jueves, 11 de diciembre de 2014

El Adviento nos invita a orar más y a servir y amar mejor

¡Amor y paz!

A partir de hoy, y hasta el día 17, el hilo conductor de las lecturas lo llevará el evangelio de cada día, con la figura de Juan Bautista, el precursor del Mesías.

Ahora es el Bautista quien, tanto en los domingos como entre semana, nos anuncia que se acaba el Antiguo Testamento  y el tiempo de los profetas, que con Jesús de Nazaret empiezan los tiempos definitivos. Más tarde será María de Nazaret quien nos presente a su Hijo, el Mesías enviado por Dios.

Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este jueves de la 2ª. Semana de Adviento.

Dios los bendiga…

Evangelio según San Mateo 11,11-15. 

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. Desde los días de Juan, el Bautista, hasta ahora se hace violencia contra el reino de Dios, y gente violenta quiere arrebatárselo. Los profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo. El que tenga oídos que escuche."
Comentario

Una de las grandes figuras del Adviento, es Juan Bautista, el que prepara la venida del Mesías. Durante varios días todos los evangelios nos hablarán de este precursor.

-Jesús declaraba a las multitudes... "En verdad os digo: entre los hijos de los hombres no ha habido otro mayor que Juan Bautista".

La fórmula es solemne en boca de Jesús: "Sí, en verdad os digo." La fórmula bíblica es aún más contundente: "entre los nacidos de mujer." No se habla pues de un elogio restringido, como si la comparación sólo se refiriera a los contemporáneos de Juan. Jesús lo eleva por encima de todos los hombres, a través de toda la historia.

-Y sin embargo el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él.

¡He aquí algo casi inverosímil! El menor de los cristianos, el menor de los bautizados es "mayor" que Juan.

Comienza un nuevo tiempo. Una nueva era para la humanidad.

La venida de Jesús divide la humanidad en dos: antes... y después...

Uno no se atrevería a decir semejantes cosas, Señor, si no las hubieras dicho antes Tú mismo. ¡Qué dignidad la nuestra! Juan Bautista ha sido el hombre "bisagra" que ha hecho dar el gran giro a la humanidad: ha mostrado a Jesús y ha desaparecido ante El. Le ha dado todos los discípulos que primero fueron suyos. Fue el mayor del "Antiguo Testamento"; pero, el más pequeño del "Nuevo Testamento" es mayor que él.

¿Puede decirse esto de "mí"? ¡Cómo debería yo respetar mi dignidad de bautizado, lleno de la gracia de Dios! Esto vale para todos los bautizados. ¿Qué conclusión debería yo sacar?

-Desde el tiempo de Juan Bautista hasta el presente, el reino de los cielos se alcanza con violencia, y son los violentos, los que se esfuerzan por conquistarlo.

Misteriosa palabra que prueba, por lo menos una cosa: que el Reino de Dios no se instaura fácilmente. Resistencias muy fuertes se oponen a que Dios reine verdaderamente.

¿Se trata solamente de Satán que quiere detener el trabajo mesiánico de Cristo? 
-El relato de la tentación sería una prueba-. ¿Se trata también de los Zelotes, quienes, en tiempo de Jesús, querían imponer el Reino de Dios por las armas y por la violencia? Siendo así que Jesús se presenta como el mesías de los pobres, que rehúsa valerse de la fuerza.

De todos modos, lo cierto es que las potencias del mal están activas hasta el final de los tiempos. Y que Juan Bautista ha invitado a sus discípulos al combate, dándoles ejemplo de una vida dura y asceta. No se construye el Reino en la facilidad, la molicie, o el dejar-hacer.

Señor, despiértanos de nuestras indolencias.

El tiempo de Adviento es un tiempo de vigilancia y de esfuerzo.

¿Qué evoca en mí la palabra "ascesis"? ¿Sobre qué punto de mi vida el Señor me pide que me haga violencia? Antes de buscarla, en prácticas excepcionales ¿no debo primero descubrir la "ascesis" que está ahí, presente en mi vida, y que tan a menudo rehúso? El combate para "amar mejor".

El combate para "rezar mejor". El combate para "servir mejor y comprometerme más".

Noel Quesson
Palabra de Dios para cada día 1
Evang. De Adviento a Pentecostés
Edit. Claret/Barcelona 1984.Pág. 26 s.