¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y
meditar el Evangelio, en este jueves en que celebramos la fiesta de Santiago
Apóstol.
Dios nos bendice...
Lectio Divina: San Santiago apóstol, Mt. 20,20-28
Lectio
Jueves, 25 Julio ,
2019
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Muéstrate propicio con tus hijos,
Señor, y multiplica sobre ellos dones de tu gracia, para que, encendidos de fe,
esperanza y caridad, perseveren fielmente en el cumplimiento de tu ley. Por
nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según
Mateo 20,20-28
Entonces se le acercó la madre de los
hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. Él le dijo:
«¿Qué quieres?» Dícele ella: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a
tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino.» Replicó Jesús: «No sabéis lo
que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Dícenle: «Sí, podemos.»
Díceles: «Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no
es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre.»
Al oír esto los otros diez, se
indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los
jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las
oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera
llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser
el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo
del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como
rescate por muchos.»
3) Reflexión
• Jesús y los discípulos están en
camino hacia Jerusalén (Mt 20,17). Jesús sabe que van a matarlo (Mt 20,8). El
profeta Isaías lo había anunciado ya (Is 50,4-6; 53,1-10). Su muerte no será
fruto de un destino o de un plan ya preestablecido, sino que será consecuencia
del compromiso libremente asumido de ser fiel a la misión que recibió del Padre
junto a los pobres de su tierra. Jesús ya tenía dicho que el discípulo tiene
que seguir al maestro y cargar su cruz detrás de él (Mt 16,21.24), pero los
discípulos no entendieron bien qué estaba ocurriendo (Mt 16,22-23; 17,23). El
sufrimiento y la cruz no se combinaban con la idea que ellos tenían del Mesías.
• Mateo 20,20-21: La petición de la
madre de los hijos de Zebedeo. Los discípulos no sólo no entendían, sino que
seguían con sus ambiciones personales. La madre de los hijos de Zebedeo, como
portavoz de sus dos hijos, Santiago y Juan, llega cerca de Jesús para pedirle
un favor: "Manda que estos dos hijos míos, se sienten uno a tu derecha y
otro a tu izquierda en tu Reino". Ellos no habían entendido la propuesta
de Jesús. Estaban preocupados sólo con sus propios intereses. Esto refleja las
tensiones en las comunidades, tanto en el tiempo de Jesús como en el tiempo de
Mateo, como hoy en nuestras comunidades.
• Mateo 20,22-23: La respuesta de
Jesús. Jesús reacciona con firmeza. Responde a los hijos y no a la madre:
"«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?»
" Se trata del cáliz del sufrimiento. Jesús quiere saber si ellos, en vez
del lugar de honor, aceptan entregar su vida hasta la muerte. Los dos
responden: “¡Podemos!” Era una respuesta sincera y Jesús confirma: "Mi
copa sí la beberéis”. Al mismo tiempo, parece una respuesta precipitada, pues
pocos días después, abandonaron a Jesús y lo dejaron solo en la hora del
sufrimiento (Mt 26,51). Ellos no tenían mucha conciencia crítica, ni tampoco
perciben su realidad personal. Y Jesús completa: “pero sentarse a mi derecha o
mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está
preparado por mi Padre.» Lo que él Jesús puede ofrecer, es el cáliz del
sufrimiento de la cruz.
• Mateo 20,24-27: Entre ustedes no
sea así. “Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos”.
La demanda que la madre hace en nombre de los dos produce enfrentamiento y
discusión en el grupo. Jesús los llama y habla sobre el ejercicio del poder:
"«Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos,
y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino
que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y
el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma
manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar
su vida como rescate por muchos.»
En aquel tiempo, los que detenían el
poder no tenían en cuenta a la gente. Actuaban según como les parecía (cf. Mc
14,3-12). El imperio romano controlaba el mundo y lo mantenía sometido por la
fuerza de las armas y, así, a través de tributos, tasas e impuestos, conseguía
concentrar la riqueza de la gente en mano de unos pocos allí en Roma. La
sociedad estaba caracterizada por el ejercicio represivo y abusivo del poder.
Jesús tenía otra propuesta. El enseña contra los privilegios y contra la
rivalidad. Invierte el sistema e insiste en la actitud de servicio como remedio
contra la ambición personal. La comunidad tiene que preparar una alternativa.
Cuando el imperio romano quiere desintegrar, víctima de sus propias
contradicciones internas, las comunidades deberían estar preparadas para
ofrecer a la gente un modelo alternativo de convivencia social.
• Mateo 20,28: El resumen de la vida
de Jesús. Jesús define su vida y su misión: “El Hijo del Hombre no ha venido
para ser servido, sino para servir, y para dar la vida en rescate de muchos”.
En esta autodefinición de Jesús están implicados tres títulos que lo definen y
que eran para los primeros cristianos el inicio de la Cristología: Hijo del
Hombre, Siervo de Yahvé y Hermano mayor (Pariente próximo o Goel). Jesús es el
Mesías Servidor, anunciado por el profeta Isaías (cf. Is 42,1-9; 49,1-6;
50,4-9; 52,13-53,12). Aprendió de su madre quien dijo: “¡He aquí la esclava del
Señor!”(Lc 1,38). Propuesta totalmente nueva para la sociedad de aquel
tiempo.
4) Para la reflexión
personal
• Santiago y Juan piden favores,
Jesús promete sufrimiento. Yo, ¿qué busco en mi relación con Dios y qué pido en
la oración? ¿Cómo acojo el sufrimiento que se da en la vida y que es contrario
a aquello que pido en la oración?
• Jesús dice: “¡No ha de ser así
entre vosotros!” Nuestra manera de vivir en la comunidad y en la iglesia ¿está
de acuerdo con este consejo de Jesús?
5) Oración final
Los paganos decían: ¡Grandes cosas
ha hecho el Señor en su favor!
¡Sí, grandes cosas ha hecho por
nosotros
el Señor, y estamos alegres! (Sal
126,2-3)
Orden de los
Carmelitas