miércoles, 7 de septiembre de 2016

Las bienaventuranzas: ¡Dichosos ustedes... Ay de ustedes!

¡Amor y paz!

Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este miércoles de la 23ª semana del tiempo ordinario.

Dios nos bendice...

Evangelio según San Lucas 6,20-26. 

Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: «¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece! ¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados! ¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán! ¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y los proscriban, considerándolos infames a causa del Hijo del hombre! ¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo. De la misma manera los padres de ellos trataban a los profetas! Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo! ¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas! ¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas!»
Comentario

Luego de haber elegido sus apóstoles, Jesús dirige una enseñanza a todos los discípulos. El punto de partida es una poesía de cuatro bienaventuranzas seguidas de otras tantas desgracias, como si se tratara de las dos caras de una misma moneda. La descripción de sus destinatarios es precisa. Son dichosos los pobres, quienes sufren, quienes tienen hambre, y los proscritos por la causa de Jesús. Se llama desdichados, en cambio, a quienes son alabados por todos y viven satisfechos, sin apremios, dándose una vida regalada.

 Los dos grupos están frente a Jesús, son sus discípulos. Su prédica anticipa en el ahora del tiempo la mirada que Dios tiene sobre unos y otros. Ante Dios se invierten los papeles. Si Dios es un Padre misericordioso, no puede dejar pasar desapercibido tanto dolor, como tampoco tanta persecución y ostracismo sufrido a causa del Seguimiento.

En este evangelio se presentan varias enseñanzas cuyos protagonistas son personas pobres y gente rica, de diversa procedencia y distinta condición social. Seguramente, unos y otros forman parte de la comunidad de Lucas. El Evangelio llama dichosos a algunos ¿Lo soy yo? 

Servicio Bíblico Latinoamericano