¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este lunes
de la 22a semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice....
Lectio Divina: Lucas 4,16-30
Lectio
Lunes, 2 Septiembre
, 2019
Tiempo
Ordinario
1) Oración inicial
Dios todopoderoso, de
quien procede todo bien, siembra en nuestros corazones el amor de tu nombre,
para que, haciendo más religiosa nuestra vida, acrecientes el bien en nosotros
y con solicitud amorosa lo conserves. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del
Evangelio según Lucas 4,16-30
Vino a Nazaret, donde
se había criado, entró, según su costumbre, en la sinagoga el día de sábado, y
se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías,
desenrolló el volumen y halló el pasaje donde estaba escrito: El Espíritu del Señor sobre mí,
porque
me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva,
me
ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos
y la
vista a los ciegos,
para
dar la libertad a los oprimidos
y
proclamar un año de gracia del Señor.
Enrolló el volumen, lo
devolvió al ministro y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en
él. Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura que acabáis de oír se ha
cumplido hoy.» Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras
llenas de gracia que salían de su boca.
Y decían: «¿Acaso no
es éste el hijo de José?» Él les dijo: «Seguramente me vais a decir el refrán:
Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaún,
hazlo también aquí en tu patria.» Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta
es bien recibido en su patria.»
«Os digo de verdad:
Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo
por tres años y seis meses y hubo gran hambre en todo el país; y a ninguna de
ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del
profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio.»
Al oír estas cosas,
todos los de la sinagoga se llenaron de ira y, levantándose, le arrojaron fuera
de la ciudad y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual
estaba edificada su ciudad para despeñarle. Pero él, pasando por medio de
ellos, se marchó.
3) Reflexión
• Hoy comenzamos a
meditar el Evangelio de Lucas, que se prolonga a lo largo de tres meses, hasta
el final del año eclesiástico. El evangelio de hoy nos habla de la visita de
Jesús a Nazaret y de la presentación de su programa a la gente de la sinagoga. En
un primer momento, la gente queda admirada. Pero, al darse cuenta de que Jesús
quiere acoger a todos, sin excluir a nadie, la gente se rebela y quiere
matarlo.
• Lucas 4,16-19: La propuesta de Jesús. Impulsado por el Espíritu Santo, Jesús ha vuelto a
Galilea (Lc 4,14) y empieza a anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios. Va a
las comunidades, enseña en las sinagogas y llega a Nazaret, donde se había
criado. Vuelve a la comunidad, donde había participado desde pequeño, y durante
treinta años. El sábado después, y como solía hacer, Jesús va a la sinagoga
para participar en la celebración, se levanta para hacer la lectura. Escoge un
texto de Isaías que habla de los pobres, de los presos, de los ciegos y de los
oprimidos (Is 61,1-2). Este texto refleja la situación de la gente de Galilea
en el tiempo de Jesús. La experiencia que Jesús tenía de Dios Padre, lleno de
amor, le daba una mirada nueva para observar la realidad. En nombre de Dios,
Jesús toma postura en defensa de la vida de su pueblo y, con las palabras de
Isaías, define su misión: (1) anunciar la Buena Nueva a los pobres, (2)
proclamar a los presos la liberación, (3) devolver la vista a los ciegos, (4)
devolver la libertad a los oprimidos y, retomando la antigua tradición de los
profetas, (5) proclamar “un año de gracia de parte del Señor”. ¡Proclama el año
del jubileo!
• En la Biblia, el
“Año del Jubileo” era una ley importante. Cada siete años, inicialmente, (Dt
15,1; Lev 25,3), era necesario devolver las tierras a los clanes de los
orígenes. Todos debían poder volver a su propiedad. Y así se impedía la
formación de latifundios y se garantizaba la supervivencia de las familias. Era
necesario perdonar también las deudas y rescatar a las personas que se habían
tomado como esclavos (Dt 15,1-18). No fue fácil realizar el año del jubileo
cada siete años (Cf. Jer 34,8-16). Después del exilio, se decidió hacerlo cada
cincuenta años (Lev 25,8-12). El objetivo era y sigue siendo: reestablecer los
derechos de los pobres, acoger a los excluidos y reintegrarlos en la
convivencia. El jubileo era un instrumento legal para volver al sentido
original de la Ley de Dios. Era una ocasión ofrecida por Dios para hacer una
revisión del camino, para descubrir y corregir los errores y empezar de nuevo.
Jesús empieza su predicación proclamando un Jubileo “Un año de gracia del
Señor”.
• Lucas 4,20-22: Enlazar Biblia y Vida. Terminada la lectura, Jesús actualiza el texto de
Isaías diciendo: “¡Esta
Escritura que acabáis de oír se ha cumplido hoy!” Asumiendo las palabras de Isaías como palabras suyas,
Jesús les da un sentido pleno y definitivo y se declara mesías que viene a
cumplir la profecía. Esta manera de actualizar el texto provoca una reacción de
rabia entre los que se encuentran en la sinagoga. Quedan escandalizados y no
quieren saber nada de él. No aceptan que Jesús sea el mesías anunciado por
Isaías. Decían: “¿Acaso
no es éste el hijo de José?” Quedan
escandalizados porque Jesús habla de acoger a los pobres, a los ciegos y a los
oprimidos. La gente no acepta la propuesta de Jesús. Y así en el momento en que
presenta el proyecto de acoger a los excluidos, el mismo es excluido.
• Lucas 4,23-30: Superar los límites de la
raza. Para ayudar a la comunidad a
que supere el escándalo y para hacerle entender que su propuesta forma parte de
la tradición, Jesús cuenta dos historias de la Biblia que eran conocidas: la
historia de Elías y la historia de Eliseo. Las dos historias critican la
cerrazón mental de la gente de Nazaret. Elías fue enviado a la viuda de Sarepta
(1 Re 17,7-16). Eliseo fue enviado a ocuparse del extranjero de Siria (2 Reyes
5,14). Despunta aquí la preocupación de Lucas que quiere mostrar que la
apertura hacia la gente viene de Jesús. Jesús tuvo las mismas dificultades que
estaban teniendo las comunidades en tiempo de Lucas. Pero la llamada de Jesús
no aplacó los espíritus. ¡Fue todo lo contrario! Las historias de Elías y de
Eliseo provocaron más rabia aún… La comunidad de Nazaret llegó al punto de
querer matar a Jesús. Pero él mantuvo la calma. La rabia de los demás no
consiguió desviarle del camino. Lucas muestra así lo difícil que es superar la
mentalidad del privilegio y de la cerrazón.
• Es importante notar
los detalles en el uso del Antiguo Testamento. Jesús cita el texto de Isaías
hasta donde dice: "proclamar
un año de gracia de parte del Señor".
Corta todo lo demás de la frase que decía: "y un día de venganza de nuestro Dios". La gente de Nazaret queda escandalizada ante
Jesús al oír que quiere ser el mesías, porque quiere acoger a los excluidos y
porque ha omitido la frase sobre la venganza. Quieren que el Día de Yahvé sea
un día de venganza contra los opresores del pueblo. En este caso, la venida del
Reino no sería más que un cambio superficial y no un cambio o conversión del
sistema. Jesús no acepta esta manera de pensar, no acepta la venganza (cf. Mt
5,44-48). Su nueva experiencia de Dios como Padre/Madre le ayudaba a entender
mejor el sentido de las profecías.
4) Para la reflexión
personal
• El programa de Jesús
consiste en acoger a los excluidos. Y nosotros ¿acogemos a todos, o excluimos a
algunos? ¿Cuáles son los motivos que nos llevan a excluir a ciertas personas?
• El programa de
Jesús, ¿está siendo realmente nuestro programa, o mi programa? ¿Cuáles son los
excluidos que deberíamos acoger mejor en nuestra comunidad? ¿Qué es lo que me
da fuerza para realizar la misión que Jesús nos dio?
5) Oración final
¡Oh, cuánto amo tu
ley!
Todo el día la medito.
Tu mandato me hace más
sabio que mis enemigos,
porque es mío para
siempre. (Sal 119,97-78)
Orden de los Carmelitas