¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este miércoles de
la 2ª semana del Tiempo Ordinario.
Dios nos bendice...
LECTIO
DIVINA: MARCOS 3,1-6
Lectio:
Miércoles, 23 enero, 2019
Tiempo ordinario
1) Oración
inicial
Dios todopoderoso, que
gobiernas a un tiempo cielo y tierra, escucha paternalmente la oración de tu
pueblo, y haz que los días de nuestra vida se fundamenten en tu paz. Por
nuestro Señor. Amen.
2)
Lectura
Del santo Evangelio según
Marcos 3,1-6
Entró de nuevo en la
sinagoga, y había allí un hombre que tenía la mano paralizada. Estaban al
acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle. Dice al hombre que
tenía la mano seca: «Levántate ahí en medio.» Y les dice: «¿Es lícito en sábado
hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?» Pero ellos
callaban. Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón,
dice al hombre: «Extiende la mano.» Él la extendió y quedó restablecida su
mano. En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos
contra él para ver cómo eliminarle.
3) Reflexión
• En el evangelio de hoy
vamos a meditar el último de los cinco conflictos que Marcos pone al comienzo
de su evangelio (Mc 2,1 a 3,6). Los cuatro conflictos anteriores fueron
provocados por los adversarios de Jesús. Este último es provocado por Jesús
mismo y revela la gravedad del conflicto entre él y las autoridades religiosas
de su tiempo. Es un conflicto de vida y muerte. Importa notar la categoría de
los adversarios que aparece en este último conflicto. Se trata de fariseos y
herodianos, es decir de autoridades religiosas y civiles. Cuando Marcos escribe
su evangelio en los años 70, muchos recordaron la terrible persecución de los
años 60, en la que Nerón se cargó a muchas comunidades cristianas. Al oír ahora
como Jesús mismo había sido amenazado de muerte y como se comportaba en medio
de estos conflictos peligrosos, los cristianos encontraban valor y orientación
para no desanimarse a lo largo del camino.
• Jesús en la sinagoga en
día de sábado. Jesús entra en la sinagoga. Tenía costumbre de participar en las
celebraciones de la multitud. Había allí un hombre con una mano atrofiada. Una
persona con discapacidad física no podía participar plenamente, ya que era
considerada impura. Aunque estuviera presente en la comunidad, era marginada.
Debía mantenerse alejada del resto.
• La preocupación de los
adversarios de Jesús. Los adversarios observan para ver si Jesús cura en día de
sábado. Quieren acusarlo. El segundo mandamiento da la Ley de Dios mandaba
“santificar el sábado”. Estaba prohibido trabajar en ese día (Ex 20,8-11). Los
fariseos decían que curar a un enfermo era los mismo que trabajar. Por esto
enseñaban: “¡Está prohibido curar en día de sábado!” Colocaban la ley por
encima del bienestar de las personas. Jesús los incomodaba, porque colocaba el
bienestar de las personas por encima de las normas y de las leyes. La
preocupación de los fariseos y de los herodianos no era el celo por la ley,
sino la voluntad de acusar y de eliminar a Jesús.
• ¡Levántate y ponte aquí
en medio! Jesús pide dos cosas al discapacitado físico: ¡Levántate y ponte aquí
en medio! La palabra “levántate” es la misma que las comunidades del tiempo de
Marcos usaban para decir “resucitar”. ¡El discapacitado debe “resucitar”,
levantarse, ponerse en medio y ocupar su lugar en el centro de la comunidad!
Los marginados, los excluidos, ¡deben ponerse en medio! No pueden ser
excluidos. Deben ser incluidos y acogidos. ¡Deben estar junto con todos los
demás! Jesús llamó al excluido para que se pusiera en medio.
• La pregunta de Jesús
deja a los demás sin respuesta. Jesús pregunta: ¿En día de sábado está
permitido hacer el bien o hacer el mal? ¿Salvar la vida o matarla? Podía haber
preguntado: ”En día de sábado está permitido curar: ¿sí o no?” Y todos hubiesen
respondido: “¡No está permitido!” Pero Jesús cambia la pregunta. ¡Para él, en
aquel caso concreto, “curar” era lo mismo que “hacer el bien” o “salvar una
vida”, y “no curar” era lo mismo que “hacer el mal” o “matar una vida”! Con su
pregunta Jesús pone el dedo en la llaga. Denuncia la prohibición de curar en
día de sábado como un sistema de muerte. ¡Pregunta sabia! Los adversarios se
quedaron sin respuesta.
• Jesús queda indignado ante la cerrazón de los adversarios. Jesús reacciona con indignación y con tristeza ante la actitud de los fariseos y de los herodianos. Manda al hombre a que extienda la mano, y queda curada. Al curar al discapacitado, Jesús muestra que él no estaba de acuerdo con el sistema que ponía la ley por encima de la vida. En respuesta a la acción de Jesús, los fariseos y los herodianos deciden matarlo. Con esta decisión confirman que son, de hecho, defensores de un sistema de muerte. No tienen miedo a matar para defender el sistema contra Jesús que los ataca y critica en nombre de la vida.
4) Para la
reflexión personal
• El discapacitado fue llamado a ponerse en el centro de la comunidad. En nuestra comunidad, los pobres y excluidos ¿tienen un lugar privilegiado?
• ¿Te has confrontado
alguna vez con personas que, al igual que los herodianos y los fariseos, colocan
la ley por encima del bienestar de las personas? ¿Qué sentiste en aquel
momento? ¿Les diste razón o los criticaste?
5) Oración
final
Pero te compadeces de
todos porque todo lo puedes
y no aborreces nada de lo que hiciste;
Señor, amigo de la vida. (Sab 11,23-26)
y no aborreces nada de lo que hiciste;
Señor, amigo de la vida. (Sab 11,23-26)
Orden de los Carmelitas