¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, a la
manera de la lectio divina, en este jueves de la 4ª semana del Tiempo
Ordinario, ciclo A.
Dios nos bendice...
Lectio
Divina: Marcos 6,7-13
Lectio
Jueves,
6 de febrero de 2020
1)
Oración
Señor:
concédenos amarte con todo el corazón y que nuestro amor se extienda, también,
a todos los hombres. Por nuestro Señor.
2)
Lectura
Del
Evangelio según Marcos 6,7-13
Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos,
dándoles poder sobre los espíritus inmundos. Les ordenó que nada tomasen para
el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja;
sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas.» Y les dijo: «Cuando
entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no
os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta
de vuestros pies, en testimonio contra ellos.» Y, yéndose de allí, predicaron
que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos
enfermos y los curaban.
3)
Reflexión
•
El Evangelio de hoy continúa el de ayer. El paso por Nazaret fue doloroso para
Jesús. Fue rechazado por su misma gente (Mc 6,1-5). Lo que antes era su
comunidad, ahora ha dejado de serlo. Algo cambió. A partir de este momento,
como informa el Evangelio de hoy, Jesús empieza a andar por los poblados de
Galilea para anunciar la Buena Nueva (Mc 6,6) y a enviar a los doce en misión.
En los años 70, época en la que Marcos escribe su evangelio, las comunidades
cristianas vivían una situación difícil, sin horizonte. Humanamente hablando,
no había futuro para ellas. En el 64, Nerón empezó a perseguir a los
cristianos. En el 65, estalló la rebelión de los judíos de Palestina contra
Roma. En el 70, Jerusalén fue totalmente destruida por los romanos. Por eso, la
descripción del envío de los discípulos, después del conflicto en Nazaret, era
fuente de luz y de ánimo para los cristianos.
•
Marcos 6,7. El objetivo de la Misión. El conflicto creció y tocó de cerca a la
persona de Jesús. ¿Cómo reacciona? De dos maneras. a) Ante la cerrazón de la
gente de su comunidad, Jesús deja Nazaret y empieza a recorrer los poblados de
los alrededores (Mc 6,6). b) Expande la misión e intensifica el anuncio de la
Buena Nueva llamando a otras personas para implicarlas en la misión. “Y llama a
los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los
espíritus inmundos”. El objetivo de la misión es sencillo y profundo. Los
discípulos participan de la misión de Jesús. No pueden ir solos, sino que deben
ir de dos en dos, pues dos personas representan mejor la comunidad que una
sola, y se pueden ayudar mutuamente. Reciben poder sobre los espíritus impuros,
esto es, deben aliviar el sufrimiento de la gente y, a través de la
purificación, deben abrir las puertas de acceso directo a Dios.
•
Marcos 6,8-11. Actitudes que hay que tomar en la misión. Las recomendaciones
son sencillas: “Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón:
ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino:”Calzados con sandalias y no
vistáis dos túnicas.» Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella
hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos
de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra
ellos.". Y ellos se fueron. Es el comienzo de una nueva etapa. Ahora ya no
es sólo Jesús, sino todo el grupo va a anunciar la Buena Nueva de Dios al
pueblo. Si la predicación de Jesús ya causaba conflicto, cuanto más ahora, con
la predicación de todo el grupo. Si el misterio ya era grande, ahora va a ser
mayor aún con la misión intensificada.
•
Marcos 6,12-13. El resultado de la misión. “Y, yéndose de allí, predicaron que
se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos
enfermos y los curaban”. Anunciar la Buena Nueva, provocar la conversión o
mudanza en las personas y aliviar el dolor de la gente, curando las dolencias y
expulsando los males.
•
El envío de los discípulos en Misión. En el tiempo de Jesús había otros
movimientos de renovación. Por ejemplo, los esenios y los fariseos. Ellos
también buscaban una nueva manera de vivir en comunidad y tenían a sus
misioneros (Cf. Mt 23,15). Pero cuando iban en misión, iban prevenidos.
Llevaban bolsa y dinero para cuidar de su propia comida. Desconfiaban de la
comida de la gente porque no era siempre ritualmente “pura”. Al contrario de
los otros misioneros, los discípulos y las discípulas de Jesús reciben
recomendaciones diferentes que ayudan a entender los puntos fundamentales de la
misión de anunciar la Buena Nueva, que reciben de Jesús y que es también
nuestra misión:
a)
Debían ir sin nada. No podían llevar nada, ni bolsa, ni cintura, ni bastón, ni
pan, ni sandalias, ni tener dos túnicas. Esto significa que Jesús nos obliga a
confiar en la hospitalidad. Pues aquel que va sin nada, va porque confía en la
gente y cree que la gente va a recibirlo. Con esta actitud criticaban las leyes
de exclusión, enseñadas por la religión oficial, y por medio de la nueva
práctica, mostraban que tenían otros criterios de comunidad.
b)
Debían comer lo que la gente les daba. No podían vivir separados con su propia
comida, sino que debían sentarse con los demás, en la mesa (LC 10,8). Esto
significa que, en el contacto con la gente, no debían tener miedo a perder la
pureza tal como era enseñada en la época. Con esta actitud criticaban las leyes
de la pureza en vigor y por medio de la nueva práctica, mostraban que tenían
otro acceso a la pureza, esto es, a la intimidad con Dios.
c)
Debían quedarse hospedados en la primera casa en que fueran acogidos. Debían
convivir de manera estable y no andar de casa en casa. Debían trabajar como
todo el mundo y vivir de lo que recibían en cambio, “pues el obrero merece su salario”
(Lc 10,7). Con otras palabras, ellos debían participar de la vida y del trabajo
de la gente, y la gente los acogería en su comunidad y compartiría con ellos su
comida. Significa que debían confiar en el compartir.
d)
Debían sanar a los enfermos, curar a los leprosos y expulsar los demonios (Lc
10,9; Mc 6,7.13; Mt 10,8). Debían ejercer la función de “defensor” (goêl) y
acoger para dentro del clan, dentro de la comunidad, a los que vivían
excluidos. Con esta actitud criticaban la situación de desintegración de la
vida comunitaria y apuntaban hacia salidas concretas.
Estos eran los cuatro puntos básicos que debían animar la actitud de los misioneros y de las misioneras que anunciaban la Buena Nueva de Dios en nombre de Jesús: hospitalidad, comunión alrededor de la mesa, compartir con los excluidos y acogerlos. Una vez que hubiesen cumplido con esas cuatro exigencias, tenían que gritar a los cuatro vientos: “¡El Reino ha llegado!” (cf. Lc 10,1-12; 9,1-6; Mc 6,7-13; Mt 10,6-16). Pues el Reino de Dios que Jesús nos reveló no es una doctrina, ni un catecismo, ni una ley. El Reino de Dios acontece y se hace presente cuando las personas, motivadas por su fe en Jesús, deciden vivir en comunidad para, así, dar testimonio y revelar a todos que Dios es Padre y Madre y que, por consiguiente, nosotros, los seres humanos, somos hermanos y hermanas, del Reino, del amor de Dios como Padre, que nos hace a todos hermanos y hermanas.
Estos eran los cuatro puntos básicos que debían animar la actitud de los misioneros y de las misioneras que anunciaban la Buena Nueva de Dios en nombre de Jesús: hospitalidad, comunión alrededor de la mesa, compartir con los excluidos y acogerlos. Una vez que hubiesen cumplido con esas cuatro exigencias, tenían que gritar a los cuatro vientos: “¡El Reino ha llegado!” (cf. Lc 10,1-12; 9,1-6; Mc 6,7-13; Mt 10,6-16). Pues el Reino de Dios que Jesús nos reveló no es una doctrina, ni un catecismo, ni una ley. El Reino de Dios acontece y se hace presente cuando las personas, motivadas por su fe en Jesús, deciden vivir en comunidad para, así, dar testimonio y revelar a todos que Dios es Padre y Madre y que, por consiguiente, nosotros, los seres humanos, somos hermanos y hermanas, del Reino, del amor de Dios como Padre, que nos hace a todos hermanos y hermanas.
4)
Para la reflexión personal
•
¿Tú participas de la misión como discípulo o discípula de Jesús?
•
¿Cuál es el punto de la misión de los apóstoles que tiene más importancia hoy
para nosotros? ¿Por qué?
5)
Oración final
¡Grande
es el Señor y muy digno de alabanza!
En la ciudad de nuestro Dios
está su monte santo,
hermosa colina,
alegría de toda la tierra. (Sal 48,1-2)
En la ciudad de nuestro Dios
está su monte santo,
hermosa colina,
alegría de toda la tierra. (Sal 48,1-2)
Orden
de los Carmelitas