martes, 9 de septiembre de 2014

Oremos siempre, pero más para tomar grandes decisiones

¡Amor y paz!

La oración es el abono para la planta de la fe. Sin ella, la fe se marchita. Sin la fe no nos podemos comunicar con Dios y sin la comunicación con Dios nuestra vida espiritual se debilita y pierde su rumbo.

Por eso, Jesús nos da ejemplo de oración. Lo hace todos los días, en el día o en la noche. Está en permanente sintonía con Dios y esa comunicación se intensifica cuando debe tomar decisiones importantes. El Evangelio nos cuenta hoy que el Señor oró toda la noche y al día siguiente eligió a sus discípulos.

Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en ese martes de la XXIII Semana del Tiempo Ordinario.

Dios los bendiga…

Evangelio según San Lucas 6,12-19. 
En esos días, Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos. 

Comentario

El evangelio de hoy nos presenta a Jesús que va a elegir a doce discípulos, pero antes pasa toda la noche en oración, comunicándose con el Padre. Con estos doce apóstoles Jesús quiere conformar un «nuevo pueblo» en el que se van a cumplir las promesas de Dios anunciadas en el Antiguo Testamento.

La elección de estos doce apóstoles la hace Jesús en un momento clave de su ministerio: hasta ahora Lucas ha hecho varias constataciones de las enseñanzas de Jesús en diferentes lugares de Galilea, probablemente muchos ya lo siguen, pero ahora va a tener lugar el anuncio de un plan específico, concreto, para todo el que se arriesgue a seguirle.

Hoy celebra la liturgia a San Pedro Claver  que se definía a sí mismo con estas palabras: “yo Pedro Claver, esclavo de los negros para siempre”.

En el puerto de la actual Cartagena, en Colombia, se vendían y se compraban por miles los esclavos traídos de África para trabajar en las grandes propiedades de los terratenientes de la época. Durante cuarenta años se convirtió en apóstol de los esclavos negros. Carecía de la comprensión y el apoyo de los hombres, pero Dios le dio una fuerza y perseverancia heroica.

Muchos, aun entre los que se sentían molestos con la caridad del padre Claver, sabían que hacia la obra de Dios siendo un gran profeta del amor evangélico que no tiene fronteras ni color. Se dice que llegó a catequizar y bautizar a más de 300,000 negros. El santo fue acusado de ser indiscreto con su interés por los esclavos y de haber “profanado” los Sacramentos al dárselos a criaturas que apenas tienen alma, como afirmaban algunos.

S. Pedro Claver es un ejemplo para nosotros hoy día, pues sigue existiendo el trato discriminatorio e inhumano contra nuestros hermanos negros, por ejemplo con los que intentan por todos los medios entrar en Europa para conseguir un poco más de bienestar: nadie puede contar cuántos han naufragado y desparecido en el mar , en el intento.

Carlos Latorre
Misionero Claretiano

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