Esteban fue el precursor de los discípulos que
dieron su vida por Cristo. El primero de los que bebió del cáliz del martirio,
como testimonio de amor al Señor. Hoy,
en pleno siglo XXI siguen persiguiendo y matando cristianos. ¿Por qué tanto odio?
¿Cómo es que alguien se atreve a responder a la más grande demostración de amor
con el odio más irracional?
La Palabra de Dios (primera lectura) nos propone
meditar en esto, pero también en qué es lo que nos motiva a seguir a Cristo
(Evangelio). ¿Buscamos satisfacer
nuestras necesidades materiales o alimentarnos con el Pan que permanece hasta
la Vida eterna?
Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra
de Dios y el comentario, en este lunes de la III Semana de Pascua.
Dios nos bendice…
Libro de los Hechos de
los Apóstoles 6,8-15.
Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y signos en el pueblo. Algunos miembros de la sinagoga llamada "de los Libertos", como también otros, originarios de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de la provincia de Asia, se presentaron para discutir con él. Pero como no encontraban argumentos, frente a la sabiduría y al espíritu que se manifestaba en su palabra, sobornaron a unos hombres para que dijeran que le habían oído blasfemar contra Moisés y contra Dios. Así consiguieron excitar al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y llegando de improviso, lo arrestaron y lo llevaron ante el Sanedrín. Entonces presentaron falsos testigos, que declararon: "Este hombre no hace otra cosa que hablar contra el Lugar santo y contra la Ley. Nosotros le hemos oído decir que Jesús de Nazaret destruirá este Lugar y cambiará las costumbres que nos ha transmitido Moisés". En ese momento, los que estaban sentados en el Sanedrín tenían los ojos clavados en él y vieron que el rostro de Esteban parecía el de un ángel.
Evangelio según San
Juan 6,22-29
Después de que Jesús alimentó a unos cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el agua. Al día siguiente, la multitud que se había quedado en la otra orilla vio que Jesús no había subido con sus discípulos en la única barca que había allí, sino que ellos habían partido solos. Mientras tanto, unas barcas de Tiberíades atracaron cerca del lugar donde habían comido el pan, después que el Señor pronunció la acción de gracias. Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban allí, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo llegaste?". Jesús les respondió: "Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello". Ellos le preguntaron: "¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?". Jesús les respondió: "La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado".
Comentario
1. Se llamaban libertos pero estaban presos
1.1 Lo que dijo Jesús se cumplió: "me han
odiado a mí; los odiarán a ustedes" (Jn 15,18). Y es irónico que los de la
sinagoga "de los libertos" estuviesen padeciendo tan grave esclavitud
como para llegar a acudir al soborno con tal de cerrar la boca de Esteban, a
quien no podían vencer con argumentos.
1.2 ¿Por qué ese odio?, nos atrevemos a preguntar.
Odio a Jesús; odio a los discípulos de Jesús. ¿Por qué? ¿Qué clase de amenaza
es el amor, como para que reciba tan dura oposición y padezca persecución tan
cruel? Esto es bueno preguntárselo por anticipado, hermanos, porque cuando
llegue la hora de la prueba tal vez no tengamos tiempo ni siquiera de pensar.
1.3 Cristo da una explicación, en el texto que
citábamos del evangelio de Juan: "Si ustedes fueran del mundo, el mundo
amaría lo suyo; pero porque no son del mundo, antes yo los elegí del mundo, por
eso el mundo los aborrece" (Jn 15,19). ¿Qué pertenece entonces al mundo?
Este mismo evangelista nos responde en su Primera Carta: "todo lo que hay
en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de
la vida, no proviene del Padre, sino del mundo" (1 Jn 2,16).
1.4 La "lógica del mundo" supone el libre
comercio de los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de
la vida. Y un hombre como Esteban, amador de la gloria divina, no entra en ese
comercio, se sale de ese esquema y se convierte en una denuncia viva de todo
ese sistema de esclavitudes conectadas. Por eso fue odiado y perseguido, pero
su rostro "parecía el de un ángel" (Hch 6,15).
2. Modos de seguir a Jesús
2.1 El evangelio de hoy nos invita a reflexionar en
nuestra manera de seguir a Jesús. Las palabras del Señor son duras al
desenmascarar las intenciones de muchos de sus discípulos: “Les aseguro que no
me buscan por los signos que vieron, sino porque comieron pan hasta
saciarse" (Jn 6,26). Es cosa saludable entonces que cada uno de nosotros
se pregunte qué beneficios espera recibir de seguir a Jesús.
2.2 O con más profundidad aún: ¿queremos que Jesús
nos resuelva esta vida o que nos dé su vida? ¿Es Jesús un parche en nuestra
tela vieja o es tejido nuevo y vida nueva? ¡Ningún tiempo mejor para
preguntárnoslo que la pascua!
2.3 "Esto es lo que Dios espera de ustedes:
que crean en aquél que él envió" nos dice el Señor. El que espera
beneficios terminará queriendo "comprar" a Dios. Y Dios no está de
venta. Está de regalo, y la acogida a su regalo es lo que nos viene a través
del don de la fe.
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