¡Amor y paz!
Los invito a leer y meditar la Palabra de Dios, en este martes 3 de mayo, cuando en América celebramos la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz y en Europa la Fiesta de los Apóstoles Felipe y Santiago.
Dios nos bendice...
Primera lectura
Lectura del libro de los Números 21,4b-9
En aquellos
días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra
Moisés: «¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No
tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo.»
El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y
murieron muchos israelitas.
Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: «Hemos pecado hablando contra el
Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes.»
Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: «Haz una serpiente
venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos
al mirarla.»
Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una
serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 77,1-2.34-35.36-37.38
R/.
No olvidéis las acciones del Señor
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza,
inclina el oído a las palabras de mi boca:
que voy a abrir mi boca a las sentencias,
para que broten los enigmas del pasado. R/.
Cuando los hacía morir, lo buscaban,
y madrugaban para volverse hacia Dios;
se acordaban de que Dios era su roca,
el Dios Altísimo su redentor. R/.
Lo
adulaban con sus bocas,
pero sus lenguas mentían:
su corazón no era sincero con él,
ni eran fieles a su alianza. R/.
Él,
en cambio, sentía lástima,
perdonaba la culpa y no los destruía:
una y otra vez reprimió su cólera,
y no despertaba todo su furor. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2,6-11
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios.
Evangelio
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 3,13-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»
Palabra del Señor.
Homilía del Papa
Seguir la vía de la Cruz para vencer las seducciones del mal
Para ir adelante “por el camino de la vida cristiana” es necesario abajarse como hizo Jesús en la Cruz. Lo subrayó el Papa Francisco en su homilía en una Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta, un 14 de septiembre, que es cuando se celebra la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz en Europa.
Además, el Pontífice puso en guardia ante el diablo “que nos encanta y después —dijo— nos lleva a la ruina”.
Estar atentos a las tentaciones del mal que nos seduce para después arruinarnos. El Santo Padre Francisco desarrolló su homilía partiendo de las lecturas del día en las que observó que la serpiente es protagonista. El Génesis —dijo— nos muestra que la serpiente es astuta, “es una encantadora, y también tiene la capacidad de fascinar”, de fascinarte.
El mal seduce y encanta, pero es mal pagador
La Biblia —prosiguió explicando el Papa— también nos dice que el maligno “es mentiroso, es envidioso, porque por la envidia del diablo, de la serpiente, entró el pecado en el mundo”. Y esta capacidad de seducción nos arruina:
“Te promete tantas cosas pero a la hora de pagar paga mal, es un mal pagador. Pero tiene esta capacidad de seducir, de encantar. Pablo se enoja con los cristianos de Galia que le han dado tanto trabajo y les dice: ‘Pero, necios Gálatas, ¿quién los ha encantado? A ustedes, que han sido llamados a la libertad, ¿quién los ha encantado?’. Y a estos los ha corrompido la serpiente. Y ésta no es una cosa nueva, estaba en la conciencia del pueblo de Israel”.
El Papa Bergoglio se detuvo después sobre el hecho de la petición de Dios a Moisés de hacer una serpiente de bronce para que quien la mirara se salvara. Y explicó que se trata de una figura, pero también de una “profecía, es una promesa, una promesa no fácil de entender” porque el mismo Jesús explica a Nicodemo que “así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, de la misma manera debe ser levantado el Hijo del hombre, para que quien crea en Él tenga la vida eterna”.
Jesús ha tomado sobre sí todos nuestros pecados
El Santo Padre dijo también que “aquella serpiente de bronce era una figura de Jesús elevado sobre la Cruz”:
“Pero, ¿por qué el Señor ha tomado esta figura tan fea, tan mala? Sencillamente porque Él ha venido para tomar sobre sí todos nuestros pecados y Él se ha convertido en el pecador más grande sin haber cometido ninguno. Y Pablo nos dice: ‘Él se ha hecho pecado por nosotros’, retomando la figura, ‘Él se ha hecho serpiente’. ¡Es feo! Él se ha hecho pecador para salvarnos, esto significa el mensaje de la liturgia de la Palabra de hoy, el recorrido de Jesús”.
Dios se ha hecho hombre y se ha asumido el pecado. Y Pablo a los Filipenses explica este misterio: “Aun siendo en la condición de Dios, Jesús no consideró un privilegio ser como Dios sino que se despojó a sí mismo, asumiendo una condición de siervo, llegando a ser semejante a los hombres; se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte en la Cruz”.
El camino del cristiano es abajarse como Jesús en la Cruz
Jesús —dijo también el Papa— “se aniquiló a sí mismo, se hizo pecado por nosotros, Él no conocía el pecado”. Y comentó que éste es el misterio, podemos decir: “Se ha hecho como una serpiente, feo”:
“Cuando miramos a Jesús en la Cruz, hay bellos cuadros, pero la realidad es otra: estaba todo tironeado, ensangrentado por nuestros pecados. Éste es el camino que Él ha tomado para vencer a la serpiente en su campo. Mirar la Cruz de Jesús, pero no aquellas cruces artísticas, bien pintadas: mirar la realidad, lo que era la cruz en aquel tiempo. Y mirar su recorrido y a Dios, que se aniquiló a sí mismo, se abajó para salvarnos. Este también es el camino del cristiano. Si un cristiano quiere ir adelante por el camino de la vida cristiana debe abajarse, como se abajó Jesús. Es el camino de la humildad, sí, pero también el de llevar sobre sí las humillaciones como las ha llevado Jesús”.
En la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, el Papa ha pedido a la Virgen María la gracia de “llorar de amor, llorar de gratitud porque nuestro Dios nos ha amado tanto que ha enviado a su Hijo” a “abajarse y aniquilarse para salvarnos”.
(María Fernanda Bernasconi – RV).
Movimiento de Vida Cristiana