jueves, 20 de febrero de 2014

¿Irías hoy a un estadio donde se presentara Jesús?

Amor y paz!

¡Cuánto paga y con qué antelación un aficionado al fútbol por ir a ver jugar a su equipo! o ¡Cuánto gasta por ir a ver a su cantante favorito! Algunos pudientes compran boletas para las localidades VIP y la mayoría tienen que ahorrar y hasta dejar de comer con tal de reunir lo de la boleta para ir al estadio.

Eso sí: saben minuciosamente la biografía, ires y venires, discos y presentaciones de sus estrellas; tal cual hacen los hinchas respecto de cada uno de los integrantes de un club que compite por estos días en la Champions League.

Pues Jesús, el Hijo de Dios, el Salvador del mundo, de lejos el personaje más importante que ha pisado este mundo, era confundido por los de su tiempo y hoy es desconocido o pasado por alto por una asombrosa cantidad de personas.

Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este jueves de la VI Semana del Tiempo Ordinario.

Dios los bendiga..

Evangelio según San Marcos 8,27-33. 
Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?". Ellos le respondieron: "Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas". "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?". Pedro respondió: "Tú eres el Mesías". Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo. Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: "¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres". 

 Comentario

Yo no sé cuánto dinero hubiera pagado la gente por ver hoy a Jesús. Cuando veo el revuelo que se monta alrededor de los futbolistas, o de los cantantes, o de las estrellas de cine, imagino que algo parecido, a menor escala, sucedería con Jesús.

Solo que entonces no había ni guardaespaldas, ni exclusivas, ni paparazzi ni apariciones en la televisión. Que había aparecido un personaje extraordinario, capaz de cambiar tu vida, de sanar todas tus enfermedades con solo tocar el borde de su manto, se transmitía de boca en boca. Los que le conocían se convertían en mensajeros, en transmisores de esa Buena Nueva . Podían contestar a la pregunta de quién es Jesús.

Aquí, en Rusia, desde donde escribo, he visto a mucha gente recorrer muchos kilómetros los domingos (100, 200 o incluso más) para responder a la pregunta del millón: ¿ quién es Jesús para ti? Para ellos, es el centro de su vida. Y lo demuestran haciendo un gran esfuerzo para participar en la Eucaristía semanal. ¿Es ese tu estado de ánimo? Si sabes quién es Jesús, si no te has parado, si el encuentro con Jesús sigue vivo, si sigues cerca del Maestro, estupendo. No te alejes de Él.

Y si no sabes qué responder a la pregunta, analiza la causa, busca el motivo. ¿Cómo está hoy tu relación con Jesús? Seguro que puedes contestar a la pregunta de quién es Bechkam , Tom Cruise, Raphael o Frodo. Pero, ¿quién es Jesús para ti? ¿Sigues de cerca sus andanzas (sic) , como las de las estrellas de cine, los actores, cantantes o futbolistas?

¿Estás dispuesto a viajar muchos kilómetros para decirle que es el Señor, el rey de tu vida, o te cuesta ir a la iglesia los domingos? Ya sé que todos tenemos muchas cosas que hacer, pero se trata de no perder de vista lo importante. Y si no sabes cómo responder a la pregunta, y no quieres suspender, estudia. Abre los ojos, los oídos y mira a tu alrededor. Acércate a la Biblia, algún día. Mira si hay charlas en la parroquia, de vez en cuando se organizan días de retiro, no dejes de ir a la reunión de tu grupo, reza con tu pareja antes de dormirte... Lo importante es querer. Ya se sabe, si quieres, puedes.

Por cierto, estamos justo a la mitad del Evangelio de Marcos. Los ocho capítulos anteriores nos han ido preparando para este momento, y los ocho siguientes nos llevarán hasta Jerusalén, hasta la muerte y la resurrección de Jesús. El evangelista nos ha anticipado ya en el capítulo primero, versículo primero, la respuesta a la pregunta de hoy, y esa misma respuesta la repite casi al final, en el capítulo quince, versículo treinta y nueve. Consúltalo, si tienes dudas sobre quién es Jesús para Marcos.

Alejandro J. Carbajo Olea, C.M.F.
Claretianos 2004