¡Amor y paz!
Los invito, hermanos,
a leer y meditar el Evangelio, en este Martes Santo.
Dios nos bendice...
Lectio Divina: Juan 13,21-33.36-38
Lectio
Martes, 16 Abril ,
2019
Tiempo de
Cuaresma
1) Oración inicial
Dios todopoderoso y
eterno, concédenos participar tan vivamente en las celebraciones de la pasión
del Señor, que alcancemos tu perdón. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del
Evangelio según Juan 13,21-33.36-38
Cuando dijo estas
palabras, Jesús se turbó en su interior y declaró:
«En verdad, en verdad
os digo que uno de vosotros me entregará.» Los discípulos se miraban unos a
otros, sin saber de quién hablaba. Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba,
estaba a la mesa al lado de Jesús. Simón Pedro le hace una seña y le dice: «Pregúntale
de quién está hablando.» Él, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice:
«Señor, ¿quién es?» Le responde Jesús: «Es aquel a quien dé el bocado que voy a
mojar.» Y, mojando el bocado, lo toma y se lo da a Judas, hijo de Simón
Iscariote. Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás. Jesús le dice: «Lo
que vas a hacer, hazlo pronto.» Pero ninguno de los comensales entendió por qué
se lo decía. Como Judas tenía la bolsa, algunos pensaban que Jesús quería
decirle: «Compra lo que nos hace falta para la fiesta», o que diera algo a los
pobres. En cuanto tomó Judas el bocado, salió. Era de noche. Cuando salió, dice
Jesús: «Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado
en él. Si Dios ha sido glorificado en él, Dios también le glorificará en sí
mismo y le glorificará pronto. «Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con
vosotros. Vosotros me buscaréis, y, lo mismo que les dije a los judíos, que
adonde yo voy, vosotros no podéis venir, os digo también ahora a vosotros.
Simón Pedro le dice: «Señor, ¿a dónde vas?» Jesús le respondió: «Adonde yo voy
no puedes seguirme ahora; me seguirás más tarde.» Pedro le dice: «¿Por qué no
puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti.» Le responde Jesús: «¿Que darás
tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes que tú
me hayas negado tres veces.»
3) Reflexión
• Estamos en el
segundo día de la Semana Santa. Los textos del evangelio de estos días nos
confrontan con los hechos terribles que llevarán a la detención y a la condena
de Jesús. Los textos nos traen sólo las decisiones de las autoridades
religiosas y civiles contra Jesús, pero no nos relatan las traiciones y
negaciones de los discípulos que posibilitaron la detención de Jesús por parte
de las autoridades y contribuyeron enormemente a aumentar el sufrimiento de
Jesús.
• Juan 13,21: El
anuncio de la traición. Después de haber lavado los pies de los discípulos (Jn
13,2-11) y de haber hablado de la obligación que tenemos de lavarnos los pies
unos a otros (Jn 13,12-16), Jesús se conmueve profundamente. Y no era para
menos. Mientras él estaba haciendo aquel gesto de total entrega de sí mismo, a
su lado un discípulo estaba tramando cómo traicionarlo en aquella misma noche.
Jesús expresa su conmoción y dice: “En verdad os digo: uno de vosotros me
entregará” No dice: “Judas me entregará”, sino “uno de vosotros”. Alguien del
círculo de amistad será el traidor.
• Juan 13,22-25: La
reacción de los discípulos. Los discípulos se asustan. No esperaban esta
declaración tan seria de que uno de ellos les iba a traicionar. Pedro hace una
señal a Juan y pregunta a Jesús quién de los doce iba a cometer la traición.
Señal de que no entendían quién podía ser el traidor. O sea señal de que la
amistad entre ellos no había llegado todavía a la misma transparencia de Jesús
para con ellos (cf. Jn 15,15). Juan se inclina cerca de Jesús y pregunta:
“¿Quién es?”
• Juan 13,26-30: Jesús
indica Judas. Jesús dice: “Es aquel a quien dé el bocado que voy a mojar.”
Aquel a quien voy a dar un pedazo de pan mojado. Toma un pedazo de pan, lo moja
y lo da a Judas. Era un gesto común y normal que los participantes en una cena
acostumbraban tener entre ellos. Y Jesús dice a Judas: “¡Lo que vas a hacer,
hazlo pronto!” Judas tenía una bolsa común. Era el encargado de comprar las
cosas y de dar limosna a los pobres. Por eso, nadie percibió nada de especial
en el gesto y en la palabra de Jesús. En esta descripción del anuncio de la
traición ésta es una evocación del salmo en el que el salmista se queja del
amigo que lo traicionó: “Hasta mi amigo seguro, en el que yo confiaba, que mi
pan compartía, me trata con desprecio” (Sal 41,10; cf. Sal 55,13-15). Judas
percibe que Jesús estaba enterado de todo (Cf. Jn 13,18). Sin embargo, no
vuelve atrás, y se mantiene en la decisión de traicionar a Jesús. Es ahora
cuando ocurre la separación entre Judas y Jesús. Juan dice que Satanás entró en
él. Judas se levantó y se fue. Se puso al lado del adversario (satanás). Juan
comenta: “Era de noche”. Era la oscuridad.
• Juan 13,31-33:
Comienza la glorificación de Jesús. Es como si la historia hubiese esperado
este momento de separación entre la luz y las tinieblas. Satanás (el
adversario) y las tinieblas entran en Judas cuando decide de ejecutar aquel que
está tramando. En este mismo instante se hace la luz en Jesús que declara:
“Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él.
¡Si Dios ha sido glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y
le glorificará pronto!” Lo que va a acontecer de aquí en adelante es contagio
regresivo. Las grandes decisiones fueron ya tomadas, tanto de parte de Jesús
(Jn 12,27-28) como de parte de Judas, ahora. Los hechos se precipitan. Y Jesús
avisa: “Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros”. Falta poco para
que se realice el paso, la Pascua.
• Juan 13,34-35: El
mandamiento nuevo. El evangelio de hoy omite estos dos versos sobre el
mandamiento nuevo del amor y pasa a hablar del anuncio de la negación de Pedro.
• Juan 13,36-38:
Anuncio de la negación de Pedro. Junto con la traición de Judas, el evangelio
trae también la negación de Pedro. Son los dos hechos que harán más sufrir a
Jesús. Pedro dice que está dispuesto a dar la vida por Jesús. Jesús le llama a
la realidad: “¿Que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no
cantará el gallo antes que tú me hayas negado tres veces” (Mc 14,30). Todo el
mundo sabe que el canto del gallo es rápido. Cuando pronto por la mañana el
gallo empieza a cantar, casi al mismo tiempo todos los demás gallos cantan.
Pedro es más rápido en la negación que el canto del gallo.
4) Para la reflexión
personal
• Judas, amigo, se
vuelve traidor. Pedro, amigo, se vuelve negador. ¿Y yo?
• Colocándome en la
situación de Jesús: ¿cómo se enfrenta a la negación y a la traición, al
desprecio y a la exclusión?
5) Oración final
Porque tú, Dios mío,
fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor,
desde mi juventud.
En el vientre materno
ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me
sostenías. (Sal 70)
Orden
de los Carmelitas