¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este sábado de la 7ª
semana de Pascua.
Dios nos bendice...
LECTIO DIVINA: JUAN 21,20-25
1) ORACIÓN INICIAL
Dios todopoderoso,
concédenos conservar siempre en nuestra vida y en nuestras costumbres la
alegría de estas fiestas de Pascua que nos disponemos a clausurar. Por nuestro
Señor.
2) LECTURA
Del santo Evangelio según
Juan 21,20-25
Pedro se vuelve y ve,
siguiéndoles detrás, al discípulo a quien Jesús amaba, que además durante la
cena se había recostado en su pecho y le había dicho: «Señor, ¿quién es el que
te va a entregar?» Viéndole Pedro, dice a Jesús: «Señor, y éste, ¿qué?» Jesús
le respondió: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿qué te importa? Tú,
sígueme.» Corrió, pues, entre los hermanos la voz de que este discípulo no
moriría. Pero Jesús no había dicho a Pedro: «No morirá», sino: «Si quiero que
se quede hasta que yo venga.» Este es el discípulo que da testimonio de estas
cosas y que las ha escrito, y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero.
Hay además otras muchas cosas que hizo Jesús. Si se escribieran una por una,
pienso que ni todo el mundo bastaría para contener los libros que se escribieran.
3) REFLEXIÓN
• El evangelio de hoy
empieza con una pregunta de Pedro sobre el destino del discípulo amado Señor, y
éste, ¿qué? Jesús acababa de conversar con Pedro, anunciando el destino o tipo
de muerte con que Pedro iba a glorificar a Dios. Y al final añade: Sígueme. (Jn
21,19).
• Juan 21,20-21: La
pregunta de Pedro sobre el destino de Juan. En aquel momento, Pedro se volvió y
vio al discípulo a quien Jesús amaba y preguntó: Señor, y a éste ¿qué le va a
ocurrir? Jesús acababa de indicar el destino de Pedro y ahora Pedro quiere
saber de Jesús cuál es el destino de este otro discípulo. Curiosidad que no
merece una respuesta adecuada de parte de Jesús.
• Juan 21,22: La respuesta
misteriosa de Jesús. Jesús dice: Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a
ti qué te importa? Tú: sígueme. Frase misteriosa que termina de nuevo con la
misma afirmación que antes: ¡Sígueme! Parece como si Jesús quiera borrar la
curiosidad de Pedro. Así, como cada uno de nosotros tiene su propia historia,
así cada uno tiene su manera de seguir a Jesús. Nadie repite a nadie. Cada uno
debe ser creativo en seguir a Jesús.
• Juan 21,23: El
evangelista aclara el sentido de la respuesta de Jesús. La tradición antigua
identifica al Discípulo Amado con el Apóstol Juan e informa que él murió muy
tarde, cuando tenía alrededor de 100 años. Al enlazar la avanzada edad de Juan
con la misteriosa respuesta de Jesús, el evangelista aclara: “Por esto corrió
la voz entre los hermanos de aquel discípulo que aquel discípulo no moriría.
Pero Jesús no había dicho a Pedro: «No morirá», sino: «Si quiero que se quede
hasta que yo venga, a ti, ¿qué?» Tal vez sea una alerta para estar muy atentos
a la interpretación de las palabras de Jesús y no basarse en cualquier rumor.
• Juan 21,24: Testimonio
sobre el valor del evangelio. El Capítulo 21 es un apéndice que fue aumentando
cuando se hizo la redacción definitiva del Evangelio. El capítulo 20 tiene este
final que lo encierra todo: “Hay además otras muchas cosas que hizo Jesús. Si
se escribieran una por una, pienso que ni todo el mundo bastaría para contener
los libros que se escribieran. Han sido escritas para que creáis que Jesús es
el Mesías, el Hijo de Dios. Y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (Jn
20,30-31). El libro estaba listo. Pero había muchos otros hechos sobre Jesús.
Por esto, en ocasión de la edición definitiva del evangelio, algunos de estos
"muchos otros hechos" sobre Jesús fueron seleccionados y
acrecentados, muy probablemente, para aclarar mejor los nuevos problemas de
finales del siglo primero. No sabemos quién hizo la redacción definitiva como
tampoco el apéndice, pero sabemos que es alguien de confianza de la comunidad,
pues escribe: “Este es el discípulo que da testimonio de las cosas y que las
escribió. Y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero”.
• Juan 21,25: El misterio
de Jesús ¡es inagotable! Frase bonita para encerrar el Evangelio de Juan:
“Jesús hizo además muchas otras cosas. Si se escribiesen una por una, pienso
que no cabrían en el mundo los libros que se escribirían”. Parece una
exageración pero es pura verdad. Nadie jamás sería capaz de escribir todas las
cosas que Jesús hizo y que sigue haciendo en la vida de las personas que siguen
a Jesús hasta hoy.
4) PARA UNA REFLEXIÓN
PERSONAL
• En tu vida ¿hay cosas que
Jesús hizo y que podrían escribirse en ese libro que no se escribirá jamás?
• Pedro se preocupa de
unos y otros y olvida realizar su propio “Sígueme”. ¿Te pasó a ti también?
5) ORACIÓN FINAL
Yahvé en su santo Templo,
Yahvé en su trono celeste;
sus ojos ven el mundo,
sus pupilas examinan a los hombres. (Sal 11,4)
Yahvé en su trono celeste;
sus ojos ven el mundo,
sus pupilas examinan a los hombres. (Sal 11,4)
Orden de los Carmelitas