¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en ese miércoles de la
9ª semana del Tiempo Ordinario.
Dios nos bendice...
LECTIO DIVINA: MARCOS
12,18-27
Lectio:
Miércoles, 6 junio,
2018
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Señor, nos acogemos
confiadamente a tu providencia, que nunca se equivoca; y te suplicamos que
apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquellos beneficios que pueden
ayudarnos para la vida presente y la futura. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del santo Evangelio según
Marcos 12,18-27
Se le acercan unos saduceos, esos que niegan que haya resurrección, y le preguntaban: «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de alguno y deja mujer y no deja hijos, que su hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermano. Eran siete hermanos: el primero tomó mujer, pero murió sin dejar descendencia; también el segundo la tomó y murió sin dejar descendencia; y el tercero lo mismo. Ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos, murió también la mujer. En la resurrección, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer.»
Jesús les contestó: «¿No estáis en un error precisamente por esto, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios? Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en los cielos. Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos. Estáis en un gran error.»
Se le acercan unos saduceos, esos que niegan que haya resurrección, y le preguntaban: «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de alguno y deja mujer y no deja hijos, que su hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermano. Eran siete hermanos: el primero tomó mujer, pero murió sin dejar descendencia; también el segundo la tomó y murió sin dejar descendencia; y el tercero lo mismo. Ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos, murió también la mujer. En la resurrección, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer.»
Jesús les contestó: «¿No estáis en un error precisamente por esto, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios? Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en los cielos. Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos. Estáis en un gran error.»
3) Reflexión
• En el evangelio de hoy
sigue el enfrentamiento entre Jesús y las autoridades. Después de los
sacerdotes, de los ancianos y de los escribas (Mc 12,1-12) y de los fariseos y
herodianos (Mc 12,13-17), ahora aparecen los saduceos que plantean una pregunta
sobre la resurrección. Asunto polémico, que enfrentaba a saduceos y fariseos
(Mc 12,18-27; cf. At 23,6-1).
• En las comunidades cristianas
de los años setenta, época en que Marcos escribe su evangelio, había algunos
cristianos que, para no ser perseguidos, trataban de conciliar el proyecto de
Jesús con el proyecto del imperio romano. Los otros que resistían al imperio
eran perseguidos, acusados e interrogados por las autoridades o por los vecinos
que se sentían incómodos por el testimonio de ellos. La descripción de los
conflictos de Jesús con las autoridades era una ayuda muy grande para que los
cristianos no se dejaran manipular por la ideología del imperio. Leyendo estos
episodios de conflicto de Jesús con las autoridades, los cristianos perseguidos
se animaban y cobran valor para seguir el camino.
• Marcos 12,18-23. Los
Saduceos. Los saduceos era una élite aristocrática de latifundistas y
comerciantes. Eran conservadores. No aceptaban la fe en la resurrección. En
aquel tiempo esa fe comenzaba a ser valorada por los fariseos y por la piedad
popular. Animaba a la resistencia del pueblo contra el dominio tanto de los
romanos como de los sacerdotes, de los ancianos y de los saduceos. Para los
saduceos, el reino mesiánico estaba ya presente en la situación de bienestar
que ellos estaban viviendo. Ellos seguían la así llamada “Teología de la
Retribución” que distorsionaba la realidad. Según esta teología, Dios retribuye
con riqueza y bienestar a los que observan la ley de Dios, y castiga con
sufrimiento y pobreza a los que practican el mal. Así, se entiende por qué los
saduceos no querían mudanzas. Querían que la religión permaneciera tal y como
era, inmutable, como Dios mismo. Por esto, no aceptaban la fe en la
resurrección y en la ayuda de los ángeles, que sostenía la lucha de los que
buscaban mudanzas y liberación.
• Marcos 12,19-23. La
pregunta de los Saduceos. Llegan hasta Jesús y, para criticar y ridiculizar la
fe en la resurrección, cuentan el caso ficticio de aquella mujer que se casó
siete veces y, al final, se murió sin tener hijos. La así llamada ley del
levirato obligaba a la viuda sin hijos a que se casara con el hermano del marido
fallecido. El hijo que naciera de este nuevo casamiento era considerado hijo
del marido fallecido. Así, éste tendría una descendencia. Pero en el caso
propuesto por los saduceos, la mujer, a pesar de haber tenido siete maridos, se
quedó sin marido: Ellos preguntaron a Jesús.:“ En la resurrección, cuando
resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron por
mujer.»" Era para decir que creer en la resurrección llevaría a la persona
a que aceptara lo absurdo.
• Marcos 12,24-27: La respuesta
de Jesús. Jesús responde duramente. “Estáis en un error precisamente por esto,
por no entender la Escritura, ni el poder de Dios!” Jesús explica que la
condición de las personas después de la muerte será totalmente diferente de la
condición actual. Después de la muerte ya no habrá casamientos, sino que todos
seremos como ángeles en el cielo. Los saduceos imaginaban la vida en cielo
igual a la vida en la tierra. Al final, Jesús concluye: “Nuestro Dios no es un
Dios de muertos, sino de vivos. Estáis en un gran error!” Los discípulos y las
discípulas deben estar en alerta: quien estuviera del lado de estos saduceos
estará del lado opuesto de Dios
4) Para la reflexión
personal
• ¿Cuál es hoy el sentido
de esta frase: “Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos”?
• ¿Creo en la resurrección? ¿Qué significa para mí: “creo en la resurrección de la carne y en la vida eterna”?
• ¿Creo en la resurrección? ¿Qué significa para mí: “creo en la resurrección de la carne y en la vida eterna”?
5) Oración final
A Ti levanto mis ojos,
Tú que habitas en el cielo.
Lo mismo que los ojos de los siervos
miran a la mano de sus amos,
lo mismo que los ojos de la sierva
miran a la mano de su señora,
nuestros ojos miran al Señor, nuestro Dios,
esperando que se apiade de nosotros. (Sal 123,1-2)
Tú que habitas en el cielo.
Lo mismo que los ojos de los siervos
miran a la mano de sus amos,
lo mismo que los ojos de la sierva
miran a la mano de su señora,
nuestros ojos miran al Señor, nuestro Dios,
esperando que se apiade de nosotros. (Sal 123,1-2)
Orden de los Carmelitas