¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio
y el comentario, en este martes de la 9ª. Semana del Tiempo Ordinario.
Dios nos bendice…
Evangelio según San
Marcos 12,13-17.
Le enviaron después a unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en alguna de sus afirmaciones. Ellos fueron y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y no tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no? ¿Debemos pagarla o no?". Pero él, conociendo su hipocresía, les dijo: "¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario". Cuando se lo mostraron, preguntó: "¿De quién es esta figura y esta inscripción?". Respondieron: "Del César". Entonces Jesús les dijo: "Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios". Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta.
Comentario
La respuesta de Jesús es admirable porque no sirve a ninguno de
esos dos propósitos. No indica que esté de acuerdo con el emperador pero
tampoco pone en el centro de su discurso rebelarse contra él. Eso queda claro
en su respuesta que se volvió famosa: "Dad al César lo que es del César, y
a Dios lo que es de Dios." Lo que ya no es completamente claro es qué
quería decir esa frase. Hay varias posiciones, y podemos aprender algo de cada
una.
La más corriente: Jesús indica que hay un ámbito propio de las
cosas civiles y otro ámbito de las cosas religiosas. Según esta interpretación,
Nuestro Señor estaría casi predicando la separación de la Iglesia y el Estado.
Otra parecida: Jesús muestra que las realidades temporales,
representadas aquí por "el César" tienen su propia autonomía. No
bastan las explicaciones religiosas o de fe. Hay espacio para la ciencia y para
la razón humana, pero éstas no deben negar tampoco que existe también el
espacio de la espiritualidad, la conversión y la santidad.
Otra distinta: el verbo "dar" no es exactamente
"dar" aquí. El texto griego trae el verbo "apodídomi" que
puede significar dar pero también muchas otras cosas, y entre ellas,
"devolver." Es posible que Cristo usara una pizca de ironía: los que
viven los bienes del imperio, y usan su moneda, no pueden sólo quejarse del
imperio.
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