¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este lunes de la 2ª
semana del tiempo ordinario, ciclo C,
Dios nos bendice...
Lectio:
Lunes, 21 enero,
2019
Tiempo ordinario
1) Oración
inicial
Dios todopoderoso, que gobiernas a un tiempo cielo y tierra, escucha paternalmente la oración de tu pueblo, y haz que los días de nuestra vida se fundamenten en tu paz. Por nuestro Señor. Amen.
2) Lectura
Del santo Evangelio según
Marcos 2,18-22
Como los discípulos de
Juan y los fariseos estaban ayunando, vienen y le dicen: «¿Por qué mientras los
discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no
ayunan?» Jesús les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras
el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar.
Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel
día. Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de
otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un
desgarrón peor. Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo,
el vino reventaría los pellejos y se echarían a perder tanto el vino como los
pellejos: sino que el vino nuevo, en pellejos nuevos.»
3) Reflexión
• Los cinco conflictos
entre Jesús y las autoridades religiosas. En Mc 2,1-12 vimos el primer
conflicto. Era entorno al perdón de los pecados. En Mac 2,13-17, el segundo
conflicto trataba de la comunión de mesa con los pecadores. El evangelio de hoy
habla del tercer conflicto sobre el ayuno. Mañana tendremos el cuarto conflicto
alrededor de la observancia del sábado (Mc 2,13-28). Pasado mañana el último de
los cinco conflictos será alrededor de la curación en día de sábado (Mc 3,1-6).
El conflicto sobre el ayuno ocupa el lugar central. Por esto, las palabras
medio sueltas sobre la tela nueva y el vestido viejo y sobre el vino nuevo en
odre nuevo (Mc 2,21-22) hay que entenderlas como una luz que arroja su claridad
también sobre los otros cuatro conflictos, dos antes y dos después.
• Jesús no insiste en la
práctica del ayuno. El ayuno es una costumbre muy antigua, practicada en casi
todas las religiones. Jesús mismo la practicó durante cuarenta días (Mt 4,2).
Pero él no insiste con los discípulos para que hagan lo mismo. Los deja libres.
Por eso, los discípulos de Juan Bautista y de los fariseos, que estaban
obligados a ayunar, quieren saber porqué Jesús no insiste en el ayuno.
• El novio, está con
ellos, así que no precisan ayunar. Jesús responde con una comparación. Cuando
el novio está con sus amigos, es decir, durante la fiesta de la boda, los
amigos no precisan ayunar. Jesús se considera el novio. Los discípulos son
amigos del novio. Durante el tiempo en que él, Jesús, estuvo con los
discípulos, hay fiesta. Llegará el día en que el novio dejará de estar, y en
ese momento, si ellos quieren, podrán ayunar. Jesús alude a su muerte. Sabe y
siente que, si continúa por este camino de libertad, las autoridades religiosas
van a querer matarlo.
• Remiendo nuevo sobre una
tela vieja, vino nuevo en odre nuevo. Estas dos afirmaciones de Jesús, que
Marcos coloca aquí, aclaran la actitud crítica de Jesús ante las autoridades
religiosas. No se pone un remiendo nuevo sobre una tela vieja, porque a la hora
de lavar la tela, el remiendo nuevo encoge, tira de la tela vieja y la estropea
más aún. Nadie pone vino nuevo en un odre viejo, porque la fermentación del
vino nuevo hace estallar el odre viejo. ¡Vino nuevo en odre nuevo! La religión
defendida por las autoridades religiosas era como una ropa vieja, como un odre
viejo. No se debe querer combinar lo nuevo que trae Jesús con costumbres
antiguas. No se puede querer reducir la novedad de Jesús a la medida del
judaísmo. ¡O el uno, o el otro! El vino nuevo que Jesús trae hace estallar el
odre viejo. Hay que saber separar las cosas. Jesús no está contra lo que es
“viejo”. Lo que quiere evitar es que lo viejo se imponga a lo nuevo y, así, le
impediría manifestarse. Sería lo mismo que reducir el mensaje del Concilio
Vaticano II al catecismo anterior al Concilio, como algunos están queriendo
hacer.
4) Para la reflexión
personal
• A partir de la
experiencia profunda de Dios que lo animaba por dentro, Jesús tuvo mucha
libertad en relación con las normas y prácticas religiosas. Y hoy ¿tenemos esa
misma libertad o nos falta la libertad de los místicos?
• Remiendo nuevo sobre
tela vieja, vino nuevo en odre viejo. ¿Hay esto en mi vida?
5) Oración final
Y nosotros hemos conocido
y hemos creído en el amor
que Dios nos tiene. (1Jn 4,16)
y hemos creído en el amor
que Dios nos tiene. (1Jn 4,16)
Orden de los Carmelitas