¡Amor y paz!
Los invito,
hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este miércoles de la 4a semana de
Cuaresma, Ciclo C.
Dios nos bendice...
Lectio Divina: Juan 5,17-30
Lectio
Miércoles,
3 abril , 2019
Tiempo
de Cuaresma
1) Oración inicial
Señor, Dios nuestro,
que concedes a los justos el premio de sus méritos y a los pecadores que hacen
penitencia les perdonas sus pecados, ten piedad de nosotros y danos, por la
humilde confesión de nuestras culpas, tu paz y tu perdón. Por nuestro Señor.
2) Lectura del Evangelio
Del
Evangelio según Juan 5,17-30
Pero Jesús les
replicó: « Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo.» Por eso los
judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el
sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a
Dios. Jesús, pues, tomando la palabra, les decía:«En verdad, en verdad os digo:
el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo
que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre quiere al
Hijo y le muestra todo lo que él hace.
Y le mostrará obras
aún mayores que éstas, para que os asombréis.
Porque, como el Padre
resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los
que quiere.
Porque el Padre no
juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo,
para que todos honren
al Hijo como honran al Padre.
El que no honra al
Hijo no honra al Padre que lo ha enviado.
En verdad, en verdad
os digo: el que escucha mi palabra y cree en el que me ha enviado,
tiene vida eterna y no
incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida.
En verdad, en verdad
os digo: llega la hora (ya estamos en ella),en que los muertos oirán la voz del
Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. Porque, como el Padre tiene vida en
sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado
poder para juzgar, porque es Hijo del hombre.
No os extrañéis de
esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y
saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que
hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio. Yo no puedo hacer nada por
mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi
voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
3) Reflexión
• El Evangelio de Juan
es distinto de los otros tres. Revela una dimensión más profunda que sólo la fe
consigue percibir en las palabras y en los gestos de Jesús. Los Padres de la
Iglesia decían que el Evangelio de Juan es “espiritual”,
revela aquello que el Espíritu hace descubrir en
las palabras de Jesús (cf. Jn 16,12-13). Un bonito ejemplo de esta dimensión
espiritual del evangelio de Juan es el pasaje que meditamos hoy.
• Juan 5,17-18: Jesús explicita el significado
profundo de la curación del paralítico. Criticado por los judíos por haber curado en un día de sábado, Jesús
responde “Mi Padre
trabaja hasta ahora, y yo también trabajo”.
Los judíos enseñaban que en el día de sábado no se podía trabajar, pues Dios
mismo descansó y no trabajó en el séptimo día de la creación (Ex 20,8-11).
Jesús afirma lo contrario. El dice que el Padre no paró de trabajar hasta ahora. Por esto, Jesús también trabaja hasta en un día de
sábado. ¡El imita al Padre! Para Jesús, la obra criadora no terminó. Dios sigue
trabajando, sin cesar, día y noche, sustentando el universo y a todos nosotros.
Jesús colabora con el Padre dando continuidad a la obra de la creación, para
que un día todos puedan entrar en el reposo prometido. La reacción de los
judíos fue violenta. Querían matarle por dos motivos: por negar el sentido del
sábado, y por considerarse igual a Dios.
• Juan 5,19-21: El amor deja transparentar la acción
creadora de Dios. Estos versículos
revelan algo del misterio de la relación entre Jesús y el Padre. Jesús, el
hijo, vive en atención permanente ante el Padre. Aquello que ve hacer al Padre,
lo hace también él. Jesús es el reflejo del Padre. ¡Es la cara del Padre! Esta
atención total del Hijo al Padre, hace que el amor del Padre pueda entrar en el
Hijo, y a través del Hijo, pueda realizar su acción en el mundo. La gran
preocupación del Padre es vencer la muerte y hacer vivir. La curación del
paralítico fue una manera de sacar a las personas de la muerte y hacerlas
vivir. Es una manera de dar continuidad a la obra creadora del Padre.
• Juan 5,22-23: El Padre no juzga, pero confía el
juicio al hijo. Lo decisivo en la
vida es la manera en que nos colocamos ante el Creador, pues dependemos
radicalmente de él. El Creador se hace presente para nosotros en Jesús. En
Jesús habita la plenitud de la divinidad (Cf. Col 1,19). Por esto, expresamos
nuestra postura ante Dios Creador en la manera en que nos definimos ante Jesús.
Lo que el Padre quiere es que lo conozcamos y lo honremos en la revelación que
El hace de sí mismo en Jesús.
• Juan 5,24: La vida de Dios en nosotros a través
de Jesús. Dios es vida, es fuerza
creadora. Allí donde él se hace presente, la vida renace. El se hace presente
mediante la Palabra de Jesús. Quien escucha la palabra de Jesús como enviado de
Dios ya está resucitado. Ya recibió el toque vivificador que lo lleva más allá
de la muerte. Ya pasó de la muerte a la vida. La curación del paralítico es la
prueba de ello.
• Juan 5,25-29: La resurrección ya está
aconteciendo. Los muertos somos
todos nosotros que todavía no nos abrimos a la voz de Jesús que viene del
Padre. Pero “llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la
voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán”. Con la palabra de Jesús, venida
del Padre se inició una nueva creación. Ya está en camino. La palabra creadora
de Jesús va a alcanzar a todos, también a los que ya murieron. Ellos oyeron y
murieron.
• Juan 5,30: Jesús es
el reflejo del Padre. “Yo no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que
oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del
que me ha enviado”. Esta frase final es el resumen de todo lo que fue reflexionado
anteriormente. Esta era la idea que las comunidades del tiempo de Juan tenían e
irradiaban respecto a Jesús.
4) Para la reflexión personal
• ¿Cómo te imaginas la
relación entre Jesús y el Padre?
• ¿Cómo vives la fe en
la resurrección?
5) Oración final
El Señor es clemente y
misericordioso,
lento a la cólera y
rico en piedad;
el Señor es bueno con
todos,
es cariñoso con todas
sus criaturas. (Sal 144)
Orden
de los Carmelitas