¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este viernes de la 10a
semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Mateo 5,27-32
Lectio
Viernes, 14 Junio ,
2019
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, fuente de
todo bien, escucha sin cesar nuestras súplicas; y concédenos, inspirados por
ti, pensar lo que es recto y cumplirlo con tu ayuda. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del
santo Evangelio según Mateo 5,27-32
«Habéis oído que se
dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una
mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si, pues, tu ojo
derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que
se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la
gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de
ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu
cuerpo vaya a la gehenna.
«También se
dijo: El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio. Pues yo
os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la
hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.
3) Reflexión
• En el evangelio de
ayer Jesús hizo una relectura del mandamiento “No matarás” (Mt
5,20-26). En el evangelio de hoy, hace una relectura del mandamiento “No
cometer adulterio”. Jesús relee la ley a partir de la intención que Dios tenía
al proclamarla, en el Monte Sinaí, siglos atrás. Lo que importa es el Espíritu
de la Ley, no encerrarse en la letra. Retoma y defiende los grandes valores de
la vida humana que están por detrás de cada uno de los Diez Mandamientos.
Insiste en el amor, en la fidelidad, en la misericordia, en la justicia y en la
verdad, en la humanidad (Mt 9,13; 12,7; 23,23; Mt 5,10; 5,20; Lc 11,42; 18,9).
El resultado de la plena observancia de la Ley de Dios es la humanización de la
vida. La observancia de la Ley humaniza a la persona. En Jesús aparece aquello
que acontece cuando un ser humano deja que Dios ocupe el centro de su vida. El
objetivo último es unir los dos amores, la construcción de la fraternidad en
defensa de la vida. Cuanto más se vive la fraternidad, tanto mayor será la
plenitud de vida y mayor es la adoración de las criaturas todas a Dios, Creador
y Salvador.
• En el evangelio de
hoy, Jesús mira de cerca la relación mujer y hombre, en el matrimonio, la base
fundamental de la convivencia en familia. Había un mandamiento que decía: “No
cometer adulterio, y otro que decía: “El que repudie a su mujer, que le dé acta
de divorcio”. Jesús retoma los dos y les da un nuevo sentido.
• Mateo
5,27-28: No cometer adulterio. ¿Qué nos pide este mandamiento? La
respuesta antigua era ésta: el hombre no puede dormir con la mujer de otro. Es
lo que exigía la letra del mandamiento. Pero Jesús va más allá de la letra y
dice: “Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la
hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio”.
El objetivo del
mandamiento es la fidelidad mutua entre el hombre y la mujer que asumirían
vivir juntos como casados. Y esta fidelidad sólo será completa, si los dos
saben mantener la fidelidad mutua hasta en el pensamiento y en el deseo y si
saben llegar a una total trasparencia entre sí.
• Mateo
5,29-30: Arrancar el ojo y cortar la mano. Para ilustrar lo que acaba
de decir Jesús se sirve de una palabra fuerte que usó también en otra ocasión,
cuando habló de no escandalizar a los pequeños (Mt 18,9 e Mc 9,47).
Dice: “Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y
arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que
todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna” Estas afirmaciones pueden
tomarse al pie de la letra. Indican la radicalidad y la seriedad con la que
Jesús insiste en la observancia de este mandamiento.
• Mateo
5,31-32: La cuestión del divorcio. Al hombre estaba permitido dar una
acta de divorcio para la mujer. Jesús dirá en el Sermón de la Comunidad que lo
permitió por la dureza de corazón de la gente (Mt 19,8). “Pues yo os digo:
Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la hace ser
adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio". Se
había discutido ya mucho sobre este asunto. Basándose en esta afirmación de
Jesús, la iglesia oriental permite el divorcio en caso de “fornicación”, esto
es en caso de infidelidad. Otros dicen que aquí la
palabra fornicacióntraduce un término aramaico o
hebraico zenuth que indicaba un casamiento con un grado de parentesco
prohibido. No serían unas bodas válidas.
• Cualquiera que sea
la interpretación correcta de esta palabra, lo que importa es ver el objetivo y
el sentido general de las afirmaciones de Jesús en la nueva lectura que hace de
los Diez Mandamientos. Jesús apunta hacia un ideal que debe estar siempre
delante de mis ojos. El ideal último es éste: “Ser perfecto como el padre
celestial es perfecto” (Mt 5,48). Este ideal vale para todos los mandamientos
revisados por Jesús. En la relectura del mandamiento: “No cometer adulterio”
este ideal se traduce en una total transparencia y honestidad entre marido y
mujer. Nadie nunca va a poder decir: “Soy perfecto como el Padre celestial es
perfecto”. Estaremos siempre por debajo de la medida. Nunca vamos a poder
merecer el premio por nuestra observancia porque estaremos siempre por debajo
de la medida. Lo que importa es mantenerse en camino, mantener alto el ideal
ante nuestros ojos, ¡siempre¡ Y al mismo tiempo, como Jesús, debemos saber
aceptar a las personas con la misma misericordia con que él aceptaba a las
personas y las orientaba para el ideal. Por esto, ciertas exigencias jurídicas
de la iglesia de hoy, como por ejemplo, no permitir la comunión a personas que
viven en segundas nupcias, se parecen más a la actitud de los fariseos que a la
actitud de Jesús. Nadie aplica al pie de la letra la explicación del
mandamiento. “No matar”, en la que Jesús dice que todo aquel que llama a su
hermano idiota merece el infierno (Mt 5,22). Pues en este caso, todos
estaríamos seguros de terminar allí y nadie se salvaría. ¿Por qué nuestra
doctrina usa medidas diferentes en caso del quinto y del noveno mandamiento?
4) Para una
reflexión personal
•
¿Logras vivir la total honestidad y transparencia con las personas de otro
sexo?
•
¿Cómo entender la exigencia “ser perfecto como el Padre celestial es perfecto”?
5) Oración final
Digo para mis
adentros:
«Busca su rostro».
Sí, Señor, tu rostro busco:
no me ocultes tu
rostro.
No rechaces con ira a
tu siervo,
que tú eres mi
auxilio.
No me abandones, no me
dejes,
Dios de mi salvación.
(Sal 27,8-9)
Orden
de los Carmelitas