¡Amor
y paz!
La reflexión
que nos trae el Evangelio hoy es una lección de teología: sobre los motivos de
la encarnación del Hijo de Dios, sobre nuestra disponibilidad al don de la fe,
y sobre las consecuencias de la infidelidad a la gracia. Cada frase da tema
para una meditación y revisión de vida. Debemos aprovecharla.
“La
luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz”, dice hoy
la Palabra de Dios. ¿Qué ocurre actualmente en la sociedad? ¿Qué sucede en mi vida
personal?
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este miércoles
de la 2ª. Semana de Pascua.
Dios
los bendiga…
Evangelio
según San Juan 3,16-21.
Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas. En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios".
Comentario
-Tanto
amó Dios al mundo...
Todo
viene de una iniciativa divina.
¡Nuestro
Dios es un Dios que "ama"! Es un Dios Padre.
Dios
es amor.
Medito
sobre el adverbio: Dios ha amado tanto, de tal manera ha amado, tan fuertemente
amó... Se adivina que va a hacer locuras, que este amor le llevará a hacer
cosas sorprendentes.
"El
mundo". Sin embargo se comprende un poco que Dios ame el mundo: después de
todo es su obra, es su creación, es su hijo.
-...
¡Que le dio su unigénito Hijo!
Juan
no cesa de contemplar ese "don". Jesús es el don de Dios, el regalo
maravilloso que el Padre ha dado: lo que de más precioso tenía.
Jesús
es la maravilla de Dios.
Se
tiende, a veces, a pensar que "el amor de Dios" se ha manifestado
solamente en el calvario... pero, la "venida del Hijo a este mundo"
es ya una manifestación del amor.
-Todo
el que crea en El no perecerá, sino que tendrá la "vida eterna" Dios
es el "viviente" por excelencia: la "vida" en el mayor bien
que el hombre pueda poseer.
Pues
bien, Dios ha comunicado su vida. Las imágenes son abundantes: el árbol de
vida, el camino de la vida, la fuente de la vida, el libro de vida, el pan de
vida...
Vincularse
a Dios, conformarse a su voluntad, es "vivir"...
Desobedecer
a la voluntad divina es "perecer"...
¡El
que cree, no perecerá!
-Pues
Dios ha enviado su Hijo al mundo...
Esta
fórmula será repetida más de 50 veces en el evangelio de San Juan. Es el Padre
quien ha tenido esta idea, quien ha enviado a su Hijo.
-No
para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él.
Nos
encontramos siempre con el único y mismo pensamiento: "Tanto ha amado
Dios..."
El
único deseo de Dios, el único anhelo, la gran empresa de Dios, ¡es la de
"salvar"! Basta con evocar nuestras propias experiencias, nuestros
propios amores, para experimentar cuán natural es esto: cuando se ama, se
quiere el bien para aquellos a quienes se ama.
¡Dios
quiere que "yo" sea salvado! Gracias, Señor.
¡Dios
quiere que "Un Tal" que conozco, mi hijo, mi amigo, mi colega, mi
marido, sea salvado! Gracias, Señor.
-El que
cree en El, no es juzgado.
El
que no quiere creer, ya está condenado.
Volvemos
a encontrar "la opción" radical:
Por...
o contra... Jesús.
Creer...
no creer en... Jesús.
Hay
pues una responsabilidad del hombre. ¡Qué misterio! Dios quiere salvar. Pero
algunos "rehúsan" esta salvación y se condenan a sí mismos.
-Cuando
vino la luz al mundo, los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque
sus obras eran malas. Todo el que obra mal aborrece la luz... Pero el que obra
según la verdad viene a la luz.
"Hacer
el bien"... "Hacer el mal"... Suele ser de esta manera práctica
que se hace la división. Cualquiera que hace el bien aun si no conoce a Cristo
-está ya en una cierta comunión con Dios.
NOEL QUESSON
PALABRA DE DIOS PARA CADA DIA 1
EVANG. DE ADVIENTO A PENTECOSTES
EDIT. CLARET/BARCELONA 1984.Pág. 194 s.
PALABRA DE DIOS PARA CADA DIA 1
EVANG. DE ADVIENTO A PENTECOSTES
EDIT. CLARET/BARCELONA 1984.Pág. 194 s.