¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios, en este sábado del
tiempo de Navidad.
Dios nos bendice...
Primera lectura
Lectura
de la primera carta del apóstol san Juan 2,3-11:
Queridos hermanos: En esto sabemos
que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: "Yo
le conozco", y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no
está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha
llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él. Quien dice
que permanece en él debe vivir como vivió él. Queridos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que
tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis
escuchado. Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo -lo cual es
verdadero en él y en vosotros-, pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera
brilla ya. Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún en
las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero
quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no
sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.
Salmo
Sal
95,1-2a.2b-3.5b-6 R/. Alégrese el cielo, goce la tierra
Cantad al Señor un cántico
nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.
Proclamad día tras día su
victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.
El Señor ha hecho el cielo;
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo. R/.
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo. R/.
Evangelio del día
Lectura
del santo evangelio según san Lucas 2,22-35
Cuando llegó el tiempo de la
purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a
Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del
Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la
oblación, corno dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones.»
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso,
que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había
recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al
Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto
por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor,
según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han
visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para
alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.»
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo, diciendo a María su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.»
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo, diciendo a María su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.»
Comentario
1. Ofertas de Luz
1.1 Las lecturas de hoy van unidas en el tema de la luz. El que está en Cristo tiene luz porque Cristo mismo es la luz. ¿Qué significa esto para nosotros?
1.2 Es interesante al respecto recordar que los cristianos llamaban "iluminación" a la recepción del bautismo: era entendido este sacramento como entrar en la luz.
1.3 Mas luego llegaron otras ofertas de luz. En el siglo XVIII se llamó "oscura" a la época en que la fe tenía preponderancia social y presencia académica. El tiempo entre el humanismo griego y el humanismo renacentista fue considerado una época "sombría," de modo que ser bautizado y público creyente fue considerado "oscurantismo." Los pensadores que estas cosas decían llamaron a su propio tiempo "iluminación," o, como es conocido más comúnmente, "ilustración."
1.4 La luz vuelve a ser tema en la Nueva Era. En multitud de metáforas y sugestivas imágenes la Nueva Era nos quiere invitar a acoger la luz, pero esta vez se trata de una luz que ya no predica la sola (y "fría") racionalidad sino que anuncia una especie de experiencia espiritual, de fusión con el cosmos o de conexión con potencias celestiales o mensajeros de sabiduría.
1.5 En el ambiente esotérico es común hablar de los "grandes maestros" (entre los que estaría el mismo Cristo) y presentarlos como ejemplos de verdaderos "iluminados." Según estos "nuevaeristas," la iluminación viene a través de la meditación, la superación o anulación del ego, y otras cosas que en realidad pretenden superar los males del racionalismo egocéntrico de la Modernidad, es decir, de la anterior Iluminación o Ilustración.
2. La Nueva Era Es Todo, Menos Nueva
2.1 La Primera Carta de Juan ya tuvo que tratar el tema de la gente que se creía muy iluminada pero que llevaba una vida oscura. Lo básico es que la vida tiene que resplandecer, y que una luz que se queda en el nivel del conocimiento no es luz verdadera.
2.2 El racionalismo de la Ilustración o las experiencias mentales de la Nueva Era suceden en el nivel del intelecto, esto es, de la mente entendida como superior o independiente de la realidad temporal y corporal que tenemos. La razón endiosada o el cerebro recargado de sensaciones densas se suponen superiores a la vida que transcurre más allá de la reflexión o el conocimiento. El texto de hoy va exactamente en contra de ese modo de ver las cosas.
2.3 Frente
a los que se enorgullecían de su conocimiento (que en griego se dice
"gnosis") Juan pronuncia una palabra clara: ¿cómo está tu vida? Y la
vida se refleja en criterios visibles: los mandamientos, no sólo en el sentido
de los Diez Mandamientos, que no quedan excluidos, sino en el sentido amplio de
conformidad con el querer divino. Y en cuanto ese querer significa vida y
salvación para mi hermano, tener luz es estar en camino de anunciar y
comunicar
vida, amor, salvación a mi hermano.
http://fraynelson.com/homilias.html.