¡Amor y paz!
Los invito, hermanos,
a leer y meditar la Palabra de Dios, en este miércoles en que celebramos la
fiesta de San Lucas, Evangelista.
Dios nos bendice…
Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san
Pablo a Timoteo (4,9-17a):
Dimas me ha dejado, enamorado de este mundo presente, y se ha marchado a Tesalónica; Crescente se ha ido a Galacia; Tito, a Dalmacia; sólo Lucas está conmigo. Coge a Marcos y tráetelo contigo, ayuda bien en la tarea. A Tíquico lo he mandado a Éfeso. El abrigo que me dejé en Troas, en casa de Carpo, tráetelo al venir, y los libros también, sobre todo los de pergamino. Alejandro, el metalúrgico, se ha portado muy mal conmigo; el Señor le pagará lo que ha hecho. Ten cuidado con él también tú, porque se opuso violentamente a mis palabras. La primera vez que me defendí, todos me abandonaron, y nadie me asistió. Que Dios los perdone. Pero el Señor me ayudó y me dio salud para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran los gentiles.
Palabra de Dios
Dimas me ha dejado, enamorado de este mundo presente, y se ha marchado a Tesalónica; Crescente se ha ido a Galacia; Tito, a Dalmacia; sólo Lucas está conmigo. Coge a Marcos y tráetelo contigo, ayuda bien en la tarea. A Tíquico lo he mandado a Éfeso. El abrigo que me dejé en Troas, en casa de Carpo, tráetelo al venir, y los libros también, sobre todo los de pergamino. Alejandro, el metalúrgico, se ha portado muy mal conmigo; el Señor le pagará lo que ha hecho. Ten cuidado con él también tú, porque se opuso violentamente a mis palabras. La primera vez que me defendí, todos me abandonaron, y nadie me asistió. Que Dios los perdone. Pero el Señor me ayudó y me dio salud para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran los gentiles.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 144,10-11.12-13ab.17-18
R/. Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R/.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.
R/. Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R/.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas
(10,1-9):
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios."»
Palabra del Señor
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios."»
Palabra del Señor
Comentario
1. La Humanidad de
Jesús
1.1 Se ha dicho que
Lucas es el evangelista de la humanidad de Jesucristo. Y es cierto, pues,
aunque todos los demás afirman la verdad de la humanidad del Señor, Lucas tiene
como un gusto particular en dibujar con especial detalle ante nosotros aquellos
rasgos de Jesús que hacen que le sintamos especialmente cercano.
1.2 Esos rasgos
tienen que ver especialmente con la misericordia y con la frecuente alusión a
los sentimientos de Cristo, comenzando por esa misma compasión, esas entrañas
de amor hacia los pobres, los excluidos y los pecadores. El resultado es un
retrato profundo y verosímil del alma del Señor, como si de un amigo muy
próximo se tratara.
1.3 Evidentemente, al
escribir así Lucas tiene en mente a los primeros destinatarios de su texto.
Según sabemos, y nos lo ha recordado Pablo en la primera lectura de hoy, el
mismo Lucas era pagano de origen y la comunidad a la que dirige su escrito
debió de tener una gran mayoría de paganos. Ahora bien, es sabido que los
judíos trataban con inmenso desprecio a los paganos, a quienes consideraban
impuros y pervertidos.
1.4 Pablo, que dedicó
lo mejor de sus energías de apóstol a predicar entre los paganos, lo recuerda
discretamente en su Carta a los Efesios: "Recordad, pues, que en otro tiempo
vosotros los gentiles en la carne, llamados incircuncisión por la tal llamada
circuncisión, hecha por manos en la carne, recordad que en ese tiempo estabais
separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel, extraños a los
pactos de la promesa, sin tener esperanza, y sin Dios en el mundo. Pero ahora
en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido
acercados por la sangre de Cristo" (Ef 2,11-13).
1.5 En este sentido
es entendible que Lucas, que se dirige a estos perpetuos excluidos, subraye con
mayor vigor aquellos aspectos de Cristo que muestran más eso mismo que escribió
Pablo: "ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais
lejos, habéis sido acercados por la sangre de Cristo". Y es una bendición
que Lucas haya acompañado a Pablo y haya tenido en sí mismo la experiencia de
ser acogido con entrañas de misericordia en el plan de salvación decretado por
Dios.
2. La gracia y la
alegría
2.1 Uno de los frutos
de esta predicación que enfatiza tanto en la gracia es la alegría, que
ciertamente es otra de las características del Evangelio según san Lucas.
Alegrarse, Jesús que se alegró, la alegría de quienes aceptan la palabra, todas
esas escenas de gozo en el Espíritu Santo que este evangelista nos describe son
como una invasión gozosa del amor, que triunfa sobre las tinieblas del pecado,
de la exclusión y de la ignorancia.
2.2 Isabel, en los
comienzos de este Evangelio, ya le da el tono a lo que vendrá: "¡Feliz la
que ha creído!" (Lc 1,45), exclama ella como felicitación a María, pero
también como invitación entusiasta a todos los que, siguiendo los pasos de
María, hemos llegado a creer en Jesús ya recibir la gracia de la misericordia.
2.3 Por eso, cabe
decir que, aunque todo Evangelio es, por definición, "Buena Noticia",
Lucas nos ha regalado un testimonio invaluable, que abarca su Evangelio y los
Hechos de los Apóstoles, en que la Noticia es especialmente Buena,
esperanzadora y bella.
http://fraynelson.com/homilias.html.