miércoles, 8 de septiembre de 2021

Él salvará a su Pueblo

¡Amor y paz!

 

Los invito, hermanos, a leer y medir la Palabra de Dios, en este miércoles de la 23ª semana del Tiempo Ordinario, ciclo B. Celebramos hoy la Natividad de la Virgen María.

 

Dios nos bendice..

 

PRIMERA LECTURA

 

Lectura de la profecía de Miqueas     5, 1-4a

 

Así habla el Señor:

Y tú, Belén Efratá, tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti me nacerá el que debe gobernar a Israel: sus orígenes se remontan al pasado, a un tiempo inmemorial.

Por eso, el Señor los abandonará hasta el momento en que dé a luz la que debe ser madre; entonces el resto de sus hermanos volverá junto a los israelitas. El se mantendrá de pie y los apacentará con la fuerza del Señor, con la majestad del nombre del Señor, su Dios.

Ellos habitarán tranquilos, porque él será grande hasta los confines de la tierra. ¡Y él mismo será la paz! 

 

Palabra de Dios. 

 

SALMO    

 

Sal 12, 6ab. 6c (R.: Is 61, 10)

 

R.    Yo desbordo de alegría en el Señor.

 

Yo confío en tu misericordia:

que mi corazón se alegre porque me salvaste. R.

 

¡Cantaré al Señor porque me ha favorecido! R.

 

EVANGELIO

 

Lectura del santo Evangelio según san Mateo    1, 1-16. 18-23

 

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; Esrón, padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; Jesé, padre del rey David.

David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá; Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón padre de Josías; Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia.

Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel; Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud; Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob. Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo.

Este fue el origen de Jesucristo:

María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.

Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados.»

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.»

 

Palabra del Señor.  

 

PARA REFLEXIONAR

  • Para explicar el origen de Jesús, en el evangelio de hoy Mateo emplea un recurso literario utilizado en la antigüedad, que es la genealogía. Las genealogías servían para conocer los antepasados de una persona, y esto era de suma importancia en la cultura de los pueblos del oriente antiguo, en la que el individuo se entendía a sí mismo, y era visto por los demás, como parte de un grupo con el que establecía una relación de parentela por los lazos de la sangre y de la carne. La familia era el depósito de honor acumulado por todos los antepasados, y cada uno de sus miembros participaba de dicho honor y estaba obligado a defenderlo.
  • La intención de Mateo al comenzar su evangelio con esta genealogía es dar a conocer la ilustre ascendencia de Jesús, que se remonta nada menos que a David y a Abraham, presentándolo así como un personaje muy importante y honorable a los ojos de sus contemporáneos.
  • Los textos litúrgicos de la Escritura seleccionados para honrar hoy a María no hablan de su Natividad, este hecho quedó desde el primer momento perdido en un anonimato similar al de cientos de hijos de Israel.
  • En los planes de Dios, la humildad, el silencio, el pasar desapercibido, se hacen habituales. El misterio escondido en el nacimiento será iluminado desde acontecimientos posteriores.
  • Por eso, la liturgia se fija en el gran acontecimiento de la natividad de un Niño, de un Elegido, Predestinado, Jesús, que, proviniendo de la casa y familia de David, da cumplimiento a cuanto en la Biblia se dijo sobre el Mesías, Salvador.
  • Los textos muestran con claridad que hemos conocido la verdadera historia de la predestinación de María a través de la sorprendente historia de salvación que realizó su Hijo, Jesús.
  • Hoy nosotros, desde la salvación que Jesús nos ofrece con su muerte y resurrección, orientamos nuestra mirada hacia la Mujer que fue objeto de predilección, haciendo nuestra la aclamación: ¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron!
  • Todos los títulos de grandeza de María, desde su concepción hasta su coronación en el cielo, derivan de la misión de Madre del Mesías. ¡Dichosa porque has creído y has sido llamada para ser Madre de Dios y Madre nuestra!
  • Celebremos esta fiesta evocando en nuestra memoria el recuerdo de aquellos que nos han marcado un camino en la fe. Que el recuerdo de María como Madre de Jesús, parte de una familia y de un pueblo nos ayude a asumir nuestra responsabilidad histórica de hacer crecer y pasar la herencia de la fe.

 

PARA DISCERNIR

 

 ¿Discierno mi vida sabiéndome inserto en el plan de salvación de Dios?

  • ¿He tenido experiencia que los caminos de Dios no son mis caminos? ¿Lo he vivido con docilidad y humildad?
  • ¿Qué pasos de profundidad tengo que dar en mi pertenencia a la Iglesia?

 

ARZOBISPADO DE BUENOS AIRES

Vicaría de Pastoral