¡Amor
y paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este miercoles de la 1ª semana
de Advienti, ciclo A.
Dios
nos bendice...
Lectio
Divina: Mateo 15,29-37
Lectio
Miércoles,
4 Diciembre , 2019
1)
Oración inicial
Señor y Dios nuestro, prepara nuestros corazones con la
fuerza de tu Espíritu para que, cuando llegue Jesucristo, tu Hijo, nos
encuentre dignos de sentarnos a su mesa y él mismo nos sirva en el festín
eterno. Por nuestro Señor Jesucristo. Amen.
2)
Lectura
Del santo Evangelio según Mateo 15,29-37
Pasando de allí Jesús vino junto al mar de Galilea; subió
al monte y se sentó allí. Y se le acercó mucha gente trayendo consigo cojos,
lisiados, ciegos, mudos y otros muchos; los pusieron a sus pies, y él los curó.
De suerte que la gente quedó maravillada al ver que los mudos hablaban, los
lisiados quedaban curados, los cojos caminaban y los ciegos veían; y
glorificaron al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Siento compasión de la gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino.» Le dicen los discípulos: «¿Cómo hacernos en un desierto con pan suficiente para saciar a una multitud tan grande?» Díceles Jesús: «¿Cuántos panes tenéis?» Ellos dijeron: «Siete, y unos pocos pececillos.» Él mandó a la gente acomodarse en el suelo. Tomó luego los siete panes y los peces y, dando gracias, los partió e iba dándolos a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos y se saciaron, y de los trozos sobrantes recogieron siete espuertas llenas.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Siento compasión de la gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino.» Le dicen los discípulos: «¿Cómo hacernos en un desierto con pan suficiente para saciar a una multitud tan grande?» Díceles Jesús: «¿Cuántos panes tenéis?» Ellos dijeron: «Siete, y unos pocos pececillos.» Él mandó a la gente acomodarse en el suelo. Tomó luego los siete panes y los peces y, dando gracias, los partió e iba dándolos a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos y se saciaron, y de los trozos sobrantes recogieron siete espuertas llenas.
3)
Reflexión
El evangelio de hoy es como el sol que surge. El sol es
siempre el mismo, todos los días, y alegra la vida, hace crecer las plantas. El
peligro mayor es la rutina. La rutina mata el evangelio y apaga el sol de la
vida.
• Los elementos que componen un relato del evangelio son
siempre los mismos: Jesús, el monte, el mar, los enfermos, la multitud, los
problemas de la vida. A pesar de conocerlos bien, como el sol de cada día,
estos elementos traen siempre un mensaje nuevo.
• Al igual que Moisés, Jesús sube al monte y la gente se
reúne a su alrededor. Llega con sus problemas: enfermos, cojos, ciegos, mudos,
sordos, muchos problemas… No solamente gente mayor, adultos, sino que también
los pequeños…Son el comienzo del nuevo pueblo de Dios que se reúne alrededor del
nuevo Moisés. Jesús sana a todos.
• Jesús llama a los discípulos. Tiene compasión de la
gente que no tiene nada que comer. Según los discípulos, la solución tiene que
llegar de fuera: “¿De dónde sacar pan para tanta gente?” Según Jesús la
solución tiene que venir de la gente: ¿Cuántos panes tienen?” –“Siete y unos
cuantos peces”. Con estos pocos panes y peces Jesús sacia el hambre de todos, y
sobran panes y peces. Si hoy la gente compartiese lo que tiene, no habría
hambre en el mundo. ¡Sobrarían muchas cosas! Realmente, ¡otro mundo es posible!
• El relato de la multiplicación de los panes evoca la
eucaristía y revela su valor cuando dice: “Jesús tomó el pan en sus manos, lo
bendijo, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos”.
4)
Para la reflexión personal
• Jesús tiene compasión. ¿Tengo compasión por los
problemas de la humanidad? ¿Hago algo?
• Los discípulos esperan que la solución venga de fuera. Jesús pide una solución desde dentro. ¿Yo?
• Los discípulos esperan que la solución venga de fuera. Jesús pide una solución desde dentro. ¿Yo?
5)
Oración final
Ahí viene el Señor con poder,
y su brazo lo sojuzga todo (Is 40,10)
y su brazo lo sojuzga todo (Is 40,10)
Orden
de los Carmelitas