque en casa de la madre, la expresión "cortar y coser" significaba
calumniar. Así, la enseñanza de la madre ayuda a la hija a que entienda mejor
cómo practicar el amor. Crece en ella aquello que ya sabía. A quien tiene se le
dará y le sobrará. La otra persona no entendió nada y perdió hasta lo poco que
pensaba entender respecto del amor y del ‘cortar y coser’. Se quedó confusa y
no consiguió entender qué tenía que ver el amor con ‘cortar y coser’. Quien no
tiene, aún aquello que tiene se le quitará. Una parábola revela y esconde ¡al
mismo tiempo! Revela para “los de dentro”, que aceptan a Jesús como Mesías
Siervo. Esconde para los que insisten en decir que el Mesías será y debe ser un
Rey Glorioso. Estos entienden las imágenes de la parábola, pero no llegan a
entender su significado. En cuanto a los discípulos, crecen en aquello que ya
saben respecto del Mesías. Los otros no entienden nada y pierden hasta lo poco
que pensaban saber sobre el Reino y el Mesías.
• Mateo 13,14-15: La realización de la profecía de Isaías. Como la
otra vez (Mt 12,18-21), en esta reacción diferente de la gente y de los
fariseos ante la enseñanza de las parábolas, Mateo ve de nuevo una realización
de la profecía de Isaías. Y hasta cita por extenso el texto de Isaías que dice
así: “Oír, oiréis, pero no entenderéis,
mirar, miraréis, pero no veréis.
Porque se ha embotado el corazón de este pueblo,
han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado;
no sea que vean con sus ojos,
con sus oídos oigan,
con su corazón entiendan y se conviertan,
y yo los sane.
mirar, miraréis, pero no veréis.
Porque se ha embotado el corazón de este pueblo,
han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado;
no sea que vean con sus ojos,
con sus oídos oigan,
con su corazón entiendan y se conviertan,
y yo los sane.
• Mateo 13,16-17: Dichosos los ojos que ven lo que estáis viendo. Todo
esto explica la frase final: “«¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y
vuestros oídos, porque oyen! Pues os aseguro que muchos profetas y justos
desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros
oís, pero no lo oyeron.”
• Las parábolas: una nueva manera de hablar a la gente sobre Dios. La
gente queda impresionada con la manera que Jesús tiene de enseñar. “¡Una nueva
enseñanza! ¡Dada con autoridad! ¡Diferente a la de los escribas!” (Mc 7,28).
Jesús tenía una capacidad muy grande de encontrar imágenes bien sencillas para
comparar las cosas de Dios con las cosas de la vida que el pueblo conocía y
experimentaba en su lucha diaria para sobrevivir. Esto supone dos cosas: estar
por dentro de las cosas de la vida de la gente, y estar por dentro de las cosas
de Dios, del Reino de Dios. En algunas parábolas acontecen cosas que no
acostumbran acontecer en la vida. Por ejemplo, ¿dónde se vio un pastor de cien
ovejas que abandona a las noventa y nueve para encontrar aquella única que se
perdió? (Lc 15,4) ¿Dónde se vio a un padre que acoge con una fiesta al hijo que
ha malgastado todos sus bienes, sin decirle una palabra de reproche? (Lc
15,20-24). ¿Dónde se vio a un samaritano ser mejor que el levita y el
sacerdote? (Lc 10,29-37). La parábola induce a pensar. Nos lleva a implicarnos
en la historia desde nuestra propia experiencia de vida. Hace que nuestra
experiencia nos lleve a descubrir que Dios está presente en lo cotidiano de
nuestra vida. La parábola es una forma participativa de enseñar, de educar. No
nos da todo cambiado en un minuto. No hace saber, sino que hace descubrir. La
parábola cambia la mirada, hace que la persona sea contemplativa, observadora
de la realidad. Aquí está la novedad de la enseñanza de las parábolas de Jesús,
distinta de la de los doctores que enseñaban que Dios se manifestaba sólo en la
observancia de la Ley. Para Jesús “el Reino no es fruto de observancia. ¡El
Reino está presente en medio de ustedes!” (Lc 17,21). Pero los oyentes no
siempre lo perciben.
4) Para la reflexión personal
• Jesús dice: “Es que a vosotros se os ha dado conocer los misterios
del Reino de los Cielos”. Cuando leo los evangelios, ¿soy como los que no
entienden nada o como aquel a quien le he dado conocer el Reino?
• ¿Cuál es la parábola de Jesús con la que más me identifico? ¿Por qué?
5) Oración final
Tu amor, Señor, llega al cielo,
tu fidelidad alcanza las nubes;
tu justicia, como las altas montañas,
tus sentencias, profundas como el océano. (Sal 36,6-7)
tu fidelidad alcanza las nubes;
tu justicia, como las altas montañas,
tus sentencias, profundas como el océano. (Sal 36,6-7)
Orden de los Carmelitas