¡Amor y paz!
¿Cuál es el sentido de la
institución divina del sábado? Jesús lo precisa en el Evangelio que leemos y
comentamos hoy.
Los invito, hermanos, a
leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este sábado de la semana 22ª.
del Tiempo Ordinario.
Dios los bendiga…
Evangelio según San Lucas 6,1-5.
Un sábado, en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas entre las manos, las comían. Algunos fariseos les dijeron: "¿Por qué ustedes hacen lo que no está permitido en sábado?". Jesús les respondió: "¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a sus compañeros?". Después les dijo: "El hijo del hombre es dueño del sábado".
Comentario
Hoy, ante la acusación de
los fariseos, Jesús explica el sentido correcto del descanso sabático,
invocando un ejemplo del Antiguo Testamento (cf. Dt 23,26): « ¿Ni siquiera
habéis leído lo que hizo David, (…), y tomando los panes de la presencia, que
no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, comió él y dio a los que le
acompañaban?» (Lc 6,3-4).
La conducta de David
anticipó la doctrina que Cristo enseña en este pasaje. Ya en el Antiguo
Testamento, Dios había establecido un orden en los preceptos de la Ley, de modo
que los de menor rango ceden ante los principales.
A la luz de esto, se
explica que un precepto ceremonial (como el que comentamos) cediese ante un
precepto de ley natural. Igualmente, el precepto del sábado no está por encima
de las necesidades elementales de subsistencia.
En este pasaje, Cristo
enseña cuál era el sentido de la institución divina del sábado: Dios lo había
instituido en bien del hombre, para que pudiera descansar y dedicarse con paz y
alegría al culto divino. La interpretación de los fariseos había convertido
este día en ocasión de angustia y preocupación a causa de la multitud de
prescripciones y prohibiciones.
El sábado había sido hecho
no sólo para que el hombre descansara, sino también para que diera gloria a
Dios: éste es el auténtico sentido de la expresión «el sábado fue hecho para el
hombre» (Mc 2,27).
Además, al declararse
“señor del sábado” (cf. Lc 6,5), manifiesta abiertamente que Él es el mismo
Dios que dio el precepto al pueblo de Israel, afirmando así su divinidad y su
poder universal. Por esta razón, puede establecer otras leyes, igual que Yahvé
en el Antiguo Testamento. Jesús bien puede llamarse “señor del sábado”, porque
es Dios.
Pidámosle ayuda a la
Virgen para creer y entender que el sábado pertenece a Dios y es un modo —adaptado
a la naturaleza humana— de rendir gloria y honor al Todopoderoso. Como ha
escrito Juan Pablo II, «el descanso es una cosa “sagrada”» y ocasión para
«tomar conciencia de que todo es obra de Dios».
Fr. Austin Chukwuemeka IHEKWEME
(Ikenanzizi, Nigeria)
www.sedipafmorelia.org