Amor y paz!
¡Cuánto paga y con qué antelación un aficionado al
fútbol por ir a ver jugar a su equipo! o ¡Cuánto gasta por ir a ver a su
cantante favorito! Algunos pudientes compran boletas para las localidades VIP y
la mayoría tienen que ahorrar y hasta dejar de comer con tal de reunir lo de la
boleta para ir al estadio.
Eso sí: saben minuciosamente la biografía, ires y
venires, discos y presentaciones de sus estrellas; tal cual hacen los hinchas respecto de cada uno de los integrantes de un club que compite por estos días en la
Champions League.
Pues Jesús, el Hijo de Dios, el Salvador del mundo,
de lejos el personaje más importante que ha pisado este mundo, era confundido
por los de su tiempo y hoy es desconocido o pasado por alto por una asombrosa
cantidad de personas.
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio
y el comentario, en este jueves de la VI Semana del Tiempo Ordinario.
Dios los bendiga..
Evangelio según San Marcos 8,27-33.
Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?". Ellos le respondieron: "Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas". "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?". Pedro respondió: "Tú eres el Mesías". Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo. Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: "¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres".
Yo no sé cuánto dinero hubiera pagado la gente por
ver hoy a Jesús. Cuando veo el revuelo que se monta alrededor de los
futbolistas, o de los cantantes, o de las estrellas de cine, imagino que algo
parecido, a menor escala, sucedería con Jesús.
Solo que entonces no había ni guardaespaldas, ni
exclusivas, ni paparazzi ni apariciones en la televisión. Que había aparecido
un personaje extraordinario, capaz de cambiar tu vida, de sanar todas tus
enfermedades con solo tocar el borde de su manto, se transmitía de boca en
boca. Los que le conocían se convertían en mensajeros, en transmisores de esa
Buena Nueva . Podían contestar a la pregunta de quién es Jesús.
Aquí, en Rusia, desde donde escribo, he visto a
mucha gente recorrer muchos kilómetros los domingos (100, 200 o incluso más)
para responder a la pregunta del millón: ¿ quién es Jesús para ti? Para ellos,
es el centro de su vida. Y lo demuestran haciendo un gran esfuerzo para participar
en la Eucaristía semanal. ¿Es ese tu estado de ánimo? Si sabes quién es Jesús,
si no te has parado, si el encuentro con Jesús sigue vivo, si sigues cerca del
Maestro, estupendo. No te alejes de Él.
Y si no sabes qué responder a la pregunta, analiza
la causa, busca el motivo. ¿Cómo está hoy tu relación con Jesús? Seguro que
puedes contestar a la pregunta de quién es Bechkam , Tom Cruise, Raphael o
Frodo. Pero, ¿quién es Jesús para ti? ¿Sigues de cerca sus andanzas (sic) ,
como las de las estrellas de cine, los actores, cantantes o futbolistas?
¿Estás dispuesto a viajar muchos kilómetros para
decirle que es el Señor, el rey de tu vida, o te cuesta ir a la iglesia los
domingos? Ya sé que todos tenemos muchas cosas que hacer, pero se trata de no
perder de vista lo importante. Y si no sabes cómo responder a la pregunta, y no
quieres suspender, estudia. Abre los ojos, los oídos y mira a tu alrededor.
Acércate a la Biblia, algún día. Mira si hay charlas en la parroquia, de vez en
cuando se organizan días de retiro, no dejes de ir a la reunión de tu grupo,
reza con tu pareja antes de dormirte... Lo importante es querer. Ya se sabe, si
quieres, puedes.
Por cierto, estamos justo a la mitad del Evangelio
de Marcos. Los ocho capítulos anteriores nos han ido preparando para este
momento, y los ocho siguientes nos llevarán hasta Jerusalén, hasta la muerte y
la resurrección de Jesús. El evangelista nos ha anticipado ya en el capítulo
primero, versículo primero, la respuesta a la pregunta de hoy, y esa misma respuesta
la repite casi al final, en el capítulo quince, versículo treinta y nueve.
Consúltalo, si tienes dudas sobre quién es Jesús para Marcos.
Alejandro J. Carbajo Olea, C.M.F.
Alejandro J. Carbajo Olea, C.M.F.
Claretianos 2004