¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario en este
miércoles de la 22a semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Lucas 4,38-44
Lectio
Miércoles, 4
Septiembre , 2019
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Dios todopoderoso, de quien procede
todo bien, siembra en nuestros corazones el amor de tu nombre, para que,
haciendo más religiosa nuestra vida, acrecientes el bien en nosotros y con
solicitud amorosa lo conserves. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según
Lucas 4,38-44
En saliendo de la sinagoga, entró en
la casa de Simón. La suegra de Simón estaba con mucha fiebre y le rogaron por
ella. Inclinándose sobre ella, conminó a la fiebre; y la fiebre la dejó; ella,
levantándose al punto, se puso a servirles. A la puesta del sol, todos cuantos
tenían enfermos de diversas dolencias se los llevaban; y él, poniendo las manos
sobre cada uno de ellos, los curaba. Salían también demonios de muchos,
gritando y diciendo: «Tú eres el Hijo de Dios.» Pero él les conminaba y no les
permitía hablar, porque sabían que él era el Cristo. Al hacerse de día salió y
se fue a un lugar solitario. La gente le andaba buscando y, llegando hasta él,
trataban de retenerle para que no les dejara. Pero él les dijo: «También a
otras ciudades tengo que anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios, porque a
esto he sido enviado.» E iba predicando por las sinagogas de Judea.
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos habla de
cuatro asuntos distintos: la curación de la suegra de Pedro (Lc 4,38-39), la
curación de muchos enfermos, la noche después del sábado (Lc 4, 40-41), la
oración de Jesús en un lugar desierto (Lc 4,42) y su insistencia en la misión
(Lc 4,43-44). Con pequeñas diferencias Lucas sigue y adapta las informaciones
que sacó del evangelio de Marcos.
• Lucas 4,38-39: Jesús restaura la
vida para el servicio. Después de participar en la celebración del sábado, en
la sinagoga, Jesús entra en casa de Pedro y cura su suegra. La curación hace
que ella se ponga inmediatamente de pie. Una vez recuperadas la salud y la
dignidad, la suegra de Pedro se pone al servicio de las personas. Jesús no
solamente cura, sino que cura para que la persona se ponga al servicio de la
vida.
• Lucas 4,40-41: Jesús acoge y cura a
los marginados. Al caer de la tarde, en la hora en que la primera estrella
aparece en el cielo, terminado el sábado, Jesús acoge y cura a los enfermos y a
los poseídos que la gente había traído. Enfermos y poseídos eran las personas
más marginadas en aquella época. No tenían a quien recurrir. Quedaban a la
merced de la caridad pública. Además de esto, la religión las consideraba
impuras. No podían participar en la comunidad. Era como si Dios las rechazara y
las excluyera. Jesús las acoge y las cura imponiéndoles las manos. Así aparece
en qué consiste la Buena Nueva de Dios y lo que quiere hacer en la vida de la
gente: acoger a los marginados y a los excluidos y reintegrarlos en la
convivencia.
“Salían también demonios de muchos,
gritando y diciendo:”Tú eres el Hijo de Dios.» Pero él les conminaba y no les
permitía hablar, porque sabían que él era el Cristo”. En aquel tiempo, el
título Hijo de Dios no había adquirido ni la densidad ni la profundidad que el
título tiene hoy para nosotros. Significaba que la gente reconocía en Jesús una
presencia toda especial de Dios. Jesús no dejaba hablar a los demonios. No
quería una propaganda fácil por medio del impacto de expulsiones
espectaculares.
• Lucas 4,42a: Permanecer unido al
Padre por la oración. “Al hacerse de día salió y se fue a un lugar solitario.
La gente le andaba buscando y, llegando hasta él, trataban de retenerle para
que no les dejara”. Aquí Jesús aparece rezando. Hace un esfuerzo muy grande
para tener el tiempo y el ambiente para rezar. Se levanta de en medio de los
otros y se va hacia un lugar desierto, para poder estar a solas con Dios.
Muchas veces, los evangelios nos hablan de Jesús en el silencio (Lc 3,21-22;
4,1-2.3-12; 5,15-16; 6,12; 9,18; 10,21; 5,16; 9,18; 11,1; 9,28;23,34; Mt
14,22-23; 26,38; Jn 11,41-42; 17,1-26; Mc 1,35; Lc 3,21-22). A través de la
oración mantiene viva en sí la conciencia de su misión.
• Lucas 4,42b-44: Mantener viva la
conciencia de la misión y no quedarse en el resultado. Jesús se vuelve
conocido. La gente le va detrás y no quiere que se vaya. Jesús no hace caso a
lo que le piden y dice: "También a otras ciudades tengo que anunciar la
Buena Nueva del Reino de Dios, porque a esto he sido enviado.” Jesús tiene muy
clara su misión. No se encierra en el resultado ya obtenido, sino que quiere
mantener bien viva la conciencia de su misión. Es la misión recibida del Padre
lo que le orienta a la hora de tomar decisiones. ¡Porque a esto he sido
enviado! Y aquí en el texto esta conciencia tan viva aparece como fruto de la
oración.
4) Para la reflexión
personal
• Jesús sacaba tiempo para poder
rezar y estar a solas con el Padre. ¿Yo hago lo mismo para rezar y estar a
solas con Dios?
• Jesús mantenía viva la conciencia
de su misión. Como cristiano o cristiana que soy, ¿tengo conciencia de alguna
misión o vivo sin misión?
5) Oración final
Esperamos anhelantes al Señor,
Él es nuestra ayuda y nuestro escudo;
en Él nos alegramos de corazón
y en su santo Nombre confiamos. (Sal
33,20-21)
Orden de los Carmelitas