jueves, 6 de mayo de 2010

LA FALTA DE AMOR, ORIGEN DE LA CRISIS DE NUESTRA SOCIEDAD

¡Amor y paz!

Ayer Jesús se valió de la metáfora acerca de la vid y los sarmientos para invitarnos a ‘permanecer’ en Él y así poder dar fruto. Hoy concreta que se trata de permanecer en su amor guardando sus mandamientos.

Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este Jueves de la Quinta Semana de Pascua.

Dios los bendiga…

Evangelio según San Juan 15,9-11.

Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.

Comentario

"Yo los amo... como el Padre me ama a mí"... Jesús explicita el tipo de amor que les tiene a sus discípulos: un amor parecido al del Padre y basado en el cumplimiento de sus mandamientos. El eje fundamental de la enseñanza de Jesús es la práctica del amor. Por las energías que despierta y los caminos que abre, el amor es la gran fuerza que mueve al ser humano. El hecho de que Jesús proponga un amor fundamentado en la obediencia, no le quita valor. Al contrario, lo libera y lo vuelve expedito, ya que garantiza el crecimiento del grupo al establecer el amor sobre relaciones solidarias, igualitarias, justas y fraternas.

Si quisiéramos identificar la principal causa de la crisis de nuestra sociedad, tendríamos que decir que es la falta de amor. Hace falta en las relaciones sociales ese sentimiento que nos acerca y nos permite reconocer en el otro y en la otra a un hermano/a, sabiendo que somos hijos de un mismo padre. Sin embargo, los esfuerzos individuales no son suficientes. A la cabeza de los sistemas que rigen nuestras sociedades hay ideologías que fomentan el egoísmo y la individualidad, el bienestar de unos pocos a costa del malestar de muchos.

Hoy, cuando un nuevo ídolo se erige como paradigma universal, proclamando como ley suprema "la libre economía y el libre mercado", se hace urgente volver al mandamiento del amor. Es necesaria una renovación de las mentes y de las estructuras sociales, donde las propuestas y las nuevas experiencias surjan de los sectores sociales tradicionalmente marginados y explotados. La "alegría será completa" (v. 11) sólo cuando el amor sea la alternativa que supere la lógica de la supervivencia del más fuerte.

Servicio Bíblico Latinoamericano
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