¡Amor
y paz!
Hoy celebra la Iglesia la fiesta de San Matías
apóstol. Matías significa: "Regalo de Dios". Este es el apóstol No. 13 (El 14 es San Pablo). Es un
apóstol "póstumo" (Se llama póstumo al que aparece después de la
muerte de otro). Matías fue elegido "apóstol" por los otros 11,
después de la muerte y Ascensión de Jesús, para reemplazar a Judas Iscariote
que se ahorcó.
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario.
Dios
los bendiga…
Evangelio
según San Juan 15,9-17.
Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto. Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.
Comentario
"Uno
de aquellos días, Pedro se puso en pie en medio de los hermanos y dijo» (Hch.
1,15s). Pedro, a quien se había encomendado el rebaño de Cristo, es el primero
en hablar, llevado de su fervor y de su primacía dentro del grupo: «Hermanos,
tenemos que elegir de entre nosotros... a uno de los que nos acompañaron». Fijaos
qué interés tiene en que los candidatos sean testigos oculares, aunque aún no
hubiera venido el Espíritu.
«Uno
de los que nos acompañaron, precisa, mientras convivió con nosotros el Señor
Jesús». Se refiere a los que habían convivido con él, y no sólo a los que
habían sido discípulos suyos. Es sabido, en efecto, que eran muchos los que lo
seguían desde el principio...» hasta el día de su ascensión, y: Como testigo de
la resurrección de Jesús.»
Pedro
no dice: «Testigo de las demás cosas», sino: «Testigo de la resurrección». Pues
merecía mayor fe quien podía decir: «El que comía, bebía y fue crucificado,
este mismo ha resucitado». No era necesario ser testigo del periodo anterior ni
del siguiente, ni de los milagros, sino sólo de la resurrección. Pues aquellos
otros hechos, habían sido públicos y manifiestos, en cambio, la resurrección se
había verificado en secreto y sólo estos testigos la conocían.
San
Juan Crisóstomo (v. 345-407), sacerdote en Antioquía, después obispo de Constantinopla,
doctor de la Iglesia Homilía 3, sobre los Hechos de los Apóstoles,
1.2.3. : PG 60, 33-36. 38 (trad. breviario 14/05)
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