¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios y el comentario,
en este jueves
de la 2ª semana de Adviento.
Dios
nos bendice...
Primera
lectura
Lectura del libro de
Isaías (41,13-20):
YO, el Señor, tu Dios,
te tomo por la diestra y te digo:
«No temas, yo mismo te auxilio».
No temas, gusanillo de Jacob,
oruga de Israel,
yo mismo te auxilio
-oráculo del Señor-,
tu libertador es el Santo de Israel.
Mira, te convierto en trillo nuevo,
aguzado, de doble filo:
trillarás los montes hasta molerlos;
reducirás a paja las colinas;
los aventarás y el viento se los llevará,
el vendaval los dispersará.
Pero tú te alegrarás en el Señor,
te gloriarás en el Santo de Israel.
Los pobres y los indigentes
buscan agua, y no la encuentran;
su lengua está reseca por la sed.
Yo, el Señor, les responderé;
yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
Haré brotar ríos en cumbres desoladas,
en medio de los valles, manantiales;
transformaré el desierto en marisma
y el yermo en fuentes de agua.
Pondré en el desierto cedros,
acacias, mirtos, y olivares;
plantaré en la estepa cipreses,
junto con olmos y alerces,
para que vean y sepan,
reflexionen y aprendan de una vez,
que la mano del Señor lo ha hecho,
que el Santo de Israel lo ha creado.
Palabra de Dios
YO, el Señor, tu Dios,
te tomo por la diestra y te digo:
«No temas, yo mismo te auxilio».
No temas, gusanillo de Jacob,
oruga de Israel,
yo mismo te auxilio
-oráculo del Señor-,
tu libertador es el Santo de Israel.
Mira, te convierto en trillo nuevo,
aguzado, de doble filo:
trillarás los montes hasta molerlos;
reducirás a paja las colinas;
los aventarás y el viento se los llevará,
el vendaval los dispersará.
Pero tú te alegrarás en el Señor,
te gloriarás en el Santo de Israel.
Los pobres y los indigentes
buscan agua, y no la encuentran;
su lengua está reseca por la sed.
Yo, el Señor, les responderé;
yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
Haré brotar ríos en cumbres desoladas,
en medio de los valles, manantiales;
transformaré el desierto en marisma
y el yermo en fuentes de agua.
Pondré en el desierto cedros,
acacias, mirtos, y olivares;
plantaré en la estepa cipreses,
junto con olmos y alerces,
para que vean y sepan,
reflexionen y aprendan de una vez,
que la mano del Señor lo ha hecho,
que el Santo de Israel lo ha creado.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
144,1.9.10-11.12-13ab
R/. El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad.
V/. Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
El Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.
V/. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.
V/. Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R/.
R/. El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad.
V/. Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
El Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.
V/. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.
V/. Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R/.
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Mateo (11,11-15):
EN aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. Los Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo.
El que tenga oídos, que oiga».
Palabra del Señor
EN aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. Los Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo.
El que tenga oídos, que oiga».
Palabra del Señor
Comentario
1.
La grandeza del Bautista
1.1
Llama nuestra atención que Jesús haga un elogio de alguien. No es algo
frecuente en los Evangelios. Y no es poco lo que dice: "nadie
mayor...".
1.2
Ahora bien, la traducción incluida en esta página dice: "no ha surgido
entre los hombres nadie mayor que Juan el Bautista", pero está más cercano
al texto original este otro modo: "entre los nacidos de mujer no se ha
levantado nadie mayor que Juan el Bautista". En efecto, la expresión
"nacidos de mujer" equivale materialmente hablando a "los
hombres, los seres humanos", pero tiene también una connotación que no
debemos perder: "lo que puede dar una mujer a este mundo; lo que la carne
y la sangre pueden dar a esta tierra; lo que puede lograr el ser humano desde
sus propias fuerzas".
1.3
Y el sentido del texto sería: "lo más grande que puede esperarse del ser
humano, por sus propias fuerzas, es la inmensa honestidad y la carga de verdad
que brilla en Juan, el Bautista". Eso explica lo que sigue: "sin
embargo, el más pequeño en el Reino de los cielos es mayor que él". Juan
es el gran "nacido de mujer, nacido de la carne y la sangre"; en
cambio, lo que nace para el Reino, no nace de la carne y la sangre (cf. Jn
1,13). Se anuncia aquí el misterio del nuevo nacimiento, que sólo se hace
posible por la gracia de Cristo, y que es imposible por el sólo arrepentimiento
y la conciencia de la indigencia humana.
2.
El Reino de Dios sufre violencia
2.1
No hay acuerdo entre los estudiosos sobre el sentido de los versículos que
siguen en el evangelio de hoy. El Reino de los Cielos "sufre
violencia". No tengamos temor de entrar un poco e la cuestión del texto,
pues para ello se ofrecen estas reflexiones por escrito, dando tiempo a todos a
leer y comprender a su propio ritmo.
2.2
El verbo difícil aquí es "biazetai", que puede estar en voz pasiva o
en voz media, es decir, reflexiva. En el primer caso, el sentido sería que la
gente violenta se vuelve en contra del Reino o trata de apoderarse del Reino de
Dios, cosa que tiene sentido. En el segundo caso, el sentido sería que el Reino
"se da, experimenta" violencia, es decir, tiene que abrirse paso con
su propio poder y venciendo a los poderes de este mundo. Esto segundo también
es una enseñanza que podemos aprovechar.
2.3
Ahora bien, Jesús da unos límites a ese verbo. Dice: "desde que apareció
Juan el Bautista hasta ahora". Si el sentido fuera que el Reino se abre
paso sólo como a la fuerza, no se ve por qué ese límite temporal. Probablemente
el sentido de la expresión de Cristo es: "en los términos de la
predicación y la vida de Juan sólo es posible entrar al Reino de Dios por un
acto de rompimiento, una especie de violencia". Y en efecto, la vida misma
del Bautista fue eso: un acto de ruptura, como violenta protesta contra toda la
mentira del pueblo y sus dirigentes. Si uno mira a Juan y pretende entrar al
Reino de Dios basándose sólo en las palabrasy el ejemplo de Juan sólo puede
sacar una conclusión: "tengo que romper con todo para ser fiel a
Dios". Esta forma de "violencia" es la única posibilidad que
queda abierta si miramos la santidad desmesurada de este asceta gigantesco, el
Bautista, que, sin embargo, tuvo discípulos.
2.4
Esta entrada "violenta" era lo único que había "hasta
ahora". En efecto, con la llegada de Cristo hay una nueva lógica, una
nueva posibilidad de ingreso y posesión del Reino, a través de la fe, la
gracia, la efusión del Espíritu Santo y las obras nuevas que de allí nacen.
¡Bendito Dios!
http://fraynelson.com/homilias.html.