viernes, 8 de junio de 2012

La multitud escuchaba a Jesús con agrado


¡Amor y paz!

El buen cristiano-católico debe cimentar su fe, debe cultivarla y saber dar razón de ella. Y la mejor manera es leer y meditar la Palabra de Dios. Sin embargo, muchos prefieren escuchar y leer un sinnúmero de revistas de farándula, novelas rosa y textos ‘light’. Tenemos tiempo para muchas cosas y le dedicamos mucho a la internet, pero no siempre aprovechamos los buenos recursos que allí se nos ofrecen. Casi que se podría decir: ‘Dime qué lees y te diré quién eres”.

Si los fariseos y los escribas que vivían en una cultura netamente religiosa no habían entendido las Escrituras y por ello juzgaban equivocadamente, como lo siguen haciendo hoy con Jesús, ¿qué esperanza pude tener un cristiano que no se prepara y que no profundiza en su fe?

El Evangelio nos dice que “La multitud escuchaba a Jesús con agrado”. ¿Cómo lo escucho o leo yo hoy? 

Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este viernes de la 9ª. Semana del Tiempo Ordinario.

Dios los bendiga…

Evangelio según San Marcos 12,35-37.
Jesús se puso a enseñar en el Templo y preguntaba: "¿Cómo pueden decir los escribas que el Mesías es hijo de David? El mismo David ha dicho, movido por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies. Si el mismo David lo llama 'Señor', ¿Cómo puede ser hijo suyo?". La multitud escuchaba a Jesús con agrado. 
Comentario

La comprensión mesiánica de Jesús apunta indudablemente hacía la trascendencia de éste. Por tanto, el Mesías es, en el contexto de Marcos, el Hijo del Hombre y el Hijo de Dios. Para el evangelista y para la Iglesia que recibe la Buena Noticia escrita por él, reconocer a Jesús bajo esta doble característica se hace necesario y fundamental, para quitar del ambiente popular la idea del Mesías descendiente de David que vendría con poder a instaurar la monarquía.

Jesús es el Hijo del Hombre e Hijo de Dios, pero no ostenta poder. Jesús se aparta de todo poder para instaurar una realidad nueva, donde los que no ejercían el poder se sintieran importantes y llamados en plenitud. Es necesario entender la dinámica de Marcos, para poder comprender por qué el Jesús que él predica, es un Jesús alejado de toda experiencia de gobierno y de poder, pero siempre cercano a los empobrecidos y en actitud de servicio desinteresado. Jesús sabía que aún había muchas preguntas de parte de los líderes políticos y religiosos en general. Pero Jesús les sale al paso y les expresa que su mesianismo no puede ser entendido desde el poder que ellos esperaban, porque de esa forma maltrataba y corrompía el proyecto de Dios, su Padre. 

A la gente, al puro pueblo, a los desheredados, les gustaba cómo hablaba Jesús y le oían con gusto. Ya desde el comienzo la gente había podido apreciar la diferencia que había entre su forma de hablar, con autoridad, y la de los escribas, rutinaria, sin novedad, que no le ofrecía nada bueno al pueblo. 

Nosotros también estamos llamados a entender y a confesar a Jesús de forma diferente. No podemos seguir sustentando una teología ni una Iglesia que presente a un Jesús lleno de poder, ya que esta imagen contradice la experiencia que los evangelios y todo el Nuevo Testamento nos presenta de él.

Diario Bíblico. Cicla (Confederación Internacional Claretiana de Latinoamérica)
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