¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este viernes de la
26 semana del Tiempo Ordinario.
Dios nos bendice...
LECTIO DIVINA: LUCAS
10,13-16
Lectio:
Viernes, 5 octubre, 2018
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, que manifiestas
especialmente tu poder con el perdón y la misericordia; derrama incesantemente
sobre nosotros tu gracia, para que, deseando lo que nos prometes, consigamos
los bienes del cielo. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Lucas
10,13-16
En aquel tiempo Jesús dijo:
«¡Ay de ti, Corazaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se
hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que,
sentados con sayal y ceniza, se habrían convertido. Por eso, en el Juicio habrá
menos rigor para Tiro y Sidón que para vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿hasta
el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás! «Quien a
vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me
rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.»
3) Reflexión
● El evangelio de hoy da
continuidad al envío de los setenta y dos discípulos y discípulas (Lc 10,1-12).
Al final de este envío Jesús decía que había que sacudirse el polvo de los zapatos
cuando los misioneros no fueran recibidos (Lc 10,10-12). El evangelio de hoy
acentúa y amplía las amenazas a los que no aceptan recibir la Buena Noticia.
● Lucas 10,13-14: Ay
de ti Corazón y Betsaida. El espacio por donde Jesús anduvo durante
aquellos tres años de su vida misionera era pequeño. Abarcaba unos pocos
kilómetros cuadrados a lo largo del Mar de Galilea alrededor de las ciudades de
Cafarnaún, Betsaida y Corazín. Fue en este espacio tan pequeño que Jesús
realizó la mayor parte de sus discursos y milagros. El vino a salvar a la
humanidad entera, y casi no salió del limitado espacio de su tierra.
Trágicamente, Jesús tuvo que constatar que la gente de aquellas ciudades no
quiso aceptar el mensaje del Reino y no se convirtió. Las ciudades se encerraron
en la rigidez de sus creencias, tradiciones y costumbres y no aceptaron la
invitación de Jesús para mudar de vida. “¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti,
Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se
han hecho en vosotras, tiempo ha que, sentados con sayal y ceniza, se habrían
convertido.”Jesús compara las dos ciudades con Tiro y Sidón que, en el
pasado, fueron enemigos temibles de Israel, maltrataron al pueblo de Dios. Por
eso, fueron maldecidas por los profetas (Is 23,1; Jr 25,22; 47,4; Ez 26,3;
27,2; 28,2; Jl 4,4; Am 1,10). Y ahora, Jesús dice que estas mismas ciudades,
símbolos de toda la maldad hecha al pueblo en el pasado, se hubieran convertido
si hubieran acontecido tantos milagros como en Corazón y en Betsaida.
● Lucas 10,15: ¡Ay de
ti Cafarnaún! “Y tú, Cafarnaún, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el
Hades te hundirás! Jesús evoca la condena que el profeta Isaías lanzó
contra Babilonia. Orgullosa y prepotente, Babilonia pensaba: ”Voy a
subir hasta el cielo, y levantaré mi trono encima de las estrellas de Dios; me
sentaré en la montaña donde se reúnen los dioses, allá donde el Norte se
termina; subiré a la cumbre de las nubes, seré igual al Altísimo" (Is
14,13-14). ¡Pensaba! Pero se engañaba de lo lindo. Aconteció lo contrario. Dice
el profeta: “Mas, ¡ay! has caído en las honduras del abismo, en el
lugar adonde van los muertos” (Is 14,15). Jesús compara Cafarnaún a
esta terrible Babilonia que destruyó la monarquía y el templo y llevó al pueblo
al cautiverio del cual no se recupero nunca jamás. Al igual que Babilonia,
Cafarnaún pensaba ser algo, pero fue a parar en la sima del infierno. El
evangelio de Mateo compara Cafarnaún con la ciudad de Sódoma, símbolo de la
peor perversión, que fue destruída por la ira de Dios (Gén 18,16 a 19,29).
Sódoma se hubiese convertido si hubiese visto los milagros que Jesús hizo en
Cafarnaún (Mt 11,23-24). Hoy sigue la misma paradoja. Muchos de nosotros, que
somos católicos desde la infancia, tenemos tantas convicciones consolidadas,
que nadie es capaz de convertirnos. Y en algunos lugares, el cristianismo, en
vez de ser fuente de cambio y de conversión, se ha vuelto el reducto de las
fuerzas más reaccionarias de la política del país.
● Lucas 10,16: Quien
a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me
rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado. La
frase acentúa la identificación de los discípulos con Jesús en cuanto rechazado
por las autoridades. En Mateo la misma frase de Jesús colocada en otro
contexto, acentúa la identificación de los discípulos con Jesús en cuanto
acogido por el pueblo (Mt 10,40). Tanto en el uno como en el otro caso, es en
la entrega total que los discípulos se identifican con Jesús y que se realiza
su encuentro con Dios, y que Dios se deja encontrar por aquel que le busca.
4) Para la reflexión
personal
● Mi ciudad y mi país,
¿merecen la advertencia de Jesús contra Cafarnaún, Corazín y Betsaida?
● ¿Cómo me identifico con
Jesús?
5) Oración final
Guárdame, oh Dios, que en
ti me refugio.
Digo al Señor: «Tú eres mi Señor,
mi bien, nada hay fuera de ti».
El Señor es la parte de mi herencia y de mi copa,
tú aseguras mi suerte. (Sal 16,1-2,5)
Digo al Señor: «Tú eres mi Señor,
mi bien, nada hay fuera de ti».
El Señor es la parte de mi herencia y de mi copa,
tú aseguras mi suerte. (Sal 16,1-2,5)
Orden de los Carmelitas