¡Amor y paz!
Jesús, en el sermón de la
montaña, compara el Antiguo Testamento (AT) con el Nuevo (NT): un tema que no
resultaba nada fácil para los primeros cristianos.
Jesús criticó repetidas
veces las interpretaciones que se hacían de la ley de Moisés, pero no la
desautorizó, sino que la cumplió e invitó a cumplirla, porque, durante siglos,
había sido, para el pueblo elegido, la concretización de la voluntad de Dios.
No ha venido a abolir el
AT, sino a perfeccionarlo, a llevarlo a su plenitud. Pondrá, sucesivamente,
varios ejemplos (referentes a la caridad fraterna, la fidelidad conyugal, la
claridad de la verdad). Siempre en la línea de una interiorización vivencial,
sin conformarse con el mero cumplimiento exterior.
Los invito, hermanos, a
leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este miércoles de la 10ª. Semana
del Tiempo Ordinario.
Dios los bendiga….
Evangelio según San Mateo 5,17-19.
No crean que he venido a suprimir la Ley o los Profetas. He venido, no para deshacer, sino para traer lo definitivo. En verdad les digo: mientras dure el cielo y la tierra, no pasará una letra o una coma de la Ley hasta que todo se realice. Por tanto, el que ignore el último de esos mandamientos y enseñe a los demás a hacer lo mismo, será el más pequeño en el Reino de los Cielos. En cambio el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los Cielos.
Comentario
El AT no está derogado.
Está perfeccionado por Jesús y su evangelio.
Los mandamientos de Moisés
siguen siendo válidos. La Pascua de Israel ya fue salvación liberadora, aunque
tiene su pleno cumplimiento en la Pascua de Cristo y en la nuestra. La Alianza
del Sinaí (Juan Pablo II la llamó «la nunca derogada primera Alianza») ya era
sacramento de salvación, pero ahora ha recibido su plenitud en el sacrificio
pascual de Cristo en la cruz y en su celebración memorial de la Eucaristía. Lo
mismo podemos decir de los sacrificios y del sacerdocio y del Templo y del Pueblo
elegido de Dios: en el NT llegan a su realización definitiva en Cristo y su
Iglesia.
Seguimos leyendo con
interés el AT, como palabra eficaz de Dios e historia de salvación, como
diálogo vivo entre la fidelidad de Dios y la manifiesta infidelidad de su pueblo.
En algunos aspectos -el sábado, la circuncisión, el Templo, los sacrificios de
corderos- la nueva comunidad de Jesús se ha distanciado de la ley antigua.
Pero, en la mayoría de sus elementos, sigue consciente de la gracia salvadora
de Dios que ya empezó entonces y continúa ahora: basta recordar cómo seguimos
rezando los salmos del AT. Eso sí, conscientes de que Jesús ha llevado a su
perfección todo lo que se nos dice en el AT, como lo ha hecho en este sermón de
la montaña con el novedoso programa de sus bienaventuranzas. No nos lo ha hecho
más fácil, sino más profundo e interior.
J. ALDAZABAL
ENSÉÑAME TUS CAMINOS 5
Tiempo Ordinario. Semanas 10-21
Barcelona 1997. Págs. 20-23
ENSÉÑAME TUS CAMINOS 5
Tiempo Ordinario. Semanas 10-21
Barcelona 1997. Págs. 20-23